
por ROBERTO LUIS JARAMILLO // Si quieren saber cómo cambió y engordó mi figura, miren un retrato que se me hizo en tiempos de la preguerra. Observen cómo estaba poblada mi ciudad quebrada arriba y quebrada abajo. No digo mucho de los solares húmedos cercanos al río, o de las malolientes orillas del zanjón de Guanteros. Allá, en aquellos zancuderos, un rico minero compró todos los solares y armó una hacienda provisional llamada Guayaquil, un feo y grande lote de engorde. Miren nada más y se darán cuenta de hacia dónde apuntaba mi crecimiento. The post Autobiografía del pueblo appeared first on Universo Centro.







