
La entrada en vigor de los nuevos aranceles de Estados Unidos inaugura una era de incertidumbre en el comercio global. Aunque Colombia enfrenta un impacto moderado del 10%, la medida amenaza la competitividad de sus exportaciones no tradicionales y podría frenar el crecimiento económico, mientras los mercados globales reaccionan con una mezcla de cautela y optimismo ante las exenciones selectivas.