El corazón verde y azul de Buga.
El corazón verde y azul de Buga. TuBarco Noticias La Laguna de Sonso como destino de avistamiento, educación ambiental y conservación comunitaria. La Laguna de Sonso, ubicada en el municipio de Buga, es uno de los humedales más importantes del suroccidente colombiano. Amparada por un ecosistema que combina aguas tranquilas, zonas boscosas y planicies inundables, esta reserva natural se ha convertido en un refugio indispensable para la biodiversidad del Valle del Cauca. Sin embargo, también enfrenta crecientes amenazas que ponen en riesgo su equilibrio ecológico. Visitarla implica descubrir una riqueza ambiental única, pero también conocer los retos que comprometen su futuro y las iniciativas comunitarias que buscan protegerla. Un ecosistema vital para la región Con más de 2.000 hectáreas entre cuerpo de agua y zona amortiguadora, la Laguna de Sonso es considerada el último gran humedal funcional del valle geográfico del río Cauca. Su rol ambiental va mucho más allá del paisaje: regula el ciclo hídrico de la región, sostiene poblaciones animales clave y actúa como un corredor biológico que conecta diferentes especies entre municipios cercanos. En su interior y alrededores se han registrado 118 especies de aves, entre migratorias y residentes, lo que convierte al humedal en uno de los destinos predilectos para observadores de fauna. Mamíferos como el chigüiro, el armadillo común y felinos como el yaguarundí han sido identificados en la zona, demostrando que se trata de un hábitat aún funcional para la vida silvestre. Actividades que se pueden realizar en la Laguna de Sonso La reserva ofrece diversas experiencias que combinan turismo sostenible, educación ambiental y exploración científica. Entre las principales actividades se destacan: 1. Avistamiento de aves La gran diversidad de especies convierte a la laguna en un punto estratégico para birdwatchers nacionales e internacionales. Entre las aves más observadas se encuentran garzas, patos, cigüeñas y halcones de humedal. La presencia de aves migratorias durante ciertos meses del año hace que la experiencia sea cambiante y enriquecedora. 2. Recorridos guiados y senderismo Guías comunitarios y ambientales ofrecen caminatas por sectores autorizados del humedal, donde se explican características de la flora, la fauna, el ciclo hídrico y los desafíos de conservación. Estos recorridos son ideales para estudiantes, visitantes curiosos y quienes buscan turismo de naturaleza. 3. Fotografía de fauna y paisaje La laguna ofrece escenarios naturales ideales para la fotografía de vida silvestre, paisajes acuáticos y puestas de sol sobre los humedales. Es uno de los espacios más recomendados en el Valle del Cauca para fotografía ambiental. 4. Educación ambiental y talleres Escuelas, universidades y organizaciones ambientales organizan actividades pedagógicas, prácticas de campo y campañas de sensibilización para comprender los humedales y su importancia. 5. Observación de especies acuáticas y vegetación Además de aves y mamíferos, investigadores y aficionados pueden estudiar plantas acuáticas, peces, reptiles y anfibios propios de humedal. Estas observaciones revelan la complejidad ecológica del sistema. 6. Artesanías hechas con especies invasoras Un atractivo inusual pero significativo es el trabajo comunitario con el búgulo de agua, una especie invasora que se extrae manualmente y se transforma en artesanías. Los visitantes pueden observar el proceso, apoyar el trabajo local y aprender cómo una amenaza ecológica puede convertirse en una oportunidad sostenible. Amenazas que enfrenta la Laguna de Sonso A pesar de su importancia ambiental, el humedal está bajo presión debido a la presencia de especies invasoras como el búgulo o buchón de agua y el llamado “pasto alemán”, plantas que desplazan la vegetación nativa, consumen oxígeno y afectan la movilidad de peces y aves acuáticas. El crecimiento no controlado de estas especies modifica el paisaje y altera los sistemas ecológicos, reduciendo los espacios disponibles para aves, peces y otras formas de vida. Las comunidades locales han asumido un rol activo en su control, pero la restauración completa del humedal requiere esfuerzos institucionales continuos, monitoreo científico y políticas claras de protección. La comunidad, pieza clave en la conservación Uno de los aspectos más destacados de la Laguna de Sonso es el compromiso de las comunidades rurales, guardianes del territorio que participan en jornadas de limpieza, monitoreo y recolección del búgulo de agua. El tejido artesanal con esta planta ha permitido transformar un problema en una iniciativa económica, educativa y de sensibilización, que también promueve el turismo responsable. Su participación muestra que la conservación no solo depende de instituciones, sino de vínculos comunitarios capaces de proteger el patrimonio natural de la región. La entrada El corazón verde y azul de Buga. se publicó primero en TuBarco Noticias.