menulogo
Noticias Hoy
user
Close

Sábado, Agosto 23

Noticias Hoy
ai
ai briefingSíntesis informativas
left
right
News Image

Desde el margen: libros que nacen del archivo y los sueños

En esta conversación con María Angélica y Laura, editoras de Amor Vincit, nos adentramos en el corazón de un proyecto editorial que pone el amor como principio y los sueños como eje temático. Desde la creación de su primera colección, Atados en sueños, hasta su interés por traducir y resignificar los clásicos desde América Latina, el trabajo de Amor Vincit se distingue por una curaduría atenta, una reflexión crítica sobre el mercado editorial y un compromiso con la forma y la materialidad del libro. Esta entrevista recorre los desafíos de editar lo que se ama, los vínculos entre lo onírico y lo colectivo, y la búsqueda de un catálogo que resista las lógicas de la inmediatez sin renunciar a su potencia transformadora.   ¿Cómo nació Amor Vincit y qué los motivó a crear un proyecto independiente en torno al amor como fuerza transformadora? María Angélica: La idea empezó a rondar por la cabeza en 2021, a raíz de una tarea de la Maestría en Estudios Editoriales, pensando en un proyecto editorial. Coincidimos con que llegó la pandemia y empezaron a motivarnos muchas cosas relacionadas con los sueños. Entonces, junto con David quien es cofundador de la editorial, empezamos a investigar cómo estaba la literatura relacionada con los sueños. Encontramos que había un material muy importante y, por lo general, también diarios de sueños. Pero vimos que no estaba sistematizado como en una colección, sino que estaban ahí, como libros sueltos. Entonces decidimos atarlos, y así nació la colección Atados en sueños, que nos permite también ver el sueño, analizarlo y abordarlo como proyecto editorial desde cuatro caminos específicamente: los diarios de sueños, los estudios que se han hecho, observaciones propias, el arte que han motivado los sueños y la interpretación de los mismos. En ese camino decidimos hacer una diferenciación con la oferta que hay sobre interpretación de los sueños, y en este momento los estamos abordando desde un enfoque histórico. Así, empezamos a conformar la colección, a pensar qué títulos, qué obras existen, cuántos se estaban publicando, cuáles estaban por ahí que no se habían vuelto a publicar o que no estaban traducidos. Así nació la editorial. El nombre de la editorial Amor Vincit viene antes de la colección Atados en sueños, por allá en el 2019, cuando estábamos buscando una frase. Entonces nos fuimos a los clásicos y, en Virgilio, encontramos en la Égloga X un verso que decía que el amor lo vence todo y, por lo tanto, nos cedemos al amor: "Omnia vincit Amor; et nos cedamus Amori". Luego nos dimos cuenta de que los libros nos estaban sacando del cuarto, que nos demorábamos más tiempo en las librerías, que las compras de libros eran mayores, y fue entonces cuando decidimos cedernos al amor por esos libros y así nombramos a la editorial Amor Vincit. Esto nos permitió también editar lo que queremos, y dentro de esa edición entra el mundo clásico, que, bueno, nos da también pie para hablar de la siguiente colección. ¿Qué significa para ustedes poner el amor en el centro y cómo se traduce en decisiones editoriales concretas? María Angélica: Para nosotros es muy importante lo análogo. Tal vez tenemos, no sé si una discusión, pero sí una reflexión sobre entrar también en la oferta digital, ya que hay varios lectores que tienen este modo de relacionarse con la literatura. Pero para nosotros lo análogo es fundamental, y más en estos tiempos en los que la materialidad cobra más importancia y se ha visto que hay una relación muy directa entre la creatividad y el desconectarse. Entonces, manifestar ese amor en esta propuesta editorial tiene que ver con la elección de los materiales, los papeles. Estamos muy obsesionados con conseguir papeles lisos y beige, esos que están escasos y que, como están escasos, son costosos. Pensamos mucho en los lomos, queremos libros con lomos gruesos, sintetizar todos esos amores que tenemos por ahí dispersos —sea la curiosidad por diferentes conocimientos— y tratar de implementarlos de manera armónica en los libros que estamos haciendo. ¿De qué manera el nombre de la editorial influye en su línea editorial y en las relaciones que construyen con autores y lectores? En la primera pregunta hablaste un poco de eso, no sé si quisieras agregar algo más. María Angélica: Creo que solo agregaría que la FILBO de este año nos permitió también relacionarnos con lectores o posible público, y fuimos entendiendo de a poquitos que el tema del sueño nos toca a todos. Por eso creemos que es importante conservarlo como un hilo que comunica las diferentes publicaciones y que puede despertar otros intereses en los lectores. Entonces, diría que el sueño es algo que, desde el catálogo, nos diferencia; que tiene mucho que ver mucho con nuestra naturaleza, porque parece que nos entendemos cuando hablamos de sueños y compartimos varias cosas que nos facilitan entendernos como humanidad y como especie. Laura: Agregaría que es un nombre clásico, y que cuando uno de pronto quiere buscar la historia de la literatura colombiana —si es que hay una— los clásicos la atraviesan, están ahí. Tenemos un instituto que estudió mucho tiempo los clásicos, tuvimos intelectuales que estuvieron medio obsesionados con esas influencias, y cuando uno también le pone un poquito de atención —que es también nuestra apuesta— a ver las lecturas que se han hecho de los clásicos desde el Sur, y apropiarlas y ver las lecturas, porque leer a la gente que leyó los clásicos también es como un sentimiento de saber qué es lo que nos conecta con esa literatura universal. Es una forma también de sentirnos otra vez parte de la literatura y decir las voces que tenemos que decir. Yo le digo Sur, pero también sería importante ver, en este momento, nuestra relación con el Caribe, porque la línea se ha inclinado también por ahí, como Cuba, Colombia, y ha sido bonito. Volviendo a lo del nombre, creo que también ha sido un camino lleno de amor, una apuesta de amor por los libros y la literatura. ¿Qué libro ha sido significativo para ustedes y por qué? María Angélica: Es difícil de responder, pero ahorita se me viene a la mente La Odisea, porque uno ve la sociedad actual muy reflejada en los antiguos, y casi que es como las primeras piedras que van levantando esa cultura en la que todavía estamos. Nuestra percepción sobre el mundo, nuestras relaciones humanas, se ven muy reflejadas en relatos tan antiguos y milenarios como La Odisea, con una particularidad también, y es que se conecta la antigüedad —que es nuestra segunda colección— con los sueños. Y la manera en la que hablan de ellos no es banal ni insignificante, sino que es casi toda una autoridad. Pienso en la Odisea también por la belleza del relato y porque la estamos editando. Es una traducción hecha por una mujer, y creo que puede ser un gran aporte el libro que estamos editando a esta discusión que se está dando sobre el rol de las mujeres, qué hacen las mujeres en diferentes aspectos y, en este caso en particular, en la literatura. La relación de las mujeres con el conocimiento y cómo el sistema ha eliminado los nombres de muchas de ellas. Nos permite también relacionarnos con percepciones casi de segregación de esas mujeres de hace ya casi unos ochenta años, que hoy seguimos compartiendo y levantándolas como una bandera. ¿Cómo equilibran el deseo de publicar textos con una carga filosófica profunda con las exigencias del mercado editorial? María Angélica: El mercado aquí todavía no se impone tanto, pero no deja de ser una imposición, porque los proyectos culturales deben vivir de algo, y todavía no está pasando eso. Bueno, eso también es una discusión, porque hay quienes dicen que si el Estado juega un rol más preponderante en la cultura, eso haría que la cadena sea perezosa. Digamos, yo no estoy de acuerdo, y puede ser una discusión interesante y creo que necesaria de dar. Pero creo que, para que la cultura se mantenga independiente de las presiones del mercado, sí se necesita que sea un proyecto a nivel país, porque en últimas la cultura es la que está casi que dibujando o delineando nuestra manera de pensar, así como nuestra identidad. Entonces, sí, eso en relación con la literatura y el mercado. Pero también para nosotros es medio complicado hacer los libros que queremos hacer y fijarles un precio "democrático" que no sea una barrera. Considero que ahí debería entrar el Estado a subsidiar costos, que permita disminuir el precio del libro. Laura: Yo creo que uno a veces lee y suele desconectar la materialidad del texto mismo. Yo lo veo como un error, pero también puede ser simplemente una forma de lectura. Creo que son cosas que, desde una editorial, son casi imposibles de separar. Y la materialidad del texto, dentro del mercado, cobra una relevancia mucho más fuerte que no podemos ignorar. Nosotros también somos conscientes de ello. Parte de eso es nuestra obsesión por encontrar un papel para la Odisea, pero también de tener un objeto muy claro sobre lo que queremos que sea, porque creemos también que el texto, como contenido, forma esa forma final —si vale ahí decirlo de nuevo—. Igual, siento que María Angélica tiene un punto importante que valdría la pena hablar un poco más: hasta qué punto el Estado debe meterle mano a los proyectos editoriales. Nada, creo que la literatura se mueve en un mundo de mercancías —no es una idea nueva, es algo que sabemos hace un montón de tiempo— y ser conscientes también de ese movimiento que tiene la literatura en un mundo de mercancías y capitales. Entonces, es también entender el valor que le damos y por qué se lo damos, que es lo que estamos haciendo al final del día: publicando y leyendo obras. ¿Cómo transforman un sueño, que muchas veces es fragmentario y caótico, en una pieza editorial legible y cuidada sin traicionar su lógica onírica? María Angélica: El primer libro, Antes del mediodía. Memoria del sueño, nos muestra en la carta al lector que escribe la autora, la dificultad que le representó recopilar los sueños de muchas personas de diferentes expresiones. Me refiero a que cada persona habla de una manera diferente. Este libro guarda un importante contenido oral, y para ella representó un gran esfuerzo tratar de separarse de su ego de poeta —tal vez ella no lo dice así, pero yo lo interpreto de esa manera— y tratar de respetar esa oralidad que venía de las grabaciones de las entrevistas con muchas personas. En efecto, es fragmentado. En ese libro uno puede ver claramente esa manera de expresar los sueños, como que uno olvida cosas o está tratando de recordar, y ahí cómo juega la puntuación, los signos ortotipográficos, y también cómo la ortografía puede servir para expresar lo que el soñante quiere contar y lo que la autora quiere plasmar. Esa carta al lector que escribe Soleida Ríos es bien interesante, porque casi que nos muestra una metodología de cómo aborda un libro oral. El siguiente libro de la colección Atados en sueños, que el autor firma bajo el seudónimo de Vatosug Llanos, él lo resolvió tratándolos como cuentos. Decide unir todos los fragmentos que le dan los sueños con un hilo de ficción, pero también nos muestra que eran tan intensos y vívidos los sueños que fue desarrollando casi que una manera de recordarlos, una memoria de los sueños. Recordaba y recuerda muchas vivencias de los sueños. En cuanto a la edición, siempre es fundamental hablar con los autores. Para nosotros sí es indispensable —y creo que para muchos editores también— porque, finalmente, el deseo es que la obra salga con la última voluntad del autor, sin que se desconozcan también las decisiones editoriales. Laura: Tal vez nosotros no podemos pensar mucho en cómo escribir el sueño, porque eso es más tarea del autor. Pero como editorial sí hay una búsqueda de cómo se escribe ese sueño, y esa búsqueda ha sido chévere. Lo lleva a uno a pensarse la forma en que el discurso transforma específicamente, porque el sueño es una cosa de imagen que pasa a texto, y ese cambio tiene una intención. Nosotros, como editorial, buscamos las formas variadas y distintas en las que podemos pasar esas imágenes a texto. También buscamos los discursos del sueño, pero también buscamos dónde están. Por eso nos llamó la atención los de la Biblia, por ejemplo. Como que existen textos grandes de literatura y ahí hay sueños que están marcados a veces por una tradición. Por ejemplo, yo siento que la de Shakespeare está marcada sobre todo por los de la Biblia, por la forma en que se presenta. Tiene una correlación interesante, y nosotros estamos un poco en esa búsqueda de dónde están los sueños. ¿Qué han descubierto sobre lo colectivo a través de los sueños individuales? ¿Aparecen temas, miedos, sueños o deseos que se repiten entre distintas personas? María Angélica: Yo creo que esa es una pretensión difícil de conseguir. Soleida lo intenta, ella tiene un archivo grande de sueños. Yo sospecho que hay varios sueños de esas personas entrevistadas. En este libro hay máximo cuatro o cinco. Creo que se podría hacer una imagen de ello. A mí, en un principio, editar ese libro me comunicó una relación con el mundo diferente a la que podemos tener en países como estos, en los que el sistema económico y político es diferente. Entonces no sé si uno pueda hablar de colectividad. Laura: Nosotros tuvimos un evento hace poco en la Librería Woolf, y creo que ahí lo tocamos un poco. Estaba Marcela, que es una psicoanalista, y ella sí intentaba lograr un poco esa colectividad. Yo creo que uno sí lo puede lograr. Es decir, cuando uno lee el libro de Soleida puede ver a un sujeto que es distinto, y ahí hay cierta riqueza. Pero también hablábamos de que hay cosas que son un poco recurrentes, y quizás de esa unidad uno puede encontrar también una totalidad. Eso es interesante de ver, sobre todo en el libro de Soleida, tal vez porque ella lo tenía en la cabeza, lo logra. María Angélica: Puede ser, y porque reúne muchas voces que representan diferentes experiencias, en edades y género. Laura: Quizás en los dos libros también. Hablábamos de que en Cuba es más común soñar con la experiencia de Fidel Castro, pero en Vatosug va a ser más común soñar con Duque. Es verdad, soñamos con líderes distintos, pero el sueño con el líder parece estar ahí, presente, en la psique de uno. Y quizás esas son las cosas recurrentes que uno puede lograr con el sueño. María Angélica: Sí, el paisaje, cómo se mete. En Cuba hay un sueño con un maremoto, ahí se siente un poco la naturaleza, y en Vatosug se siente más el ruido, la ciudad, el miedo, las voces que manifiestan estar a favor o en contra de una posición política. Creo que sí vamos hallando cosas. ¿En un panorama editorial en el que muchas veces se privilegia lo inmediato y lo comercial, cómo sostienen una curaduría tan delicada, íntima y exigente en sus libros? María Angélica: Ahí juega mucho lo que sentimos cuando leemos fragmentos de las obras que podríamos editar. A mí me gusta hacer esta precisión: el autor crea obras y los editores hacemos los libros. Entonces es eso: qué tanto resuenan las letras de las obras aquí adentro. Nosotros dijimos que íbamos a editar lo que nos genere placer leer, y en eso estamos. Es casi que una promesa a los lectores. Esperamos no perdernos en el camino, porque siempre está la tensión, pero creo que ahorita es muy pronto para hablar de eso porque ya tenemos un catálogo comprometido con esa experiencia que viene del corazón y del sentimiento. Laura: Un proyecto editorial son las decisiones que se toman, y las decisiones también son esa pausa, el cuidado, la lectura, la investigación que se hace y las conversaciones que tenemos. Creo que eso hace un poco difícil que sea un proyecto inmediato. Eso no significa que no esté dentro de ciertas lógicas de mercado, pero es un proyecto que se piensa distinto, y el lector también es distinto por esa misma razón. María Angélica: También quisiera hablar en este punto de la segunda colección que tenemos —por eso Laura habla del mundo clásico y yo hablo de la Odisea— y es que cuando leímos el primer canto de la Odisea, de esta traducción que está hecha por una mujer, lo que sentimos al leer ese primer canto fue bien diferente comparado con lo que sentimos al leer las traducciones hechas en España, por ejemplo. Como que la sentimos más cercana, y fue una relación bien diferente, a pesar de que se trataba de la misma obra. La colección Atenea Mestiza se propone publicar obras que están trabajadas en nuestro continente pero que vienen del mundo clásico, de la antigüedad en Grecia y Roma . Es eso lo que queremos hacer con esta colección: rescatar todo el trabajo que se ha desarrollado en nuestro continente y publicarlo. Casi que nuestro propósito actual es acercar la Odisea a los lectores, ojalá desde pequeños, y que, como dice la traductora Laura Mestre, puedan sentir en ella "la fragancia del amanecer del mundo". ¿Alguna anécdota que tengan respecto a los autores o en el mismo proceso editorial? María Angélica: Nosotros asistimos a la FIL Guadalajara en 2022, y ahí nos contactó la Agencia Latinoamericana de Literatura. Nos propusieron literatura de autoayuda. Nos escribieron que, debido al nombre de la editorial Amor Vincit, nos tenían una selección de literatura de autoayuda, de cómo ser mejores. Se nos hizo muy chistoso, y les dijimos que lo que estábamos trabajando era una colección de sueños. Y así llegó Soleida Ríos y su gran archivo de sueños a la editorial. ¿Qué retos han enfrentado en el mundo editorial? María Angélica: De entrada, el oficio del editor ya es en sí un reto. Tomar la decisión de dedicar quién sabe cuántos años de la vida —si no la vida entera— a editar, es en sí un reto. Yo creo que eso también lo han abordado muchas personas que han hablado de esto, porque las dificultades económicas existen, son reales, y eso puede cambiar todo. Por esa línea, los retos de conseguir buenos materiales para el papel, la impresión, que nos gustan las solapas grandes, el desafío por no ceder a la idea de que los lectores le temen a los lomos anchos y, con tantas páginas, evitar que salgan errores tipográficos. También es una decisión de cuánto tiempo le vamos a dedicar a un libro, cuántos libros vamos a sacar al año: si vamos a sacar tres bien cuidados o cinco, porque también está la tensión de que necesitamos armar nuestro catálogo con el cual llegar a diferentes públicos. Ese es el reto. Laura: Diría que encontrar espacios. Nosotros creemos que la tarea de la editorial no es solamente la de publicar libros, sino también la de encontrar espacios para que circulen, para que tengan lectores y charlas. Encontrar esos espacios ha sido un reto. En nuestro caso, desde el centro, pensar en otras ciudades que no sean solo Bogotá o Medellín —que son las que siempre terminan atrayendo otros lectores—, sino también cómo pueden llegar a otros espacios, y que no solo lleguen a la vitrina de la librería, que claro, también es un paso importante, pero que también tengan circulación y se muevan. Al final, es eso. No hay nada más interesante que sentarse a hablar del libro y darse cuenta de que a veces tenemos lecturas súper distintas de las cosas, y que yo creo que es ahí donde uno le da vida al libro y a la obra, realmente. Ese ha sido un reto muy difícil que hemos tenido, pero que también hemos disfrutado, porque hemos podido tener charlas sobre los libros y darnos cuenta de esas otras miradas. Cuando estamos planeando los espacios, nos queremos pensar las lecturas desde Latinoamérica —creo que lo dijimos ahorita—, por qué leer y releer los clásicos, por qué las traducciones son importantes para nosotros. También ha sido un reto encontrar espacios justos para las personas que trabajan dentro de la editorial como los traductores. Eso ha sido importante, porque somos conscientes de que todo se puede sacar a un menor costo, pero eso es pasar por encima de cosas que no pueden seguirse reproduciendo. María Angélica: Para nosotros, el reto es hacer el precio del libro un poco más democrático, teniendo en cuenta que —ya lo hemos dicho como diez veces— estamos obsesionadas con la calidad del papel, con traductores profesionales, correctores de estilo que se tomen en serio el texto. Esto es un ciclo que siempre nos lleva al signo pesos. Por ejemplo, nosotros queremos disminuir el precio de la Odisea y hacerlo más asequible, y es ahí donde vemos que el Estado tiene, de alguna manera, una responsabilidad. ¿Qué vacíos han encontrado en el medio? Laura: Siento que hay apoyo, pero también puede ser un apoyo muy disperso. Yo creo que Colombia ha avanzado un montón en dar becas, estímulos, pero sigue siendo algo muy en el aire, porque falta una visión más clara sobre el tipo de proyectos que se necesitan y sobre la conversación en torno a estos, que es mucho más difícil de tener. Pero eso podría ayudar a que los proyectos editoriales sean mucho más fuertes y consolidados. Y también que esas redes —es decir, no somos la única editorial, hay muchas más, así como libreros, gestores culturales, editores, lectores, traductores— deberían estar un poco más unidas. Eso se logra con la ayuda que el Estado puede brindarnos, para estar más conectados, pero también para que podamos llegar a otros lugares y no a los mismos centros de siempre. María Angélica: Hay becas para publicar determinados temas, y eso también obliga y limita a que todos continuemos hablando de lo mismo, porque todos necesitamos subsistir en este medio. Laura: También ha sido una lucha encontrar diferentes formatos. El libro está muy encasillado en cierto tipo de papel y formato, y salirse de eso para dar una experiencia de lectura distinta es difícil. María Angélica: Sí, sobre todo por los costos. Con menos páginas, podemos disminuir los costos y tener más rentabilidad. Sin embargo, creemos que hay lectores en Colombia que no le temen al grosor del libro, y otros que se están formando y que tal vez quieren leer más páginas con un hilo narrativo. Creo que hay muchas oportunidades y, como decía el Colectivo Huracán, “todo libro es colectivo”. Y definitivamente, para nosotros es muy importante ver que la cadena fluya y funcione, que no sea un obstáculo para que los libros que hacemos en Colombia lleguen a sus públicos y encuentren otros públicos. Y bueno, creo que estamos en una condición en la que a todos nos debería ir bien: librerías, editoriales, distribuidores, etc. Por último, ¿qué viene para Amor Vincit? Laura: Creo que la colección Atenea Mestiza es lo más fuerte ahorita, nos tiene muy concentradas porque creemos que, además, es un proyecto que se está estudiando en este momento: ponerle otra vez atención al archivo, a los traductores. Creemos que eso también es parte de construir la identidad nacional, no sé, una especie de historia literaria. Y nosotros creemos también que no solo es importante estudiarla, sino también publicarla. Hablábamos en un momento sobre reactivar el archivo; creo que esa es nuestra gran apuesta este año. María Angélica: Sí, el trabajo que estamos haciendo con el archivo, de rescatar estos clásicos desde una perspectiva latinoamericana, desde un sitio de enunciación que compartimos desde el Sur hasta el Norte, es muy importante. Empezamos con el Caribe, con Cuba, un archivo de gran valor que nos ha permitido acercarnos a la reflexión sobre el rol de la mujer en ese momento; acercarnos a una voz que contradecía ese rol, y encontrarnos que, ochenta años después, el equipo que está cuidando ese archivo está conformado en un 99 % por mujeres: tanto quienes están allá, cuidando el archivo de los hongos, del calor, de un posible incendio, de muchas amenazas, como quienes lo están digitalizando con la mejor calidad para poderlo activar, publicar; y nosotras, que estamos aquí siendo las editoras de esta traductora que hace tiempo se nos fue. Todas, como que vamos hacia el mismo sitio: cuidar el archivo, la obra, el libro. Entonces, en eso es en lo que estamos en este momento. Y este archivo es solo uno de los que vamos a trabajar. Laura: Es un archivo que tiene unos grandes títulos: Las Apologías, la Ilíada y la Odisea. Yo solo diría que, además, tiene la curaduría de Elina, que es una profesora de la Universidad de la Habana de Filología  y Tradición Clásicas y que también le ha puesto mucho trabajo a esto durante toda su vida. También es importante ver que ese trabajo de investigación se vea publicado en otros lados. María Angélica: De hecho, es la principal persona que hace divulgación al trabajo de esta traductora. Tenemos un buen equipo. Por el lado de la colección Atados en sueños, viene una traducción del francés de una obra que nos muestra observaciones propias de un soñador en el siglo XIX del marqués Léon d’Hervey de Saint-Denys. El traductor está tratando de ser súper respetuoso con la obra, de conservar ese preciosismo francés del que es heredero el autor. A quien se le reconoce por ser de las primeras personas en utilizar el término “sueño lúcido”. Entonces, viene algo muy interesante para la colección Atados en sueños. Por Manuela Delgado.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Perseverancia

Perseverancia es una colección de 17 cuentos nacidos entre España y Colombia, muchos de ellos gestados en la quietud de la pandemia. A pesar de la diversidad de sus personajes y escenarios, todos comparten un hilo conductor: la tenacidad del espíritu humano frente a la adversidad. En esta playlist literaria, los invito a sumergirse en el universo de cada cuento a través de una selección musical personal y ecléctica. Cada tema, elegido con mimo, ha sido un compañero de viaje en la creación de estas historias, algunas de ellas desarrollándose durante años. Descubran cómo la música, en su infinita variedad, dialoga con la esencia de cada relato. Caroline Mervaille   Playlist completa aquí Cuento La lagartija perezosa Tema musical: Trattado de glosas, Diego Ortiz  "La lagartija perezosa", un relato inspirado en la serenidad de las Islas Canarias, invita al lector a explorar tres posibles desenlaces. ¿Cuál resonará más contigo? ¿El final feliz, el melancólico o el que refleja la cruda realidad? Acompaña tu elección con la música de "Trattado de glosas" de Diego Ortiz. Esta pieza instrumental, con su delicada belleza, te permitirá sumergirte en la atmósfera de cada final y conectar con las emociones que evoca, permitiéndote elegir el que más se alinee con tu propio estado de ánimo.  Cuento Viviendo otra normalidad Tema musical: The Sound of Silence, Disturbed  "Viviendo otra normalidad" nació en el silencio del confinamiento, un tiempo donde la quietud era solo interrumpida por el canto de los pájaros y la audaz incursión de la fauna en la ciudad. En esos largos fines de semana, entre virtualidad del trabajo y escritura, la música se convirtió en mi refugio. "The Sound of Silence" de Disturbed, con su poderosa interpretación, captura la esencia de esos días: la perturbación que habitaba en el silencio, la sensación de estar atrapados en una realidad alterada. Esta canción es el eco de un tiempo donde todos, de una forma u otra, experimentamos el peso del encierro. La canción, que paradójicamente lleva el nombre de "sonido del silencio" representa la perturbación que todos sentíamos, la sensación de que algo fundamental había cambiado. Esta versión de la canción, con su fuerza, se une perfectamente a la atmósfera de mi cuento.  Cuento El orgullo de Kunturi Tema musical: El Condor pasa, Leo Rojas  "El orgullo de Kunturi" es un homenaje a la majestuosidad de los Andes y a la riqueza de sus culturas ancestrales. Desde niña, me sentí cautivada por los paisajes exuberantes y las historias de los pueblos originarios de América. Mi primer viaje a Perú, a los 20 años, encendió una pasión que se consolidó con mi llegada a Colombia. Kunturi, el cóndor, "enviado de los dioses" en aymara y quechua, personifica el espíritu indomable de estas tierras. La interpretación de "El Cóndor Pasa" por Leo Rojas, con su melodía evocadora, captura la esencia de este relato: la libertad, la fuerza y la conexión profunda con la naturaleza.  Cuento La despedida definitiva Tema musical: Conquest of Paradise, Vangelis  "La despedida definitiva" se adentra en los territorios donde la lógica se desvanece y lo inexplicable toma forma. A lo largo de mi vida, he sido testigo de sucesos que desafían la razón, y este cuento es una exploración de esos momentos donde la realidad se entrelaza con lo extraordinario. Para acompañar esta travesía hacia lo desconocido, he elegido "Conquest of Paradise" de Vangelis, una melodía que mi padre escuchaba con frecuencia durante mi infancia. Esta pieza épica, con su grandiosidad y misterio, refleja la sensación de trascender los límites de lo cotidiano y adentrarse en un reino donde las explicaciones convencionales no tienen cabida.  Cuento La ceguera del oso andino Tema musical: 1000 Meere, Tokio Hotel  "La ceguera del oso andino" es un cuento que explora las sombras del ego y el triunfo de la amistad en tiempos de aislamiento. "1000 Meere" de Tokio Hotel, una banda que me acompañó hace unos años, es la banda sonora perfecta para este relato. Esta canción, que evoca la nostalgia de aquellos viajes y aventuras compartidas con amigas increíbles, simboliza la fuerza de la amistad que trasciende las barreras del tiempo y la distancia. La melodía nos recuerda que, incluso en la oscuridad, la amistad puede iluminar el camino.  Cuento Cambiarlo todo Tema musical: Je vole, Louane "Cambiarlo todo" es una historia que resuena con el anhelo universal de seguir los propios sueños. "Je vole" de Louane, la emotiva banda sonora de La famille Bélier, es el eco perfecto de este mensaje. Esta canción francesa, con su letra conmovedora y melodía inspiradora, nos impulsa a salir de nuestra zona de confort y a abrazar la aventura de la vida. Tanto el cuento como la canción celebran la valentía de tomar decisiones que transforman nuestro destino, recordándonos que nunca es tarde para volar hacia nuestros sueños.  Cuento Pechinegra y Blacky Tema musical: Wildflower Wildfire, Lana Del Rey  "Pechinegra y Blacky" es una historia sobre la inocencia de la amistad y su capacidad para superar las barreras del prejuicio. Este cuento nos invita a reflexionar sobre cómo los lazos genuinos pueden transformar nuestras vidas, incluso cuando enfrentamos la oposición de quienes nos rodean. "Wildflower Wildfire" de Lana Del Rey, con su atmósfera onírica y su mensaje de resiliencia, captura la esencia de este relato. La canción, al igual que la amistad entre Pechinegra y Blacky, nos recuerda que la perseverancia y la lealtad pueden florecer en los lugares más inesperados.  Cuento Vivir la vida Tema musical: Missing, Evanescence  "Vivir la vida" es un relato que nos confronta con la fragilidad del tiempo y la importancia de valorar lo que realmente importa. A menudo, nos perdemos en la rutina y posponemos lo esencial, hasta que es demasiado tarde. "Missing" de Evanescence, con su intensidad emocional y su mensaje de pérdida, es el eco perfecto de esta reflexión. La canción, al igual que el cuento, nos invita a reflexionar sobre nuestras elecciones y a encontrar la fuerza para cambiar nuestro rumbo, antes de que el arrepentimiento nos consuma.  Cuento El deseo de Xua Tema musical: Yeha Noha (Wishes of Happiness and Prosperity), Sacred Spirit  "El deseo de Xua" es un cuento que explora la búsqueda de identidad y la conexión con la naturaleza a través de la historia de una dragona que se rebela contra las tradiciones de su especie. Xua, rechazada por su familia, encuentra consuelo y comprensión en la amistad de Zephyr, quien le enseña a abrazar su singularidad. "Yeha Noha (Wishes of Happiness and Prosperity" de Sacred Spirit, una canción que me ha acompañado durante años, es la banda sonora perfecta para este relato. Esta melodía, con sus ritmos tribales y su atmósfera espiritual, nos transporta a un mundo donde la aceptación y la armonía con la naturaleza son los pilares fundamentales.  Cuento El espíritu del cuento Tema musical: Live forever, The Rasmus  "El espíritu del cuento" nos adentra en un mundo donde la lógica se desvanece y lo inexplicable se manifiesta. Este relato explora esos sucesos que desafían la razón, esos encuentros con lo paranormal que nos dejan sin palabras. Para acompañar esta travesía hacia lo desconocido, he elegido "Live Forever" de The Rasmus, mi banda favorita de todos los tiempos. Esta canción, con su energía melancólica y su mensaje de trascendencia, captura la esencia de este cuento: la sensación de que existen fuerzas más allá de nuestra comprensión. Además, Arthur, uno de los protagonistas, es un homenaje a esa persona que ha sido mi modelo a seguir desde la infancia, un vínculo que se refleja en la atemporalidad de la música. Cuento Orehana y Rubí Tema musical: Ameno, Era  "Orehana y Rubí" es un cuento que explora el dolor profundo y la búsqueda de sanación. Al igual que los personajes de esta historia, la melodía de "Ameno" de Era, con su canto en latín, nos invita a un viaje interior en busca de la paz y el consuelo. Esta pieza musical, que resuena con la fuerza de una plegaria, captura la esencia de la sanación emocional, recordándonos que incluso las heridas más profundas pueden encontrar alivio. Orehana y Rubí, rechazadas por sus diferencias, encuentran en su amistad un refugio donde sanar juntas. Cuento Cuestión de actitud Tema musical: Chocó Tierra Mía - Panadero y sus Muchachos  "Cuestión de actitud" es un homenaje a la resiliencia y la perseverancia, inspirado en la fuerza de un padre y su hijo que conocí en la vibrante Quibdó, Chocó. Este cuento, nacido de una historia real, captura la esencia de un lugar que se quedó grabado en mi corazón y al que regreso cada vez que puedo. Para acompañar esta historia, he elegido "Chocó Tierra Mía" de Panadero y sus Muchachos, un himno que celebra la belleza y la fuerza de esta mágica tierra. Esta canción, con su ritmo contagioso y su mensaje de orgullo, resuena con la actitud positiva y la determinación de los personajes, recordándonos que la actitud lo es todo. Cuento Necesidad de libertad Tema musical: Dandelion, Francesc Miralles "Necesidad de libertad" es un relato que captura el anhelo de aventura y la búsqueda de autenticidad en la juventud. Balts, el protagonista, se enfrenta a la necesidad de romper las cadenas de la rutina y explorar el mundo que lo rodea. Para acompañar su viaje, he elegido "Dandelion" de Francesc Miralles, una canción escrita por mi querido amigo, cuya letra refleja a la perfección el espíritu libre y aventurero de Balts. Esta melodía, con su mensaje de esperanza y libertad, resuena con la esencia del cuento, invitándonos a seguir nuestros propios sueños. Cuento Por la sabana Tema musical: Siempre, Kraken "Por la sabana" es un relato que explora la pérdida de la felicidad y la desilusión que surge de la traición. Makena, la protagonista, se enfrenta a la amarga realidad de promesas incumplidas, una experiencia que todos, en algún momento, hemos experimentado. "Siempre" de Kraken, con su letra introspectiva y su melodía melancólica, se convierte en el eco perfecto de este sentimiento. Tanto el cuento como la canción nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad de la confianza y la necesidad de encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso cuando el camino se torna oscuro. Cuento Reuniones inesperadas Tema musical: Count on Me, Bruno Mars  "Reuniones inesperadas" es un cuento que celebra el poder de la amistad, esos encuentros fortuitos que nos recuerdan que nunca estamos solos. La historia nos habla de esos amigos que son un faro en la oscuridad, aquellos en quienes podemos confiar cuando la vida nos desafía. Para acompañar este mensaje de apoyo y camaradería, he elegido "Count on Me" de Bruno Mars, un himno a la amistad incondicional. Esta canción, con su melodía alegre y su letra reconfortante, resuena con la esencia del cuento, recordándonos que siempre podemos contar con aquellos que nos quieren para superar obstáculos. Cuento El sacrificio de la reina Tema musical: Bridge of Death, Hildur Guonadottir "El sacrificio de la reina" es una historia de valentía y sacrificio, donde el drama se desenvuelve como en una partida de ajedrez, con estrategias y sacrificios. "Bridge of Death" de Hildur Guðnadóttir, con su música completamente instrumental, crea una atmósfera de tensión creciente, interrumpida por breves instantes de calma, tal como ocurre en el desarrollo de una partida de ajedrez. Esta melodía, con su fuerza evocadora, nos permite sentir la emoción y la intensidad de la historia, acompañando a la reina en su sacrificio final por la victoria de su rey. Cuento Una nueva realidad Tema musical: Earth Song, Michael Jackson "Una nueva realidad" es un cuento que nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en la preservación del planeta, un llamado a la acción para construir un futuro más sostenible. Y para cerrar esta playlist con un mensaje de esperanza y conciencia, no podía faltar "Earth Song" de Michael Jackson, una canción que ha sido mi compañera inseparable a lo largo de los años. Esta pieza musical, que trasciende las barreras del tiempo y el espacio, nos invita a reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta y a tomar medidas para protegerlo. El mensaje de Michael, tan relevante hoy como siempre, nos recuerda que el cuidado de la Tierra es una tarea que nos compete a todos, un acto de amor y responsabilidad que nos conecta con algo más grande que nosotros mismos.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Fiebre de carnaval

"(...) supe que bailar también era curarse. Olvido en el que el cuerpo suda tanto, que deja de estar raquítico, en cama y escuálido. Que suda demasiado y se le van los males ese ratito no más, por eso hay que bailar es bastante y todos los fines de semana. Y los domingos aún más, para que lo sano se quede en el cuerpo toda la semana y lo enfermo se vaya"    Les compartimos una playlist creada por Yuliana Ortiz Ruano la autora de Fiebre de carnaval. Cada una de las canciones elegidas para esta lista, son a nuestro parecer, una muestra de la prosa que se mueve con la cadencia de la oralidad y se enreda en la danza de la historia, la herencia y la resistencia. La fiebre que quema en las páginas de la novela y en esta lista es la de un pueblo que recuerda, que se tambalea entre el dolor, el caos y la celebración, que encuentra en la música un refugio y una fuerza. Playlist completa aquí. Turn Me On - Kevin Lyttle La Voladora - El Sayayin Me Falla - Juancho Style 1er Gaou - Magic System Mr. Sun (miss da sun) - Greentea Peng Downers A colors show - Greentea Peng Un gaou a Oran Bonus track - Magic System, Mohamed Lamine Fruit De La Passion - Franky Vincent Coller la petite - Franko Ave cesaria - Stromae Fever - Wizkid Atomic Bomb - William Onyeabor Fantastic Man - William Onyeabor Baiana - Emicida, Caetano Veloso Never Catch Me - Flying Lotus, Kendrick Lamar Mocca - Lalo Ebratt, Trapical La Vida Vale la Pena - Petrona Martínez  Palo a la Piangua - Don Naza y el Grupo Bambuco Spanish Harlem - Cocoa Brovaz There For You - Damian Marley Hey Girl - Damian Marley, Stephen Marley, Rovleta Fraser Be Strong - Barrington Levy Con El Diablo En El Cuerpo - La Lupe, Orquesta Eddy Gaytán Hold You Hold Yuh - Gyptian Mamacita - Collie Buddz Champion - Buju Banton Sound' Bwoy - Papa Tank, B-Nok Give It To Her - Tanto Metro y Devonte Nont For Sale - Sudan Archives Que palo - Pedrito Martinez La Luna - Pedrito Martinez, Steve Gadd Aquí el Que Baila Gana Remasterizado - Juan Formell, Los Van Van Temba, Tumba, Timba - Los Van Van La Bobería Remasterizado - Juan Formell, Los Van Van La Más Linda - Take Two Bros, Senen Suave Things In Life - Dennis Brown Mario III - Franco, Simaro, Jolie Detta, TPOK Jazz Massu - Franco, Simaro, Jolie Detta, TPOK Jazz Mamou III - Franco, Simaro, Jolie Detta, TPOK Jazz Obi Agye Me Dofo - Vis a Vis Otun - Montoya, Nidia Gongora Pasaporte - Alexander Abreu, Havana D'Primera Vente Negra - Habana con kola La Divine - Habana con kola Malo Viento - Yapunto, Nidia Gongora Lost On You (Kizomba Remake) - Vlad Ivan, Diana Astrid Same Thing a Gwaan - Etzie, Silly Walks Discotheque Rasta Love - Protoje, Ky-Mani Marley Kilele - Grupo Bahia Icole - Oliver N'Goma El Tiki - Tiki Tiki - Flaco Flow y Melanina, Big Mancilla Okaman - Monique Seka El Birimbí - Grupo Bahia Dancing With The Moon - Balkan Beat Box Hermetico - Balkan Beat Box Whine & Kotch - J Capri, Charly Black Ragga Tonseh - Navigator Toast - Original Koffee Rapture - Original Koffee AquÍ El Que Baila Gana - Juan Formell y Los Van Van La Arrechera - Grupo Saboreo La Vamo a Tumbar - Grupo Saboreo La Voladora (La Propia Nubecita) - El Sayayín Cuerpo a Cuerpo - Grupo Cariaco Olvídame y Pega la Vuelta - Pimpinela Anda Ven y Quiéreme Remasterizado - Juan Formell, Los Van Van Indestructible - Ray Baretto Manteca de Iguana - Nicoyembe Con El Diablo En El Cuerpo - La Lupe, Orquesta Eddy Gaytán Fiebre - La Lupe La Vida Es un Carnaval - Celia Cruz  Colegiala - Jorge Leo & Atrato River Fruit de la passion - Francky Vincent

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

El sonido de lo que queda. Playlist literaria de El Acabóse

Antes de ser un libro El Acabóse fue una serie de audios semanales a partir de palabras fortuitas. Como antesala a cada cápsula dominical se compilaba y compartía una selección de imágenes y canciones. Gracias al ejercicio de pesquisa a partir de lo que sugería cada nueva palabra aparecieron músicas insospechadas, recordé melodías de otras épocas y recogí sugerencias en redes sociales. La playlist que se presenta a continuación parte de la canción que sirvió como cortinilla del programa, y sigue una síntesis de emociones ante la coyuntura de la catástrofe, el mundo en llamas, la guerra y la pulsión de supervivencia en el fin de los tiempos. Resultaron 99 fragmentos que se editaron para el libro, 99 gotas homeopáticas, en un mar embravecido por la tempestad.  Paula Ronderos Puedes escucharla aquí 1. The Buggles - Video Killed The Radio Star2. Kortatu - El estado de las cosas3. Susanne Vega - Tom's Diner4. The Redskins - 16 Tons5. Rafael Orozco (Binomio de Oro) - La creciente  6. Harry Belafonte - Day-O (The Banana Boat Song)7. The Clash - Spanish bombs8. Saint Levant ft. MC Abdul - Deira  9. Pablo Milanés- Yo pisaré las calles nuevamente10. La Polla Records - Ellos dicen mierda11. Rita indiana - Mandinga Times12. Joe Arrollo - Tamarindo Seco (mosaico lo de la chula)13. Purple Disco Machine, Sophie and the Giants - Hypnotized14. Celia Cruz - Yo Viviré (I Will Survive)15. Iggy Pop - The passanger16. Muertos de Cristo - Resistiré17. Public Image  - One drop18. Los Chikos del Maíz - Busco algún lugar (con Jerry Coke)19. Frankie Ruiz  - La cura20. NENA | 99 Luftballons21. Fortuna Emperatriz mundi (chorus) - Carl Orff: trionfi

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Lo curatorial entre la literatura y el diseño

Desde su nacimiento, Malevo Editores ha trazado un camino propio en el mundo editorial, apostando por voces y propuestas que desafían lo convencional. Con una identidad clara y una visión que combina pasión, riesgo y una fuerte conexión con sus autores y lectores, esta editorial independiente ha logrado abrirse espacio en un medio lleno de desafíos. En esta conversación, los editores de Malevo nos cuentan cómo y por qué crearon el proyecto, qué los motiva a seguir en este oficio, cómo han enfrentado las dificultades del sector y qué aprendizajes han acumulado en el camino. También nos revelan historias detrás de los libros que han publicado, su forma de entender la edición y sus planes para el futuro.   ¿Cómo nació Malevo Editores? ¿Hubo algún momento, libro o experiencia específica que los llevó a decir "tenemos que crear una editorial"? Juan: Bueno, Malevo Editores nace en el 2018. Alex y yo estábamos en Santa Cruz de Lorica y nosotros habíamos estado pensando en hacer un libro de sueños, pensando en lo que más adelante sería Noctuorio. Pero a mí se me había metido en la cabeza arrancar por un libro de fotonovelas, principalmente también por los costos que se iban a bajar. Estando allá en San Antonio ya dijimos, "Bueno, hagámosle". Estábamos los dos despechados y entonces se nos ocurrió un libro de amor y traición. Y nada, en ese momento, Alex también aplica a FILBO Emprende y fue bien interesante porque Alex se formó como editor con FILBO Emprende y, al mismo tiempo, yo hice un curso de cómo hacer libros con María Jimena Sánchez y Andrea Triana en la Universidad de Los Andes, entonces ya estábamos un poco más preparados.  Así nació la editorial. Fue bien interesante porque empezamos con ciertos conocimientos que nosotros nos hemos podido dar cuenta que hay mucha gente que arranca como haciéndolo todo al revés y uno dice: "no, pero por qué no nos preguntaste si Alex es el experto en este tipo de procesos". Y bueno, para esa pregunta específica, así nace Malevo editores.  Alex: Sí, ahí es súper importante y es que, con este proceso que Juan está enunciando, nos dimos cuenta que nosotros dos no íbamos a ser capaces con esto de hacer una editorial y, de inmediato, sabíamos que necesitábamos a alguien muy duro en el diseño editorial. Afortunadamente, Juan conocía a Sylvana de tiempo atrás y cuando le enunciamos el proyecto –que ya era un poco una realidad después de haber pasado estos cursos que hicimos y ya tener el proyecto entre manos– invitamos a Sylvana y ella está con nosotros desde que nacimos; es decir, Sylvana es Malevo como tal. Entonces, los tres hemos estado batallando en esta quijotada durante todo este tiempo, complementándonos muy bien. De entrada, sabíamos que Juan iba a tener a su cargo la edición de todo lo que tuviera que ver con imagen y lo gráfico por su formación –él es fotógrafo y artista plástico–. Por mi lado, yo soy literato, entonces tenía claro que me iba a encargar como de todo lo textual. Desde un inicio, teníamos claro cuál era el norte de la editorial; y es que nosotros queríamos concebir, editar y publicar proyectos que cruzaran ese punto intermedio entre la literatura y las artes gráficas y visuales. Entonces, eso también nos ha dado unas posibilidades de crecimiento muy interesantes porque nosotros concebimos los proyectos, no solo los editamos, y eso ha sido muy chévere. Al haber tenido eso claro, y haber sumado al equipo a Sylvana que se encarga de toda la parte creativa del diseño editorial, somos un equipo que nos hemos mantenido cinco años. Cada vez aprendemos más, nos queremos más y nos complementamos muy bien. ¿Qué caracteriza a la línea editorial de Malevo Editores? ¿Qué los atrapa de un manuscrito, un proyecto, para incluirlo en el catálogo? ¿Qué vacíos o necesidades identificaron en el mundo editorial que quisieron abordar con Malevo? Juan: Digamos que nosotros partimos de una forma muy espontánea dentro de esta idea de las artes plásticas y la literatura fue la de concebir nosotros el libro; o sea, realmente para nosotros como que esa es de las partes que más nos parecen bonitas porque es algo curatorial. Yo por ahí también estuve haciendo cursos de curaduría en la Universidad de Los Andes y pues esto es muy curatorial, ¿no? Es muy parecido a una exposición y nosotros nos clavamos, pensamos cómo va a ser el proyecto, qué nos gustaría y, cuando ya más o menos tenemos la idea, lo que hacemos es invitar. O sea, a nosotros hasta ahora nunca nos ha interesado como: “uy, encontramos una obra, ahora sí publiquémosla”, o una traducción… es lo que nosotros vemos que se hace mucho en literatura, ¿no? Aquí nosotros lo pensamos e invitamos y decimos “queremos hacer esto”, ”tú haz una parte de lo que te parezca”. Hemos visto que eso ha sido novedoso, y nosotros lo planteamos de una forma muy espontánea. Así ha sido un poco el proceso y también ha sido todo un aprendizaje para todos. Digamos que el primer libro fue una cosa muy loca porque no pusimos parámetros, sino “queremos este tema, pongan las páginas que quieran, hagan lo que quieran”. Entonces, Sylvana nos puede contar un poquito la maravilla de lo que fue el diseño editorial porque fue bien particular. Fue el más loco de todos en cuanto a todo; más abierto y más disperso. Sylvana: Sí, de pronto algo para sumar a lo que dice Juan y Alex, que creo que es como otro sello de la editorial, es poder que el libro sea este universo en el que pueden sumarse artistas, literatos y literatas de mucha trayectoria, pero también gente que está emergiendo, estudiantes de Juan, y creo que eso es como muy único de Malevo. No sé, yo no lo he visto en otras editoriales, pero sí siento que darles esa plataforma en donde hay varios lenguajes de personas que tienen un montón de experiencia y otros que no tanto, pero que tienen tremendo talento, también me parece importante de destacar. Y nada, con respecto a lo que decía Juan, sí, pues nosotros estamos en un proceso dentro del proceso creativo y claro, el primer libro fue un libro que se hizo sin ningún parámetro desde el diseño editorial, fue más que el parámetro estuvo en la idea primaria y fue muy difícil de diagramar, puesto que no había parámetros, pero bueno, yo creo que logramos conciliar las ideas y el diseño editorial. Ya en el segundo libro, les habíamos dado unos parámetros mucho más rigurosos que le servían al diseño editorial y no coartaban la creatividad de las personas artistas que estuvieron invitadas. Pero sí, hemos aprendido un montón del lenguaje de impresión, que es super ajeno al lenguaje artístico y literario que estamos acostumbrados las tres personas que hacemos parte de Malevo. Estamos en contacto total; nos toca ahora hablar con imprentas, entender el número de paginaciones, las tintas, etcétera. O sea, ha sido como un aprendizaje para Juan y Alex, pero ha sido muy bonito.  Juan: Sí, ahora cada vez que arrancamos un libro, siempre es con Sylvana: “Sylvi, ¿qué parámetros planteas tú del diseño?” Y Sylvana nos dice: "Vamos a hacerlo de tal forma y tal otra".  Alex: Claro, ahí lo único que creo que ya se ha dicho, pero no de manera explícita y lo quiero hacer explícito, es que los tres libros que hemos publicado hasta ahora con Malevo han sido antologías; lo que implica que son muchos autores de escritura y muchos artistas vinculados a una misma obra. Entonces hay una pluralidad de lenguajes que se manejan en cada uno de los libros y a nosotros nos parece muy mágico ese proceso curatorial, precisamente porque les damos unos parámetros para que creen, pero con una libertad creativa dentro de esos parámetros. Una de las partes que más nos gozamos los tres es armando los libros porque nosotros intuimos qué nos va a llegar, pero no sabemos. Cuando uno llega a armar esos libros, el orden, cómo va, cómo lo introducimos, si tiene introducción o epílogo... Eso está siendo muy muy chévere. Esa particularidad también existe con Malevo Editores, que hasta ahora todos los libros han sido antologías, y eso se ve en el resultado como en el proceso.  Juan: Una última cosa que quiero aclarar aquí. Bueno, primero que todo, también darle agradecimiento aquí a María Jimena Sánchez que nos ha apoyado muchísimo, sobre todo en los dos primeros libros. Fue nuestro gran apoyo, sobre todo en Nocturorio. Ella nos ayudó muchísimo. Pero lo otro también que queríamos mencionar acá, y que es muy importante porque sabemos que muchas editoriales nos critican un montón –no vamos a decir cuáles–, y es que Malevo Editores “se aprovecha de la gente porque no contrata, no paga regalías, no nada”, y es una figura que encontró Alex en en FILBO Emprende, también es una cosa muy abierta y nosotros somos muy transparentes. No es que no paguemos; sí, nosotros no pagamos en dinero, pero hacemos toda una retribución en libros. Y eso es válido; o sea, nosotros sí estamos reconociendo el valor de los artistas y lo que también buscamos es generar una comunidad. Nosotros nos reunimos por Zoom, charlamos, hacemos que todos se conozcan con todos, después hacemos reuniones, los llamamos, hacemos lanzamientos y esa es una forma que nos ha funcionado muy bien, ha sido novedosa y, al mismo tiempo, hemos tenido muchas críticas de muchas otras editoriales porque piensan que nos aprovechamos de la gente. ¿Qué parte del proceso editorial disfrutan más y cuál les resulta menos placentera y más complicada de hacer? Sylvana: Yo disfruto todo el proceso, desde la creación hasta el diseño –voy a hablar por los tres y ustedes me corregirán– , pero el proceso de corrección es muy tedioso. Entonces, llega un punto en el que estás corrigiendo un documento que has corregido otras 200.000 veces y resulta complicado poder identificar cuáles son los errores de nuevo dentro de algo que ya habías visto. Entonces creo que lo que más nos cuesta –que no diría que es lo que más odiamos, pero lo que más nos cuesta– es el proceso de corrección después de la corrección. Alex: Sí, es cierto, ese proceso es bien complejo. Además, quiero anotar dos cosas; dentro de los tres libros que tenemos hasta ahora, si tú te das cuenta, los dos primeros, el de Fotodramas y el de Noctuorio, tienen una prevalencia de imagen superlativa en cuanto al texto literario, mientras que el tercero, que es el que habla del Dr. Goyeneche, es mucho más texto. Entonces, claro, también los oficios de edición han cambiado dependiendo de los textos. Los dos primeros fueron mucho más visuales, teníamos que entrenarnos mucho en qué estaba pasando a nivel de imagen, pero en este tercer texto, el trabajo de corrección de estilo y del texto como tal fue superlativo y nos exigió otras competencias, otros tiempos, otros ritmos muy diferentes. Eso también fue muy chévere de encarar. Ahora bien, nosotros dentro del proceso editorial, tenemos algo muy divertido, y es que, como anunciaba Juan, nosotros concebimos las obras. A mí lo que más me gusta  de todo el proceso editorial es que, como yo vivo en Santa Marta, entonces nos reunimos una vez al año con Juan en un lugar que se llama “La playa del ritmo”, al lado del mar y nos ponemos a hablar. Todos los tres libros, la idea, la concepción del libro, han nacido en ese espacio y para mí ese es el parche más chévere, como “bueno, y ahora qué vamos a hacer” y nos ponemos a botar ideas e ideas hasta que de pronto hay una que decimos: "hey, esta es”. Y yo siento que, desde Malevo, el proceso editorial comienza desde ahí y es lo que más me gozo.  Juan: Hay una cosa con tu pregunta, Manuela, que también, bueno, está lo de Sylvana, pero hay otra cosa, especialmente con los próximos dos libros que vienen, y es que los próximos libros han sido con becas. Y, uy, eso ha sido para mí, porque a mí me toca eso, y es los informes, los presupuestos, los cronogramas, estar mandando allá, acá… uy, eso es eterno. A mí no me afecta tanto porque yo me la paso aplicando a convocatorias más de artes plásticas y visuales y ya estoy un poco acostumbrado. Eso es otro nivel a veces. Eso sí es tedioso.  Alex: ¿Sabes qué es pesado ahí también? Disculpa que meta la cucharada. Aparte de esos informes, una cosa de ser independientes es que nosotros mismos nos ponemos los tiempos, sufrimos para cuándo hay que entregar y para cuándo no, los temas … todo depende de nosotros. Ha sido muy chévere esa independencia, pero, precisamente, al ganarse becas, uno no solo tiene que decir en qué ha gastado el dinero, cuándo lo ha gastado y cómo lo ha gastado, sino que tiene que responder por tiempos, entonces las dinámicas nos han cambiado de una manera muy fuerte. Agradecemos tener esta comunicación tan interesante que hemos logrado con el tiempo porque muy seguramente, si no hubiera sido así, ya hubiéramos salido agarrados de pies y manos con esas presiones tan fuertes de estos dos proyectos que además nos llegaron el mismo año. Juan: Sí, con respecto a eso, es que para nosotros también es muy chévere, de acuerdo a lo que dice Alex, que al ser independientes, nosotros podemos hacer lo que queramos y no tenemos nadie que nos diga si sí o no. Por ejemplo, en el caso del primer libro –que ha sido una discusión constante y una cosa muy álgida–, pues fue una fotonovela BDSM porno de Pablo Adarme y eso ha sido un rollo porque nos vetaron en muchos lugares, recibimos muchas críticas muy fuertes, pero yo le decía a Alex que con todo y eso, tenemos los libros en todos lados y se siguen vendiendo. Entonces es un poco eso, ¿no? Tipo política Alfred Hitchcock; él financiaba sus películas, nadie le decía que no, él podía hacer lo que quisiera. Así nos hemos sentido también un poco al no tener a nadie encima que nos diga qué sí y qué no.  Sylvana: Un poco para sumar a lo que dice Juan, yo creo que sí hay algo que nos condiciona, o un desafío, y es el papel. Hemos tenido momentos en los que tenemos que correr porque el papel en Colombia tiene un costo altísimo y, de un momento a otro, es como: “bueno, ya no nos podemos sostener a esto o, sino, se triplica” y entonces tenemos que correr. Creo que esos desafíos que tiene el mundo de la imprenta, del cual hablábamos al principio, sí condicionan un poco nuestra libertad y nuestros tiempos. Es positivo porque, de una u otra manera, sacamos los proyectos adelante, pero creo que sí, el costo del papel, y este relacionamiento que tenemos con las imprentas, es un desafío constante en todos los proyectos, ¿no? Es como: “bueno, va a subir el papel, toca sacarlo ya, si no, eso va a costar tres veces más o tenemos que hacer menos libros”, etcétera. No sé si ustedes están de acuerdo, pero claro, es todo un tema el papel para las editoriales independientes. Juan: También con respecto al mercado, ¿no? Con respecto a Pablo Adarme y el mercado, Alex nos puede dar más luces. Después de Pablo Adarme también Alex dijo, "bueno, pues sí, chévere, pero también tenemos que pensar no tanto en qué queremos hacer nosotros, porque podemos hacer hasta un fotolibro porno, pero también pensar hacia dónde va el mercado”. Alex: Claro, entendimos eso del mercado, que mal, que bien, sí, hacemos los libros que nos gustan, que pensamos que pueden pegar porque precisamente no existen y no vemos algo parecido, pero tampoco puede ser tan subversivo, sin pensar. Fíjate que ahorita un poco nosotros lo que le hemos dicho a los artistas de los últimos dos libros es como: "miren, ustedes tienen libertad creativa, pero ustedes mismos autorregúlense. Ustedes piensen que ustedes tienen un hijo y, si tuvieran ese libro en su casa, si les gustaría que lo abrieran o no. Entonces, cuando digan que no, porfa, no nos presenten eso. Lleguen hasta cierto punto, pensando en el mercado, precisamente”. ¿Tienen alguna anécdota, algo curioso o chistoso que les haya pasado en torno al libro Historia política poética posible de Colombia?  Alex: Yo no sé si tú alcanzaste a conocer, pero a las afueras de Corferias en Bogotá, existía el café de Goyeneche, no sé si fuiste alguna vez. Ese lo cerraron más o menos por la pandemia, pero era muy usual en las ferias del libro que cuando algún artista o escritor, lanzaba un libro, uno se encontraba en la noche en el café Goyeneche. Ya era punto de llegada. Era una casa de tres pisos y estaba con todo lo que hubiera tenido que ver con Goyeneche y tenía en sus paredes afiches de las propuestas políticas de él. Yo conocí ese café hace como unos diez años y siempre me causaba mucha risa que hubieran existido personajes como este. Claro, yo crecí con Regina 11, con “Dejen jugar al Moreno” y con otra cantidad de personajes bastante particulares dentro de la política nacional, pero este me llamaba mucho la atención y siempre dije que quería hacer algo con él, que sería muy interesante poderlo hacer.  El año antepasado, cuando concebimos el libro, estábamos hablando con Juan y nosotros tenemos una idea –que creo que por ahí en dos años ya llegará a los anaqueles del Colectivo Huracán–, que en ese momento pensábamos que iba a ser el libro, pero no nos salía. Había algo con esa otra idea y yo de pronto le dije a Juan: "oye, pero ¿por qué no intentamos hacer un libro de ficción?" Y él se me quedó viendo. “¿Pero cómo así de ficción? ¿Qué es lo que tiene que ver con Malevo?" Yo le dije "Sí, pensemos qué pasaría si el Dr. Gabriel Antonio Goyeneche hubiera sido presidente y sus propuestas fueran una realidad". Entonces él “¿pero cómo así con el Dr. Gabriel Goyeneche? ¿Es este mismo?” y yo “¿cuál mismo?”. Entonces él me contó que él también había querido hacer, pero desde el arte, un proyecto. Si quieres, cuenta ese pedazo, Juan, que yo no me sé muy bien lo del proyecto artístico que querías hacer con Goyito. Juan: Sí, pues más que eso. Digamos, a mí se me había ocurrido en algún momento, pero lo bonito, más que eso, es que yo sabía de él porque mi mamá fue amiga de Goyeneche. Goyeneche, para los que no conocen al Dr. Gabriel Antonio Goyeneche, lo muy poco que se sabe es que nació a finales de 1800 y se sabe que fue maestro de escuela en algún momento. Después pasó por el manicomio de Sibaté un tiempo y, cuando salió, llegó a la Universidad Nacional, le dieron una piecita en la Facultad de Veterinaria donde vivía, imprimía sus propias propuestas y las vendía por dos centavos en la entrada de la universidad a los estudiantes. Mi mamá siempre lo invitaba a tomar café y me decía que él siempre estaba elegantísimo con la ropita toda roída, pero que era elegantísimo e inteligentísimo. Mi mamá me decía que uno hablaba con él y era brillante, hasta que comenzaba a contar sus historias y uno se daba cuenta que pues por ahí le faltaba un tornillo o le sobraba uno. En medio de todo, es bellísimo porque es muy lúcido y es muy cultura latinoamericana. Esa es un poco la anécdota super bonita que conocía y, hace poco, en MercadoLibre, encontramos que vendían una foto de Goyeneche en Sibaté. Entonces, pues ahí tengo la fotico, la conseguimos y es foto de archivo del periódico El Espacio. Es bellísimo. Alex: Mira que hubo también algo muy lindo y es que cuando concebimos la idea tuvimos algo claro, y es que no queríamos centrarnos en la locura, sino que realmente queríamos hacer un texto que le rindiera honor a este personaje, porque nosotros desde Malevo lo queremos, nos parece un ser que tiene poesía en sus propuestas y con lo que hacía. Entonces, era darle un poco una visión diferente a ese personaje que además es muy bogotano, ¿sabes? Fuera de Bogotá casi no se conoce mucho. De pronto te ha pasado en las ferias cuando el libro se lleva del país: “pero venga, cuénteme cómo es este personaje”. Entonces, sí, queríamos brindar un homenaje con relación al mismo.  Mira que con este libro, si quieres que te cuente una anécdota, hilando un poco con lo que nos pasaba con Sylvana, nos dimos cuenta de algo muy extraño porque nosotros, como trabajamos con varios artistas y varios autores, siempre trabajamos con alguien de universidad, y ojalá que estén en primeros semestres, porque la idea es que comiencen a sentir el rigor creativo para que sea algo real. Además que el nombre de estos grandes artistas o escritores pues apalanquen a este nuevo personaje que está apareciendo en la escena nacional, nos parece súper bonito. Pero imagínate que con este libro estuve buscando en diferentes universidades del país y no, para mí fue impresionante, es decir, a mí me hubieran propuesto eso cuando yo estaba en primero o segundo semestre, yo me voy de una, pero es ver cómo ha cambiado el pensamiento de los chicos, puede que esté bien, puede que esté mal, no lo estamos juzgando, simplemente fue como: “mira, qué raro”. Me dijeron que ellos no iban a participar en una antología, que ellos querían que fueran publicados en un texto solo para ellos, pero sin haber hecho nada, simplemente estudiantes de primero y segundo. Ellos querían algo para sí solos, pero el asunto es que dijimos: "no, pues para este libro no podemos tener estudiantes si están con esas pretensiones sin haber hecho nada". Eso fue un golpe bien fuerte que nos dimos en este libro de Goyeneche. Juan: Por un lado querían que les imprimiéramos todo y la otra era que nunca asistían a reuniones. Lo otro también fue el diseño que, uno lo piensa, pues un libro de texto es mucho más fácil de hacer y todo, pero a nivel de diseño también fue un reto para Sylvana, en especial la cubierta. Sylvana: Sí, yo creo que, sobre todo, ahora con el último –que no sé si ya podemos hablar sobre el último–. Era un libro con poco texto y mucha ilustración y nos costó, yo aprendí muchísimo en este último proceso que es un libro para la niñez, tiene unas particularidades de texto, de imagen, etcétera. Y después con Goyo también. Claro, había mucho texto y ahí pues el proceso de revisión editorial que lideró Alex fue largo porque era leer un montón de textos, revisarlos … que un punto, que una coma, o sea, cualquier cosa puede cambiar lo que dice o lo que quiere decir el o la autora. Entonces, nada, sí fue complicado. Después también vino todo el proceso de la carátula. Invitamos a una de las artistas y después, por cosas de la vida dijimos: "no, esto no nos convence". Entonces, pues nos reunimos Juan Alonso, Alex y yo a tratar de botar ideas y bueno, siempre hemos encontrado dentro de la diferencia una coherencia extraña y ahí trabajando en la editorial logramos sacar la carátula, pero sí fue complicado, ha sido complicado. A veces trabajar con varias personas es difícil también; sus tiempos, sus formas de expresión, etcétera. Pero bueno, creo que hacemos un buen equipo aquí las tres personas presentes. Juan: Hay una cosa y es que yo no me acuerdo si fue Edgar o fue María Jiménez Sánchez quien en algún momento nos dice que la cubierta es de lo más esencial porque es lo que vende. La persona ve eso y tiene que ser una cosa super atrayente, y pues en eso sí Sylvana ha sido impecable, o sea, nosotros realmente valoramos todo el trabajo de Sylvana, las cubiertas son tremendas. Nosotros vamos, vemos otras cubiertas y uno dice: "uy”. A veces pueden ser libros tremendos en sus páginas interiores, pero si la cubierta no es lo suficientemente potente, no. Y nos fascina esa cubierta de Goyito que logramos hacer.  ¿De dónde viene el nombre Malevo? Porque el nombre tiene una connotación muy distintiva y muy poderosa. ¿Qué representa para ustedes y cómo conecta eso con la editorial? Alex: Llegamos a ese punto en que había que nombrar lo que uno había creado. Yo ahí entiendo cuando uno es papá o mamá, me imagino como: “ bueno, ya creé al hijo, ahora nombrémoslo”. Eso es muy difícil. Y, como todos, dijimos una cantidad de posibilidades de nombres hasta que llegamos a este lunfardo que escuchan en el sur del continente, sobre todo en el tango. Nos acordamos de una palabra que en uno de los tangos la utilizan mucho y es el malevaje. Y es como que el malevaje es todo lo del bajo mundo, lo malo, lo feo, lo dañino, sí, viene de allí pero no solo eso, sino que es una persona pícara. El malevaje es esto que también es sabroso. Pero malevaje no nos sonaba, de pronto nos enteramos que eso también se podía convertir en malevo. No era solo el verbo, sino también podía ser un sustantivo de persona. Dijimos: "oye, malevo suena tremendamente sonoro y metido con editores, es una combinación muy interesante”. Entonces, en algún momento dijimos: "no, pues bacano porque de pronto la gente piensa que podemos ser los chicos malos de la edición”. Después nos hemos dado cuenta que somos los chicos brutos de la edición porque cometemos mil y un errores. Pero vamos aprendiendo y aprendiendo. Pero creo que lo que más nos impulsó fue la sonoridad, más que la connotación que tiene dentro del lunfardo esa palabra, sí. Juan: Pero ahí hay otras dos cosas y una es, digamos, nosotros pensábamos un montón de nombres y Malevo nos gustaba, pero la gente nos decía: "pero Malevo, ¿eso qué tiene que ver con Colombia? Pues eso no pertenece a Colombia, a la cultura” y nosotros pensamos y después decíamos, pero pues qué. Ahí está Illya Kuryaki and the Valderramas, ¿qué tiene que ver Illya Kuryaki and the Valderramas en Argentina? Entonces decíamos: "No, es supremamente sonoro”. Apenas arrancamos, yo hice un super logo horrible, entonces llegó Sylvana que ya nos cuenta y fue muy bonito porque Edgar Blanco nos dijo en FILBO  Emprende “uy, ese logo y ese nombre me impactaron de una”.   Sylvana: Fue hace mucho tiempo. Ni siquiera me acuerdo del logo que hiciste, Juan. Fue hace muchos años, cinco años ya. Pero sí tenemos un trabajo muy en llave, sí siento eso en Malevo. Fluye más si estamos las tres personas y no es solamente en el diseño editorial, sino en la lectura, en la edición, en la escogencia de los artistas, de todo. Somos muy críticos y lo hacemos con mucho amor, entonces como que queremos que todo salga muy bien. Entonces hacemos varias reuniones, por ejemplo la portada de Noctuorio, que casi no sale, duramos aproximadamente unos seis meses y bueno, resultó siendo lo que hoy es. Pero yo sí creo fervientemente que este es un proyecto colectivo y que las cosas funcionan porque estamos estas tres personas que hacemos parte de la editorial.  Juan: Uy, sí, ese es es complejo. En Noctuorio, pues yo hago dibujos e ilustración y yo había hecho un montón de dibujos y no, no la lograba. De un momento a otro, llegó Sylvana y dijo “miren”, y estaba ahí la ilustración perfecta, todo funcionaba. También lo que dice Sylvana es que nosotros nos llevamos super bien, somos seres humanos y pues a veces tenemos roces, cosas que no logramos, pero, en general, ha sido un trabajo muy cordial. Ya llevamos cinco años, hemos podido manejar todo súper y además somos muy grandes amigos y nos queremos mucho. Entonces eso hace que podamos trabajar, sobre todo, a presión en los trabajos que vienen. La presión ha sido también difícil y lo hemos podido pilotear. ¿Qué consejos le darían a las personas que quieran iniciar con su editorial? Y, por último, ¿qué planes se vienen para Malevo en el futuro?  Alex: Lo que a nosotros realmente nos ha servido mucho para que Malevo siga existiendo es que cuando concebimos Malevo nunca pedimos vivir de Malevo. Sé que va a llegar el momento en que eso va a pasar, nos estamos perfilando para allá, queremos que pase y va a pasar. Pero no le pusimos la presión a que Malevo nos tenía que dar de comer a los seis meses o el primer año. Yo siento, por muchos colegas que se han metido al mundo, que le ponen esa presión a los proyectos y eso se convierte en un martirio, porque es que es muy difícil el mundo, es muy difícil vender libros y más vivir de ellos. Entonces casi que el primer consejo que yo me atrevería a dar por experiencia propia es, oiga, chévere, creen la editorial, hagan sus libros, pero no le pidan que los mantenga, sino hasta tiempo después. Antes de correr, caminen y gateen. Primero, aprendan a hacer libros y luego sí quieran vivir de ellos. Ese sería uno de los consejos más importantes que daría.  Hay otra cosa que nos ha pasado y es que uno pensaría que hacer un libro en pasta dura es lo mismo que hacerlo en pasta blanda. Y ese es uno de los aprendizajes más fuertes que hemos tenido ahorita, porque nos cambió completamente el universo. Esto de entender las guardas, las paginaciones, es una locura. Lo más lógico es que si íbamos a hacer un libro en pasta dura nos hubiéramos metido a estudiar qué era hacer un libro en pasta dura antes de ponernos a hacerlo sin saberlo. Entonces, gastamos una cantidad de tiempo, gastamos una cantidad de energía y nos tocó aprender sobre el proceso. Sí es como oye, si vas a hacer un libro sobre ciertas características, chévere que de pronto puedas aprenderlo antes. Hay veces en que este proceso ha sido tan divertido porque nosotros no estudiamos como tal algo de edición, digamos, la más es Sylvana que estudió una línea de diseño editorial, pero de resto ninguno tiene una formación específica para ser editor. Entonces hay muchos temas que nosotros ahorita ya manejamos al dedillo, pero que no conocíamos. Ha sido chévere el proceso, pero ha sido un poco tortuoso que tal vez de pronto hay gente que no tiene ni el tiempo, ni la paciencia, ni las ganas de aguantar, de aprender en el proceso. Entonces, sí, chévere que lo investiguen antes. Esos serían mis dos consejos.  Sylvana: Algo que tiene que ver con lo que dice Alex, que creo que sería como de las cosas que yo aconsejo, es ir a las imprentas y conocer los papeles, conocer los procesos de impresión, las máquinas que imprimen, cuáles son las diferencias, las tintas, los pantones. Conocer todo este lenguaje que yo decía que antes era súper ajeno a nosotros y ahora pues no sé si lo manejemos súper bien, pero entendemos un poquito más, porque para concebir un libro es necesario entender ese lenguaje, entender los materiales que existen, cuánto cuestan, cuántas páginas tiene que tener un libro para que pueda estar dentro de una plancha. Entonces, yo creo que eso sería como el consejo, ¿no? Visiten las imprentas, vayan con una asesora o un asesor que les sepa guiar y explicar cuáles son las diferentes formas de imprimir, los diferentes papeles y todo eso. Creo que ese sería un gran consejo para una persona que va a empezar a hacer libros. Juan: Ya lo último digamos que, bueno, por un lado, lo que hablamos es en cuanto a esa idea de Malevo de lo que plantea Alex y es que, en este momento, nosotros tenemos la ilusión de que el dinero que entra pueda llegar a solventar el siguiente libro, ¿no? Para nosotros ese es el punto ideal en este momento de nuestra vida. No estar todo el tiempo gastándonos nuestros sueldos que ganamos en otro lado en esto. Yo creo que ya casito. Lo otro es también, por favor, no arranquen con una personería jurídica. Arrancan muchos con personería jurídica, entonces ya les toca encima de solventar el libro, pagar contadora, hacer informes, no, por favor. Y otra cosa es que a veces las personas tienen como unas ideas y quieren en serio que sea comercial y que se venda y a veces toca como un jefe decidir será que esto sí o no.  Y sí, lo de formarse es complicado. No hay un sitio donde a uno lo formen como tal. Está ya en la Caro y Cuervo, pero de resto no. Digamos que yo volví con María Jiménez Sánchez y Andrea Triana porque me dieron un curso, creo que eran 54 horas el curso y eso nos ayudó muchísimo. En el proyecto final, cada uno hizo una risografía en librito super bonita, pero no es un curso que lo estén presentando todo el tiempo, entonces también faltaría eso. Lo otro que menciona Sylvana, rápidamente, es preguntar por las planchas y es que si sobra dependiendo de la imprenta. La mayoría tienen medio pliego y, por ejemplo, Panamericana tiene pliego entero. Nos decía María Jimena Sánchez, "Metan que todas las hojas les ocupen eso porque si no, no cuadra, el desperdicio de papel es enorme y eso es plata que ustedes están perdiendo." Entonces, nuestros libros típicos de Malevo siempre tienen el mismo tamaño y están pensados tal cual para que quepan en una plancha de un pliego. Eso por un lado, por el otro lado, la otra pregunta, ahorita se vienen dos libros, yo hablo de uno, Alex habla del otro. Fotocandela es un libro que va a salir en enero, febrero. Lo mismo de siempre, llevamos un año haciéndolo y no lo hemos acabado. Este libro se hizo con una beca de cultura local de la Candelaria 4.0 de la Fuga y la Alcaldía Menor de la Candelaria y es un libro sobre fotonovelas de la Candelaria. Para este, a diferencia de Fotodramas, Sylvana dijo, "No, vamos a hacerlo con tales parámetros." Entonces ya pusimos unos parámetros claros. Va a ser un libro gordísimo, va a quedar más o menos de 300 páginas. El libro va a ser también con textura amarilla como las fotonovelas originales, pero pues no Earth Pack, sino ahora va a ser de este papel cálido que durante un buen tiempo estuvo agotado que ya otra vez está. Entonces nada, ahí les hago el spoiler, va a salir en enero, febrero y es un libro que está quedando también súper bonito.  Va a haber ahí como unos talleres que se hicieron para crear fotonovelas donde se les dieron diferentes talleres a los participantes financiados por la beca, un taller de patrimonio de la Candelaria, otro de guion literario que lo dio Alex, otro de cine que lo dio Iván Sierra, otro de diseño editorial que lo dio Sylvana, otro de generación de cómics por Gusanillo y uno de fotografía por aquí por este servidor. Y ahí también invitamos a artistas externos que nos hicieron los talleres. Entonces no, ese libro está también una bomba.  Sylvana: Creo que los parámetros sirvieron para poder organizar el libro que es re importante, por ejemplo, la paginación que va encima de algunas fotografías. Entonces sí, no ponerle paginación, o sea, claro, concebir una idea desde el inicio también implica que haya una responsabilidad en el diseño editorial para que precisamente una paginación no dañe una fotografía, por ejemplo. Entonces, nada, me está quedando muy bonito así tal cual. Como dice Juan, va a ser el más grande que tenemos, y tiene unas imágenes increíbles de la Candelaria. De verdad que a nivel fotográfico es muy hermoso. Bueno, también otra cosa que dijimos fue que ya está la tipografía desde el principio, entonces no se ve como una mezcolanza de tipografías, sino que hay una unidad tipográfica que es muy importante para que sea coherente y bonito. Entonces nada, creemos que sí va a ser muy hermoso. Alex: Hay algo ahí muy interesante, también como como cuña, y es que nosotros en algún momento pensamos que las posibilidades de la fotonovela iban a morir en Fotodramas. Pero ahorita con este libro nos estamos dando cuenta de que las posibilidades de la fotonovela son infinitas y más cuando el 99% de los artistas que participaron no conocían una fotonovela. Entonces fue desde la educación de qué es la fotonovela y ha sido también un descubrimiento muy interesante para Malevo poder dar a conocer este lenguaje, hacer talleres sobre él y queremos seguir investigando mucho sobre las posibilidades de la telenovela para contarnos nosotros desde Latinoamérica. Está siendo muy rico el asunto. Juan: Sí, ahí dentro de la investigación que habíamos hecho previa, que eso por allá Ricardo Muñoz Izquierdo nos mandó ejemplos hasta de pornonovelas con actores actuales de películas porno, pero pues encontramos las revistas de La 40, que es un proyecto de Lucas Ospina con estudiantes tanto de Arte como de Derecho, donde ellos hacen proyectos con el grupo de teatro de La Modelo, que se llama La 40, y sacan unos libros super bonitos donde explican a través de fotonovela y de textos los derechos de los reclusos. Y esas son fotonovelas bellísimas. Entonces, para contarles que nosotros estamos muy felices y es que también Lucas Ospina nos va a prologar este libro de Fotocandela y es un prólogo bellísimo.  Alex: El otro libro que se viene nos tiene igual de contentos que Fotocandela porque es el resultado de los estímulos del Ministerio de las Culturas del año 2024. Nos ganamos la beca de creación en el área de literatura. Y este va a ser un libro álbum, va a ser un libro dirigido para niños. Es un libro que nos presentó unos retos impresionantes, comenzando por lo que ya te dije anteriormente y es que esto va a ser pasta dura. Siempre habíamos hecho pasta blanda y la concepción fue muy diferente, pero muy enriquecedora entender cómo se hacía. Segundo, porque es un libro en el cual yo soy el autor del texto, Juan es el editor, Sylvana es la diseñadora editorial y uno de los artistas que había participado en Noctuorio es el ilustrador de este nuevo texto. Entonces, también fue un poco reacomodarnos nosotros mismos. Yo, entender cómo era que Juan me estaba editando a mí y yo tomar el papel de escritor y decir, "Ok, en esto no soy editor”. Fue bastante retador el asunto.  Fue un proceso muy complicado porque nosotros pasamos la propuesta en marzo del año 2024  y el Ministerio debía dar los resultados en mayo para que nosotros tuviéramos todo el segundo semestre para hacer realidad el proyecto, tanto presupuestalmente como creativamente, porque es un proceso. Ellos premiaron un proceso en desarrollo, el libro no estaba terminado, apenas estaba el texto pero no las imágenes, una cantidad de cosas. El Ministerio dio los resultados la última semana de agosto. No en mayo, sino en agosto. Entonces, nos reunimos en septiembre y nos dicen, "Chicos, felicitaciones, ustedes han sido los ganadores, pero lo que era para hacer en seis meses, lo tienen que hacer en dos meses". Fue hacer un libro que estaba proyectado para seis meses hacerlo en dos meses, que terminó siendo un mes y medio porque mientras uno arranca es un mes y medio para hacer un proyecto de seis meses. Eso fue un reto, una locura, además que, te anticipamos varias cosas. No solo va a ser el primer libro álbum de Malevo Editores, no solo va a ser el primer libro enfocado en la niñez. Va a ser en español, en creole, que es la lengua que se habla en San Andrés porque la historia es sanandresana y en inglés. Pero aparte de eso también hicimos un audiolibro porque es un texto que va a estar leído en creole por un niño de San Andrés y además tiene prólogos de una mujer que está haciendo la gramática de la lengua creole para escribirla y de una activista muy interesante. Es decir, va a ser un libro super potente, es el más cortico en letras, pero va a ser el más político, incluso creo que va a ser más político que Historia política poética posible de Colombia.  Pero tuvimos un problema y es que desde que nosotros creamos la editorial, dijimos con Juan, "No vamos a hacer una editorial para publicarnos a nosotros mismos”. Aquí nos vimos en un dilema porque creamos un grupo constituido para presentarnos en el concurso, por ningún lado dijimos que éramos Malevo. Entonces vamos a tener un sello editorial que se llama “Liff Root”, que va a ser un sello editorial que va a publicar solo temas relacionados con el Gran Caribe, pues porque ya tenemos media patica allí metida, entonces estamos súper contentos.  Sylvana: Yo creo que es un libro con una potencia política de verdad increíble. Hace mucho decíamos con mi familia, que no vive en el país, y hablábamos de ese hueco que hay de libros. Yo he venido conociendo más, hay un montón que han salido, de hecho, este año, infantiles muy hermosos, pero ¿que tengan los tres idiomas? Yo creo que no hay. Entonces, ha sido hermoso. Debo decir que el ilustrador ilustró de una manera muy bella la disincronía de la isla y, claro, nosotros tres somos blancos, entonces pues hay todo un tema que me costó, a nivel personal, de colonialismo fuerte, pero que entendimos que nada, hacemos todos un mismo país. Para mí fue hermoso ver que hay dos mujeres que escribieron sobre el libro, que están escribiendo sobre el creole, sobre la vida en la isla que, de una u otra manera, es muy lejana a los “del continente”, como nos llaman ellos, pero que hace parte de nosotros como país, como unidad colombiana. Entonces, yo creo que este libro, que son seis libros en temas de diseño, porque es un libro pero son seis libros, unos en tapadura y unos sin tapadura, pero uno está en español, al lado está en inglés y en la parte de atrás en creole. Después otro en creole con inglés y en la parte de atrás español y así hasta crear las tres combinaciones posibles y eso a mí me parece una revolución literaria que es hermosa. Juan: También lo que mencionaba Alex y es que uno ve un libro álbum y es imagen y luego texto. Y uno dice, pues es muy fácil a nivel de diseño, pero pues este es el libro, yo creo, que más nos ha exigido y que nosotros pensábamos que era el más sencillo y es muy difícil, o sea, ha sido un gallo la cantidad de reuniones, de correcciones, de revisión de estilo. Es muy difícil y yo también quería mencionar la cuestión de que un libro álbum es tremendo también desde la escritura, ¿no? Es algo en lo que yo admiro realmente a Alex porque también uno podría pensar que es mucho más fácil que hacer un cuento o hacer una novela y resulta que aquí uno tiene un guión chiquitico y uno con eso tan chiquito, con tan pocas frases, tiene que dar una idea completamente potente. Uno habla de que una novela puede ganar con puntos a lo largo de la novela y puede ser al final que no funcione tanto. Un cuento tiene que ganar por knockout, pero un libro álbum, mejor dicho, eso tiene que llegar sí o sí en pocas frases para que los niños lo entiendan. Sylvana: Sí, y otra cosa de lo que hablas, Juan, es que es una frase por página que tiene que estar totalmente relacionada con la imagen y la tipografía. Nos pasó que también estuvimos viendo varios libros infantiles, entonces si hay un espacio dentro del cuerpo dentro del cuento, es importante ilustrar ese espacio. Entonces, por ejemplo, hay una parte –spoiler– en donde hay una ausencia, lo voy a poner así para no contar todo, entonces esa ausencia era negro, ¿no? Y era una sola línea que hablaba de esa ausencia y yo decía: "qué hermoso cuando la imagen acompaña el cuento, y ese cuento es una frase". Y ahí yo también admiro muchísimo a Alex, creo que hay mucha admiración dentro de este equipo. Pero yo decía, "Wow, cómo una frase tiene que ser tan diciente y dentro de 24 páginas estás contando un cuento que tiene una sensibilidad muy hermosa”. Creo que ahí Alex es un genio de la escritura y de la escritura infantil, así que nada, muy hermoso.  Alex: Fíjate que nosotros el año pasado estuvimos trabajando como editorial en Providencia. Estuvimos intentando hacer unos libros que finalmente no salieron, pero estuvimos viviendo allá sin tener en cuenta este proceso que ganamos. Cuando nos lo ganamos fue como: "Hey, todos conocemos el territorio, qué bacano que todo vaya llegando".  El asunto con los libros es que la imagen no puede decir lo que dice el texto, porque sino sería redundante y simplemente sería un libro pintado y no un libro álbum. Entonces, el trabajo con el ilustrador fue muy demandante porque precisamente había que descubrir esos vacíos, esas cosas inferenciales que proponía el texto y que con la imagen se podían decir. Buscar esa mediación en qué dice el texto y qué no dice la imagen y al revés para crear un corpus que sea coherente cuando se lee, requiere mucho trabajo. El ilustrador es un genio, pero el asunto es que tiene un ritmo caribe, y no solo un ritmo caribe sino un ritmo isleño. Entonces, cuando tienes a alguien trabajando a ese ritmo y tienes estas complejidades, el proceso es más desafiante. No te hemos contado de qué va, porque un libro álbum se lee en cinco minutos, queremos que te sorprendas, pero es un texto que nos tiene bastante contentos. Esperemos que cuando llegue pase lo mejor.  Por Manuela Delgado y Ana Lucía Ibagón.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Ira sin contención: playlist literaria de Nueve dedos

Hay una ira que no se grita, una que no explota. Es la rabia que se calla y se oculta bajo la piel, donde arde en silencio, devorando desde adentro. Esa rabia nace de una herida profunda, de una historia de amor que nunca fue amor, sino un abismo sin eco, una caricia que nunca llegó. Es la rabia de saberse incompleto, la furia sorda de quien ha sido dejado atrás, abandonado en la inmensidad de una indiferencia monstruosa.¿Qué siente alguien que vive con esa furia contenida, sin saber a quién dirigirla? ¿Qué pasa cuando la rabia y el dolor se vuelven cotidianos, cuando se entierran bajo el peso de una resignación amarga? Hay quienes se aferran a ella como un refugio oscuro, como una verdad amarga que los define. Y allí, en ese rincón sombrío, el odio se convierte en algo más: en una envidia extraña, una sed insaciable de sentir lo que otros dan por hecho, un deseo inconfesable de ser visto, de ser amado, aunque sea en medio de una tempestad.Esa envidia no es hacia una persona, sino hacia el mismo amor, hacia una vida que para otros fluye sin obstáculos, mientras que para algunos se convierte en una lucha sorda contra los propios monstruos. Porque dentro de cada rechazo, de cada distancia, uno puede comenzar a verse como un ser extraño, una criatura desprovista de aquello que debería ser natural: la calidez, el cariño, la aceptación. Y así, lo monstruoso no es solo cómo nos ven los demás, sino la forma en que nos vemos a nosotros mismos, atrapados en el reflejo de lo que nunca obtuvimos.Es en esta oscuridad, en esta maraña de furia, envidia y soledad, donde nace Nueve dedos. Aquí no hay redención, no hay intento de victoria, solo la cruda aceptación de un destino asumido. Un hombre decide dejarse llevar por la enfermedad que consume su cuerpo, eligiendo morir con la dignidad que otros le negaron, rechazando el tratamiento que otros le impondrían. En esta novela, el silencio y la furia se enredan en una marcha lenta hacia el fin, un camino donde cada paso es una despedida de quien, por primera vez, decide ser fiel a su propio dolor. Yo soy un escritor maximalista, del más es más, del melodrama y de la exageración. Para mí, cada dolor puede ser más grande y cada tristeza, más profunda. Nueve dedos es en mucho sentido una muestra de ello, pero sobre todo porque el primer borrador surgió luego de terminar una relación de dos años con alguien que me maltrató emocional y psicológicamente (además de intentar hacerlo también desde lo físico). La escritura de esta novela es de pura rabia, de una ira sin contención. Nada en la trama muestra esto, sin embargo, el fraseo, la respiración, el ritmo fueron para mí desahogos. Y en el fondo, la música para salvarme. Esta playlist es un poco una muestra de ese desorden de emociones que me asaltaba en ese momento. No hay un orden: mi cabeza era un revoltijo que iba desde el patetismo más absoluto hasta las declaraciones cursis de superación. En su momento canté cada tema a todo pulmón, pensando que la tusa me mataría (la primera y única de mi vida). Sin embargo, acá estoy, recordando cada tema con cariño: hasta el más insospechado vive en ‘Nueve dedos’ (ah y la proliferación de Karol G… es que amo a esa mujer, reinota). Sergio Alzate      El barco Karol G. Pantera en libertad Mónica Naranjo. Adicta al dolor Marbelle. Hawái Maluma. Allí donde solíamos gritar Love of Lesbian. Sabré olvidar Silvana Estrada. Ya lo sé que tú te vas Juan Gabriel. Hoy no remix, Daniel me estás matando. Don’t bother Shakira. Repítela Jessi Uribe. Demasiadas mujeres C. Tangana París La Oreja Van Gogh. Mamiii Becky G feat. Karol G. El favor de la soledad Gloria Trevi. TQG Karol G feat. Shakira. Quédate Christian Nodal. Amorfoda Bad Bunny. Nunca es suficiente Natalia Lafourcade feat. Los ángeles azules Más fuerte Greeicy. Calle sin salida Daniela Spalla. Amargura Karol G. Ojos noche Elsa y Elmar. Corashe Nathy Peluso. Flowers Miley Cyrus. Alma sentenciada Thalía. 200 copas Karol G. A todos mis amantes Rigoberta Bandini. Las 4:40 Gepe. Ya no se trata de ti Francisca Valenzuela.   Escúchala completa aquí

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Pensar la vida a través del cómic: Gusanillo de tierra.

Gusanillo de tierra Aquí, en los trazos de Gusanillo de Tierra, se encuentra la historia de un Soacha profundo, reflejada a través de los ojos y la mano de Miguel Ángel Vallejo. Este artista, nacido en 1993 en el municipio cundinamarqués, desde niño sintió en el dibujo una llamada que se transformaría en destino. Si bien su camino ya apuntaba hacia el arte, fue el anime lo que, a sus 15 años, terminó de encender la chispa, llevándolo a dedicar su vida a esta expresión visual.   Miguel Ángel Vallejo, alias Gusanillo de Tierra, no solo se limita a los trazos, sino que se mueve en un espectro más amplio, donde la denuncia social, las raíces de su territorio y los símbolos religiosos encuentran su lugar en sus ilustraciones. Se ha propuesto dibujar y contar los relatos de Soacha, uniendo lo histórico y lo cultural en narraciones que llevan la identidad de su gente. Aquí, cada viñeta y cada línea son un acto de transformación social.   Un reflejo de ese gusano que, pequeño y sin pretensiones, remueve la tierra para sembrar una historia nueva.   Orígenes y contexto de las historias Tus cómics están situados en Soacha, un lugar con una historia particular. ¿Qué te llevó a centrar tus historias en este espacio? ¿Cómo influye el entorno en la construcción de tus personajes y las narrativas? He estado la mayor parte de mi vida en el municipio de Soacha, pero también me he movido por otras ciudades y otros países. Mis historias pasan en un lugar que es una combinación de todos esos sitios que he conocido y de muchos otros que he soñado. El lugar en el que uno vive, la gente que uno ve, la forma en la que se habla; todo eso se ve reflejado en los cómics si uno presta atención, porque el cómic de la manera en la que yo intento hacerlo, es un registro de la vida.   Gusanillo de tierra -Historietas soachunas Personajes fantásticos En tus historias, aparecen personajes como ogros, marimondas y animales. ¿Por qué elegir estos seres fantásticos para contar tus historias? ¿Qué simbolizan para ti dentro del contexto de Soacha? Para mí el personaje es como un disfraz que me permite ser otros y otras y por eso no se limita solo a las personas como las conocemos, sino que también aparecen pollitos y marimondas, ya que estos otros envases nos permiten hacernos preguntas diferentes sobre qué implica estar en el mundo en estos cuerpos distintos a los nuestros en situaciones distintas a las nuestras.   Pollito Karateca y la violencia familiar La colección Pollito Karateca tiene un trasfondo muy personal y profundo, hablando de la historia de tu padre y su experiencia con la violencia doméstica. ¿Cómo fue el proceso de transformar esta historia en un cómic? ¿Qué esperas que los lectores tomen de esta narración? Primero tomé distancia al hacer a los personajes animales y después al acabar el intento de representar la anécdota de mi padre estos ganaron vida propia y empezaron a tejer su propia historia. Siento que pollito nace como en el deseo de pensar la violencia y ahora continúa como el deseo de explorar el nuevo universo de Manuel y sus amigos.   Cultura popular y lo fantástico Tus obras parecen fusionar lo cotidiano con lo fantástico. ¿Cómo eliges qué elementos culturales o fantásticos incluir en tus historias? ¿Hay alguna referencia específica a la cultura popular colombiana que te inspire? Mis historias a veces nacen como el deseo de resaltar algún aspecto de la cultura colombiana que me agrade o de criticar otro que me parezca deplorable, pero también empiezan como el deseo de explorar nuevos mundos y de beber de la libertad de la fantasía. En este mundo pueden aparecer personas de Sibaté o personajes salidos del infierno y estos dos lugares, existan o no en el mundo real, conviven en este lugar infinito del cómic que le permite a uno viajar y tener aventuras.   Rompiendo ciclos En Pollito Karateca, el protagonista decide aprender karate para romper un ciclo de violencia. ¿Crees que el arte, como el cómic, puede ser una forma de romper ciclos similares? ¿Cómo ves el papel del cómic en la lucha contra la violencia o en la transformación social? Para mí el arte y de manera particular el cómic, no solo es una representación de la vida sino un espacio para pensarla, lo que nos permite descubrir nuevas formas de vivir y darnos cuenta de que nada es natural y que todo es plástico, y que si nos ponemos de acuerdo podemos vivir juntos mucho mejor.   El humor en lo serio Aunque hablas de temas tan serios como la violencia doméstica, también hay humor y personajes lúdicos en tus historias. ¿Cómo manejas ese equilibrio entre humor y temas serios? ¿Qué rol juega el humor en tu obra? En el momento de escribir hay dos parámetros clave: el primero es hacerse entender y el segundo es divertirse, por lo que para mí la comedia no solo me permite aligerar los momentos de carga dramática de las historias, sino que también me permite divertirme mientras desarrollo la narración. Aunque en este caso, nada es planeado, son los personajes que espontáneamente van haciendo cosas que a mí me parecen divertidas.   Inspiraciones y referentes ¿Qué influencias o autores han marcado tu estilo de dibujo y narrativa? ¿Hay algún referente en el mundo del cómic o la caricatura que haya inspirado tu enfoque? Hay varios y no haré una lista de ellos aquí porque siento que no aporta mucho, pero lo que en verdad me ha llamado la atención de las personas que me han influenciado y de sus trabajos, es que en su mayoría son gente que me recuerda lo divertido que es contar historias y lo necesarias que estas son para la vida.   Soacha como epicentro ¿Qué tan importante es para ti mostrar una imagen diferente de Soacha, a través de estas narrativas que mezclan lo fantástico con lo cotidiano? La manera en la que nos vemos a nosotros mismos y en la que vemos el lugar que habitamos define las cosas que creemos que somos capaces de hacer, por consiguiente, si creemos que estamos en un lugar paupérrimo y limitado probablemente sintamos que no podemos hacer nada y que todo va a seguir igual. Pero lo bueno de las imágenes es que estás pueden ser cambiadas, y si modificamos esta imagen de limitación y pobreza podremos pensarnos nuevos futuros en los que todos estemos más cómodos y felices.   Retos en la creación de cómics ¿Cuáles han sido los mayores retos que has enfrentado al crear y publicar tus cómics? ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere contar su historia a través de este formato? Mi mayor reto hasta el momento ha sido tener estabilidad económica manteniendo la libertad creativa, teniendo como límite solo aquellos que yo me pongo a mí mismo como reto. Ya que en Colombia no tenemos una industria del cómic fuerte ninguna plataforma nos permite hacer esto en las condiciones que deseamos. Por lo que constantemente tenemos que estar repensándonos las formas de publicar y de relacionarnos con historieta, pero a mí me gusta este reto ya que me permite mantener la autonomía en la narración. El consejo que daría es que no hay un momento en el que uno esté completamente listo para hacer cómics y que solo el ejercicio de hacerlos le permite a uno mejorar y poder hacer mejores historias en el futuro.   La invitación es a no tener miedo, sentarse y disfrutar el dibujo.       Por Juanita Arango

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Patadas voladoras y hazañas posibles

El protagonista de las aventuras de Pollito Karateca es un niño que convive en una ciudad violenta en muchos niveles. La historia abre con una secuencia muy clara: los golpes que su padre le da a su madre terminan reproduciéndose de ella hacia su hijo. Es un ciclo que se repite en la casa, en el colegio y en la calle. Parece la historia cotidiana que oímos todos los días, los llantos en el apartamento de al lado, las riñas en año nuevo, las discusiones del día de la madre, el noticiero de la noche. Frente a esta realidad, aparece el Dojo de Karate en el que Manuel, nuestro pollito, empieza a tomar clases. Desde el primer momento, este espacio se configura como un lugar seguro, donde quienes asisten aprenden a través del movimiento sin importar su condición física previa, sus conocimientos o su especie. En una disciplina tan estructurada como el arte marcial, la empatía prevalece y el deportista de mayor nivel ayuda al nuevo a integrarse y a descubrir el deporte, formándose en conjunto. Como en historias anteriores, Gusanillo rescata la importancia de los espacios comunitarios para los niños, niñas y jóvenes. En la primera parte de la serie Emok, el ogro clérigo gestiona un grupo de reunión en una iglesia del barrio venida a menos, el cual le posibilita a sus integrantes (mayormente niños y adolescentes) explorar un horizonte de su vida distinto, donde pueden ser amables con quienes los rodean y consigo mismos. Son lugares donde los adultos ante todo son una compañía, enseñan pero también escuchan. Gracias al cómic podemos apreciar espacios más detallados, lo que nos ayudan a entender mejor el mundo en el que viven como los detalles en las esquinas, en los carteles y lo que ven los personajes en televisión.. Es así como los variados escenarios y situaciones en Pollito Karateca nos exponen aquí y allá diversos deportes como el baloncesto, el fútbol e incluso el malabarismo. Al mostrarnos un gran rango de posibilidades deportivas, este volumen nos da a entender que la actividad física y todos los rituales asociados al deporte son parte fundamental de la cotidianidad de esta ciudad dibujada. A pesar del peso del título, los personajes no están obligados a encajar en el arte marcial.   Ilustración de la página 124. Carlos ataca al Manuel llorando, dolido. El pollito se defiende ejecutando defensas propias del Karate.   Esta diversidad también se manifiesta en los distintos cuerpos que diseña y pone en acción Gusanillo. A diferencia de las lecturas sin imágenes, donde muchas veces se nos describe de manera rápida un personaje cuando hace su primera aparición, aquí podemos ver a lo largo de toda la historia los cuerpos corriendo, saltando, golpeando, escapando, sentados, leyendo, llorando. Ese es un abanico más real de expresiones y movimientos que suceden al practicar deportes y en otras situaciones, ya que el cuerpo pasa por muchos estados. Hay, además, cuerpos femeninos, cuerpos gordos, bajitos, sin uniforme, infantiles y por supuesto animales. Estos seres antropomórficos le permiten a la obra alejarse de la imagen tradicional del artista marcial, musculoso, varonil y torneado, y muestra una realidad descontracturada, propiciando también que imaginemos humanos distintos realizando estas acciones. Esta libertad que Manuel ha alcanzado hacia el final del compilado se refuerza en la actitud que tienen los demás hacia ellas: a lo largo de todo el volumen nunca se le felicita por sus habilidades, lo que ha aprendido le es útil y punto. Esta soltura física abre también el espacio para pensar soluciones distintas a sus problemas, para calmarse y (como bien lo enseñan las películas) usar la fuerza del contrincante a su favor. Vuelvo al cierre de la primera parte. Una secuencia donde el papá de Manuel lo golpea hasta agotarse. Éste, aguanta lo mejor que puede, no sin soltar algunas lágrimas. Aguanta en silencio, dejando salir su dolor y su rabia gota a gota, de forma controlada. El llanto se me contagia un poquitito ante la imagen del pollito lastimado. El dibujo logra comunicar cómo se desgasta la inocencia ante ese entorno hostil. Me gustaría saber un poco más de dibujo e ilustración y un poco menos de letras para hablar con más propiedad de lo que esta historia aporta a la reflexión sobre el cuerpo y el deporte en una sociedad. Por ahora me queda releer, repensar y comentar. Meditarlo por la calle y ver más allá del Dojo, de la casa, del colegio. O mejor, ver en esos lugares pero en otra dirección.   Por Ángela Chiquillo. Librera en El cuarto plegable. Artista Marcial en decadencia. Esta reseña hace parte del Proyecto ganador de la Pasantía para participantes de la Escuela de Libreros 2024, otorgada por el Idartes.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Las devastaciones

"Mujeres que arropan a la luna y le llevan tinto a la madrugada.  Vieron a sus hijos jugar los partidos sucios del hambre y enredaron nombres como agujas sobre el pavimento que tapiza sus historias,  Llevan en sus piernas un sexo pendenciero, pero lo aman, lo blanden y lo abren, lo venden y de vez en cuando, lo maldicen." Te compartimos una playlist que nace de las entrañas de Las Devastaciones, el poemario de Lina Alonso. Una lista creada por la misma autora, que sabe que la poesía no se queda quieta en la página, sino que se expande en cada sonido, en cada pausa, en cada silencio que la música nos deja.Leer Las Devastaciones es caminar entre cicatrices, honrar las huellas del dolor que nos atraviesa. Es encontrar refugio en versos que, sin miedo, abrazan la devastación de lo que somos, una verdad incómoda que sacude la conciencia, la carne y los recuerdos de todxs quiene seguimos aquí.Esta playlist es un testimonio íntimo, como cada uno de los poemas que se niegan a cerrar los ojos frente a la pérdida. Es la banda sonora de las calles de Bogotá, donde el guaro y la agonía se mezclan con balas perdidas y canciones que nos obligan a recordar. Es el caos, el ruido, las noches desnudas, el dolor prestado y los besos que saben a destierro.    Lina Alonso nos invita a escuchar con los oídos y la piel. A sentir cómo cada canción nos devuelve al lugar donde habitan las palabras no dichas, los defectos que nos hacen auténticas, las manos que no dejamos de mirar durante la pandemia, porque sí, también está eso: una obsesión por las manos y lo que nos cuentan. Esta playlist es la rebelión de lo que no se calla, lo que no se deja domesticar. Ponla a sonar y deja que el caos y la poesía se fundan en ti.  Playlist completa aquí. 1. Arqueológica:Daniel Johnston - Walking the cow2. Once de diciembreIsmael Rivera - El Mazareno3. AtabapoTomada de Luna Llena- Simón Díaz4. Breve tratado olfativoLike Antennas To Heaven - Godspeed You! Black Emperor5. La muerte muere más veces De la cuna al ataúd - La etnia6. Schröndinger 6402 Velandia y la Tigra - Calavero7. Bajo la sombra analfabeta del estíoBillie Eilish (Xanny) ft. Billie Holiday (Gloomy Sunday)8. Madre Atom Heart Morther - Pink Floyd9. Bogotá 6 a.m. La derecha - El puente de los aburridos 10. Hogaruina For Sale? Kendrick Lamar11. Las OlvidadasRadamel - Fiesta 12. Cocaine, mister? Lou Reed - Perfect Day13. El barrioGangstas Paradise- Coolio 14. Las justas jaurías del poder Take the power back - Rage Against the Machine 15. Coyoacán Los tigres del norte - La banda del carro rojo 16. Transacciones The cramps- Human Fly 17. Licras Mac the Marco- For the first time 18. Gramática del perdón You Got the Silver- Rolling Stones19. Riohacha en la canícula Lejanía - Lisandro Mesa 20. Antes era todo personal Summertime - Ray Barreto 21. Devoción Closer - NIN 22. En Obra Crush, Kill, Destroy - Sarcófago 23. Las devastaciones Dogs - Pink Floyd 24. Poema que se asoma a la ventana Rinhestone Eyes- Gorillaz 25. Eclipse Gouge Away- Nation of Language 26. Carta a la Carrera décima Perro Viejo - Los Árboles 27. La dimensión conocidaLa noche eterna - El mató a un policia motorizado 28. Agosto 30Violent Femmes - Add it Up 29. Limones Muere una flor - Binomio de Oro 30. Ya de peladoHits from the Bong- Cypress Hill 31. Lo que tiembla Atmosphere - Joy Division 32. Claret This must be the place - Talking Heads   Lee la entrevista de la autora para El tiempo aquí.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

El arco del cielo; Isla del gallo

Esta playlist es una inmersión sonora en los ecos de la conquista, un viaje que entrelaza las huellas de la historia con la voz de la subjetividad conquistadora. Isla del Gallo nos invita a cruzar las líneas del tiempo, a sentir el desplazamiento del cuerpo, a escuchar los silencios que habitan en las carencias colectivas. Cada melodía seleccionada vibra con el pulso de un paisaje que se transforma, que rechaza, que al mismo tiempo da y arrebata. Desde la rugosidad de la arena marcada por espadas, hasta la intimidad de los órganos sensoriales que se diseminan como islas, esta playlist es una extensión de la lírica cruda y bella que atraviesa cada página. Déjate llevar por esta atmósfera que entreteje lo épico y lo personal, donde la palabra y el sonido son testigos de la tragedia y la resistencia. Wind Of Water - Robert Fripp, Brian Eno Evening Star - Robert Fripp, Brian Eno Screen Shot - Swans Lentísimo halo – Juana Molina I Get Low – Timber Timbre We Drift Like Worried Fire – Godspeed you City Song - Daughters Horns Surrouding Me – Julia Holter Subterraneans – David Bowie   Escúchala completa aquí

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Espíritu burlón; Cantos de una ciudad perdida

"Algunos somos nostalgias caminantes. Signos partidos en otro espacio y en otro tiempo del mundo" Jenny Valencia Alazate En Cali dicen que en el cerro de las Tres Cruces habita el diablo, pero también las sombras que todos llevamos dentro. Como la terapia es cara, Jenny Valencia Alazate empezó a desmenuzar sus propios demonios a golpe de letras y sudor de salsa. Así nacieron los Cuentos de ciudad perdida. Esta playlist se enrosca entre las piernas del asfalto y las orquídeas, con ritmos que te llevan del andén a la esquina donde la vida y la muerte se besan. Aquí, el delirio baila con la calavera y la piel, mezclando los latidos de la ciudad y el eco de esas historias que sanan desde las entrañas. Escucha completos estos latidos cautelosos y provocativos aquí.    1. Changó ta vení de Celina y reutilio (Cuento El Diablo) 2. Agunile de Héctor Lavoe (Cuento Agua) 3. Tumbas de la gloria de Fito Paez (Cuento Mariposa) 4. No me dejan salir de Charly García (Cuento Tatiana) 5. Esos raros peinados nuevos de Charly García (Cuento Fanáticas) 6. La cabrona de las Hijas del rap (Cuento Las peticiones de una fiel) 7. Quítate de mi escalera de Canalon de Timbiquí (Cuento Ciudad Perdida) 8. Diablo de Tito Cortés (Cuento El diablo del barrio Obrero)

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Pilar Gutiérrez: Entre el oficio de editar y la necesidad por crear

Hoy tenemos el placer de sumergirnos en una conversación íntima con Pilar Gutiérrez, una figura fundamental en el mundo editorial colombiano. Pilar es escritora y editora, y su trayectoria en la edición ha sido un viaje autodidacta lleno de pasión y compromiso. Junto a Juan Carlos Restrepo, fundó la editorial independiente Tragaluz en 2005 en Medellín, una propuesta innovadora que rompió con los moldes académicos predominantes en Antioquia. Tragaluz se ha caracterizado por su enfoque en libros-objeto, poesía e ilustraciones, y en estos 19 años ha logrado construir un fondo editorial diverso y reconocido. En este espacio de conversación sincera, Pilar nos compartirá las profundidades de su trayectoria, el desafío de equilibrar su faceta de escritora con la de editora, y cómo Tragaluz ha evolucionado en un entorno cada vez más digital. Exploraremos su viaje personal y profesional con un enfoque que revela la autenticidad de su experiencia, donde cada palabra y cada decisión se entrelazan con la esencia de su arte. Prepárense para adentrarse en un relato genuino y apasionado sobre el arte de editar y escribir, y el impacto profundo de su trabajo en la literatura colombiana.Más

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Entre tíos, abuelas y taitas: Playlist por la resistencia de la identidad

"Estas canciones acompañaron la escritura de los relatos. También son melodías que inspiran y propician reflexiones sobre la necesidad de abrigarnos con palabras y ritmos que sostienen la existencia en la tierra." Leydi Yurani Ochoa. Entre Tíos, abuelas y taitas, una obra en la que Leydi Yurani Ochoa Duarte nos ofrece tres relatos que, más que historias, son un susurro íntimo y profundo de la ruralidad colombiana. En estas páginas, la autora teje con delicadeza la trama de tres poblaciones alejadas entre sí, pero unidas por el eco persistente de la escucha, el diálogo  y la resistencia vibrante que resuena en los espacios colectivos. Con cada palabra, Ochoa Duarte nos lleva de la mano por caminos impregnados del olor a tierra mojada, del canto de las aves, y del rumor del viento entre los árboles. El paisaje se convierte en un personaje más, se personifica llenando los relatos de una vitalidad que se percibe en cada hoja, en cada susurro del aire. Es un viaje hacia lo profundo de nuestra tierra, donde el alma de las comunidades rurales late con fuerza, resistiendo al tiempo y manteniendo viva una identidad que se niega a ser olvidada y violentada.Para esta edición especial, la autora ha creado una playlist única que acompaña la lectura, sumergiendo al lector aún más en la atmósfera de estas historias, donde las voces, los sonidos y los silencios se entrelazan para ofrecer una experiencia multisensorial. Entre Tíos, abuelas y taitas es una invitación a sentir y a escuchar, a reconocer las huellas de una Colombia que respira en cada rincón silvestre, en cada palabra compartida. El sonido de la resistencia; Entre tíos, abuelas y taitas Playlist completa aquí  1. Movimiento - Jorge Drexler 2. De los Montes Vienen Bajando - El Supersón Frailejónico 3. LA MONITA MARIA JOSÉ - Ritmo Cumbia - Escuela Herederos Ancestrales 4. El Morrocoyo - Los Gaiteros de San Jacinto 5. PUYA ANCESTRAL - Ritmo Puya - Escuela Herederos Ancestrales 6. La Maestranza - Los Gaiteros de San Jacinto 7. Fuego de Cumbia (Cumbia Fire) - Los Gaiteros de San Jacinto 8. A LOS VIEJOS GAITEROS - Ritmo Porro - Los Gaiteros de San Jacinto 9. Canto a Mi Vereda - Jorge Velosa, Los Carrangueros 10. Caballito de Acero - Jorge Velosa 11. Cafecito - La Ciencia de Juancho Valencia 12. Hoy para Siempre - Los Rolling Ruanas, Catalina García 13. Espíritu Multicolor (Cuchavira) - David Kawooq, David Jaramillo 14. La Cruz del Sur - Oscar Miranda 15. Kindi Kocha - Runakam 16. Alpa Mamita - Sihuar 17. Arándanos Silvestres - Oscar Miranda 18. Las Flores - Shimshai & Susana 19. Puka - Runakam 20. Piedras Peregrinas - Ernesto Cavour 21. El Hijo del Altiplano - Nación Ekeko 22. Alturas - Inti-Illimani 23. Atahualpa - Nación Ekeko 24. La Primavera - Oscar Miranda 25. Caótica Belleza (Video) - Esteman, Natalia Lafourcade 26. La Palmera Voladora - Milmarías 27. Los Cucaracheros - Cuerdas Colombianas 28. Campesino - Cinemacinco 29. El Amanecer - Edson Velandia, Adriana Lizcano 30. La Ronda - Marta Gómez 31. Dormite - Zully Murillo 32. Mi Muñeca - Las Añez, Marta Gómez 33. Échale el miedo al fuego - Darwin Grajales ¡Escúchala completa en nuestro canal de Spotify!

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

El horror en la cotidianidad: Los peligros de fumar en la cama

Hablar de Mariana Enríquez es hundirse en las entrañas mismas del punk literario, un nuevo rostro de la narrativa argentina que distorsiona y envuelve la realidad en un velo de espectros con una brutalidad arrolladora. La autora, en una entrevista para la Fundación Medifé, define sus relatos como un conjunto de biografías robadas. Es en ese instante cuando su obra toma plena conciencia, lo que la hace aún más inquietante, un horror que se alimenta de la vida cotidiana. Nacida en 1973, la existencia de Enríquez estuvo marcada desde su infancia por los eventos convulsos que sacudieron a Argentina. Creció rodeada de la putrefacción, literalizada en el Riachuelo, un río contaminado que bordeaba su hogar y emergía como un reflejo de esos años de violencia y dictadura. La joven Mariana recorría su barrio, caminaba entre talleres abandonados, se cruzaba en los andenes con los rostros palidecidos de trabajadoras sexuales y esquivaba a los fantasmas humanos, seres intoxicados que vagaban por las calles. Habitaba a la defensiva de un mundo que, ¿cómo no?, la asfixiaba. Olas de desapariciones, cuerpos masacrados, enfermedades que roían y arrastraban a jóvenes a penas interminables, a tumbas prematuras, rostros conocidos que se desdibujaban en la memoria, víctimas de una violencia política, social y policial. De un abandono de la misericordia del mundo. El siniestro no habita solo en el espectro bajo la cama, el siniestro habita en el policía que hace una puesta de escena sobre la desaparición de un estudiante y luego la cambia, y luego y luego la cambia hasta distorsionar la realidad. Lxs desaparecidxs en democracia, la mujer violada, el habitante de la calle torturado, la adolescente cuyo aborto clandestino la dejo tirada desangrada en la calle, el infante raptado, las vidas perdidas, la malicia humana, ese es el comienzo del siniestro: la realidad. Los peligros de fumar en la cama nos arrastra sin compasión hacia ese siniestro que habita en las grietas de la realidad, esa realidad grotesca y paralizante que devastó a una generación y cuyos ecos aún resuenan, perturbando y asfixiando a las generaciones actuales. Esta obra no es solo un relato; es una denuncia implacable, una memoria robada que late como un corazón aterrorizado. Es un cuerpo palpitante, deseoso y, al mismo tiempo, atemorizado por la naturaleza misma que lo engendra y lo consume. Mariana Enriquez teje en esta obra una pieza clave del horror contemporáneo, una que se adentra en las profundidades del terror más visceral. Con maestría, toma elementos del espiritismo y la brujería para revestir memorias usurpadas, recreando los casos más escalofriantes que la vida real ha producido. Pero la verdadera genialidad de Enriquez radica en su habilidad para cuestionar la fuente de este horror: ¿proviene de los espectros que susurran en sus cuentos o de la naturaleza humana misma, que se revela en ellos? Enríquez no solo nos enfrenta a lo sobrenatural; nos enfrenta a nuestra propia existencia, a esa naturaleza insaciable y cruel que acecha en cada esquina, en cada pensamiento. Los peligros de fumar en la cama no es solo una colección de historias, es una invitación a mirar de frente el abismo que se esconde bajo la superficie de lo cotidiano, un recordatorio de que el verdadero horror no reside en lo que imaginamos, sino en lo que realmente vivimos. La trama de Ni cumpleaños ni bautismos no solo nos lleva a los rincones más oscuros de la obsesión humana, sino que también explora el abismo en el que la sexualidad se convierte en una fuente de horror y repulsión. Dos jóvenes, consumidos por su fascinación hacia las cintas de contenido gore, encuentran una oportunidad macabra: filmar a una joven mártir atrapada en su propia habitación, donde una presencia oscura y aterradora la somete a torturas autoimpuestas. Desde el principio, la historia desnuda la naturaleza humana en su forma más grotesca, revelando cómo el morbo y la curiosidad hacia el sufrimiento ajeno pueden convertirse en una obsesión enfermiza. Los chicos, inicialmente atraídos por la posibilidad de documentar algo más perturbador que cualquier cinta que hayan visto, se ven atrapados en una espiral de fascinación hacia la mártir. Ella, convencida de estar poseída, lleva a cabo actos de automutilación y flagelación, despojándose de cualquier rastro de humanidad mientras somete su cuerpo a tormentos inimaginables. El horror de la historia radica en la brutalidad con la que la naturaleza humana se revela. La joven, en su delirio, ataca no solo su cuerpo, sino también su deseo sexual y su propia espiritualidad, como si purgarse del deseo fuera la única forma de redención. Su sexualidad, en lugar de ser una fuente de placer, se convierte en un campo de batalla, un territorio profanado donde la tortura y el repudio se entrelazan hasta volverse inseparables. La repulsión hacia la sexualidad se manifiesta en cada uno de los actos que la joven se inflige, como si su propia carne fuera el enemigo que debe ser conquistado y destruido. Los chicos, que al principio se acercan con una mezcla de curiosidad y deseo, se encuentran atrapados en una red de horror y repulsión, donde la fascinación por lo prohibido los lleva a deleitarse en la degradación de la mártir. Su placer se alimenta del sufrimiento que contemplan, alcanzando una perversidad que cruza todos los límites morales. Chicos que faltan sumerge al lector en el abismo más oscuro de la tragedia humana, donde la desaparición de jóvenes, los feminicidios de niñas y adolescentes, y la brutalidad que azota a los más vulnerables se convierten en un eco constante de dolor y desesperanza. Nos recuerda la angustia de aquellos que alguna vez salieron a jugar y nunca regresaron, o peor aún, que sí regresaron, pero como sombras de lo que fueron. Estos cuerpos, aunque físicamente presentes, son solo cáscaras vacías, seres sin alma que han perdido todo rastro de humanidad. La historia sigue a una investigadora, una mujer implacable y dedicada que ha pasado su carrera desentrañando los casos más brutales de la historia argentina. Su trabajo la ha llevado a explorar el tráfico y explotación de menores, un mundo sombrío regenteado por misioneros corruptos, y el caso de una joven adolescente desaparecida. El último rastro de esta chica es un video que circula en la red, una grabación espantosa en la que se muestra su brutal asesinato a manos de dos hombres que la someten a torturas inimaginables. Este caso se convierte en una obsesión para la investigadora, marcándola profundamente. Sin embargo, un día, la realidad se distorsiona en una pesadilla aún más grotesca. La investigadora despierta con la noticia de que la chica que había visto morir en ese video, ahora está viva. Pero no está sola; junto a ella, otros niños y jóvenes desaparecidos, dados por muertos, han regresado a sus hogares. Estos seres, aunque tienen los mismos rostros que aquellos a quienes alguna vez se lloró, ya no son las mismas personas. Aquí es donde Enríquez hunde el bisturí en lo más profundo del duelo y el dolor. El regreso de estos jóvenes, esos cuerpos ahora habitados por una ausencia palpable, no trae alivio, sino una violencia aún más desgarradora: la doble muerte. La primera, brutal, en el instante en que fueron arrancados del mundo, despojados de su vida de la forma más cruel. La segunda, más perversa, cuando sus cuerpos vacíos vuelven, como cascarones huecos, espectros que ya no les pertenecen. Esos cuerpos, una vez cálidos y amados, ahora son prisiones de carne muerta, objetos que recuerdan lo que ya no está, lo que nunca podrá ser. Los padres, que han soportado el horror de la pérdida, se ven confrontados con un tipo de tortura más monstruosa: sus hijos han vuelto, pero no como esperaban. El duelo aquí no es una aceptación, no es un proceso de sanación, sino una herida que se gangrena, que se retuerce y supura al ver esos cuerpos moverse, caminar, existir sin vida. No son fantasmas, pero tampoco son humanos. Son cuerpos profanados, sombras animadas por una ausencia que se hace palpable en cada mirada vacía, en cada paso sin propósito. Ya no hay vida en ellos, solo un eco hueco de lo que alguna vez fue. Este regreso físico de los hijos no trae paz; solo profundiza la herida, desgarra el corazón de los padres que, en su desesperación, finalmente los abandonan. No pueden soportar la fría realidad: lo que ha regresado no es su hijo, es una presencia siniestra, una burla de la vida misma. Estos seres deambulan, observados con horror y repulsión, mientras los padres aceptan, con dolor insoportable, que lo que una vez fue suyo, lo que alguna vez amaron, ha desaparecido para siempre. El cuento nos enfrenta con la crueldad del duelo inconcluso, con la visión macabra de un regreso que nunca debió suceder. El horror aquí no viene de lo sobrenatural, sino de la profunda perversidad de la naturaleza humana. En lugar de consuelo, lo que los padres encuentran es una agonía que nunca cesa, porque el regreso físico de sus hijos es solo una prueba más de que lo que realmente perdieron, la esencia de sus seres queridos, ha sido destruida sin posibilidad de retorno. El regreso de los cuerpos no es un triunfo, es una condena. Una condena para aquellos que quedan, aquellos que enfrentan y confrontan a una versión grotesca y vacía de lo que una vez fue su ser querido. Es una reflexión sobre la desesperanza, el dolor interminable, y la crueldad inherente en la pérdida de aquellos que, aunque físicamente presentes, ya no pueden volver.   Los peligros de fumar en la cama es un testimonio de esa realidad asfixiante, donde el siniestro se manifiesta en la putrefacción del entorno, en los cuerpos vacíos de desaparecidos que regresan sin alma, y en los actos más cotidianos que revelan la brutalidad de la naturaleza humana. Enriquez teje un terror contemporáneo que se nutre de la historia de Argentina, de las heridas aún abiertas de una dictadura que nunca se fue del todo, y de las memorias robadas de quienes ya no están. La obra nos enfrenta a un horror que no podemos evitar: la vida misma es lo que nos devora. El verdadero monstruo no es el que se oculta en las sombras, sino el que se sienta a nuestro lado en el bus, el que pasa frente a nuestra ventana, el que habita en nosotros. Con brutal honestidad, nos recuerda que el verdadero terror es estar vivo, rodeado de la inevitabilidad del sufrimiento y la certeza de que, aunque los muertos regresen, ya no hay salvación.   Por Juanita Arango

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Entrevista con el equipo de Enredadera Editorial

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de conversar con Ana María Jaimes y Malory Camargo dos de lxs tres editorxs y fundadorxs de Enredadera Editorial. En esta entrevista nos cuentan cómo, desde sus días universitarios, comenzaron a gestar la idea de crear su propia editorial.  Nos comparten los retos iniciales, las lecciones aprendidas y su compromiso con una visión editorial que desafía las convenciones. Cuentan con títulos como Río arriba, río abajo de Candelario Obeso, Me queda la palabra de Alfonsina Storni, Isla del Gallo de Juan Ignacio Chávez, Realidades ópticas de Lucrecio y Vicente Huidobro, 5 metros de poemas de Carlos Oquendo de Amat y El fuego fatuo de Pierre Drieu La Rochelle.  ¿Qué las motivó a fundar una editorial independiente? ¿Cómo fue ese proceso inicial? Nosotros somos tres. Ana María, Gabriel, que no está presente y yo, Malory. Los tres estudiamos literatura, nos graduamos en el 2018 y desde que nos graduamos como que siempre tuvimos en mente armar un proyecto, pero no teníamos claro qué forma iba a tener ese proyecto y luego nos dimos cuenta de que siempre estábamos hablando de libros. Duramos un año, más o menos, dándole vueltas, viendo qué editoriales habían, qué hacían, cómo podía cuajar la idea que nosotros teníamos del catálogo y ya después de ese año, de búsquedas y de intentos, como también del nombre, el logo y todo eso, lanzamos la editorial en marzo de 2019. Ahí comenzamos con la editorial. En la universidad tuvimos clases de edición que nos ayudaron a contextualizarnos, aprender un poco sobre los procesos, sobre el contexto de la edición en Colombia en ese momento. Y esto marcó un interés muy fuerte en la edición. Creo que la idea de tener una editorial fue muy temprana, pero lo que no teníamos muy claro era la parte de pensar un nombre y la personalidad que iba a tener la editorial. Eso fue lo que más tiempo nos tomó. El plan de publicación era muy centrado en las ferias en ese momento. Habíamos pensado como mínimo dos novedades al año, una novedad que saliera para FILBO y otra novedad que saliera para la Fiesta del Libro en Medellín. Y ese primer año se cumplió. Entonces, sacamos Río arriba, río abajo en marzo y para septiembre sacamos Me queda la palabra, que fue nuestro segundo título. En enero empezamos a tener la idea del tercer libro, comenzamos a discutirla y entramos en pandemia. Eso hizo que los procesos se ampliaran, porque igual nosotros, digamos que hasta ese momento habíamos manejado los procesos como muy rápidos. O sea, en realidad sí hacíamos todo muy rápido, pero pues también por desconocimiento porque estábamos hasta ahora empezando. 2. ¿Qué desafíos enfrentaron al comenzar y cómo los superaron? Nosotros desde el momento cero el asesoramiento que tuvimos era para que nos constituyéramos y empezáramos formalmente.  Entonces, digamos que eso implicó para nosotros un reto muy grande a nivel administrativo, porque nosotros estudiamos literatura, en realidad teníamos muy poca experticia en esos temas, esto significó empezar a empaparnos en todo eso, igual fue muy difícil, fue un aprendizaje muy duro, la verdad, y yo creo que eso fue como el mayor reto, a pesar de que en edición teníamos la noción de costos y todo eso, siempre estuvo muy enfocado en la producción, pero no en los costos administrativos y ese fue nuestro talón de Aquiles cuando comenzamos. Yo creo que a la mayoría de los proyectos culturales les pasa eso, porque es una parte que uno obvia, o como que le parece muy aburrida pero que igual es algo muy central porque sin eso no se pueden hacer muchas cosas o se termina cayendo en errores que al final son plata. Otro de los problemas fue encontrar el lugar en dónde imprimir, porque antes eso para la gente era un secreto, era problemático saber en dónde imprimir un libro, por ejemplo, teníamos como eje de referencia espacios en Ricaurte como puntos de impresión, pero esos sitios son más para imprimir materiales gráficos y cierto tipo de impresos. Con un libro es muy distinto, porque es un proceso muy complejo que requiere de un armado plegable, entre otras cosas. Creo que al principio es un poco acomodar y desacomodar para dar con buenos lugares para imprimir. Por eso al principio nos costó un poco dar con buenos lugares. Y además como los tres éramos literatos, y digamos, yo tenía nociones de diagramación y diseño editorial, pero nosotros nunca habíamos enviado a imprimir nada, ni un folleto. Entonces, eso fue también un reto muy grande al nivel ya de llevar un libro a la materialidad. 3. ¿Cuál es la misión y visión de la editorial?  Yo creo que nosotros en medio de nuestra ignorancia hemos sido muy sabios buscando nuestra propia forma de hacer las cosas, nos hemos dado la oportunidad de explorar literalmente qué es publicar un libro antes de ponernos a editar gente. Empezamos haciendo rescates pero proponiendo algo muy nuestro; que no fuera tomar un manuscrito y publicar una edición que no se consigue, sino que esa nueva publicación, desde el texto ya viejo, por decirlo de alguna forma, tenga algo de novedad y eso nos ha permitido pensar mucho sobre qué hace que un libro sea una novedad. Entonces es muy chévere ver las diferentes formas en las que se puede editar un texto, no necesariamente tiene que ser algo muy de buscar novedades y las nuevas voces, que es súper importante que se haga, pero creo que darse la oportunidad de hacer que un texto que ya se consigue tenga algo de novedad y que la gente quiera comprar un libro que igual pueden encontrar en internet, creo que es como la base de toda editorial independiente, si uno no sabe hacer eso es muy difícil mantener un proyecto editorial. Ahorita con Ignacio Chávez el autor de Isla del Gallo fue muy chévere porque el texto él ya lo había publicado pero no estaba muy cómodo con lo que se había hecho en cuanto al tratamiento editorial que tuvo la publicación, entonces fue como revisar un texto y hacer una novedad de un texto igual nuevo. Ahorita estamos trabajando con un autor que está haciendo el texto en tiempo real, es un proceso muy distinto y es muy chévere poder transitar los diferentes caminos de edición. 4. ¿Qué criterios utilizan para seleccionar los libros y autores que publican? Principalmente lo hacemos por nuestro gusto y porque eso que nos gusta tiene un trasfondo. No es tanto un criterio que se pueda homogenizar. También hay que pensar en que somos tres personas que tienen un gusto muy distinto, pero que logramos encontrar algo que nos guste a los tres porque hay como una idea detrás que podemos desarrollar y lo que termina asegurando que va a estar en el catálogo es que hay algo y podemos trabajar sobre eso. Si hablamos de géneros, en la mayoría hemos trabajado poesía pero no es que nosotros tengamos ese lineamiento, sino que las cosas se van dando así y además, los tres siempre hemos estado de alguna u otra manera más ligados a leer poesía pero nos gusta también la prosa, es decir, en el catálogo tenemos el diario de viaje y una novela. Pensándolo a nivel de género uno puede decir la línea editorial de Enredadera es o está cercana a tal, pero no nos guiamos por eso. A nivel estético no siento que tengamos una afiliación a alguna narrativa, en realidad estamos muy abiertos, si nos llega algo que esté en prosa o en verso y nos gusta, muy seguramente vamos a querer trabajar en ello. 5.  ¿Podrían compartir alguna historia especial o significativa sobre uno de sus autores o libros publicados? Podríamos hablar de 5 metros de poemas, fue un proyecto pandémico, estábamos en la pandemia pensando en qué títulos publicar y eso fue una sugerencia que llegó a la mesa y dijimos veamos qué podemos hacer con ese libro. Inicialmente nosotros pensábamos que iba a ser más sencillo porque en realidad el libro no es como que tenga muchas páginas y se terminó expandiendo mucho porque nosotros participamos en un proyecto del distrito en alianza con la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano y ahí tuvimos una mentoría sobre el diseño editorial de ese libro y tuvimos que hacer prototipos. La particularidad de ese libro es que en el momento de su primera publicación, la hechura estuvo a cargo literal del autor, él eligió las tipografías y decidió cómo iba a ir armado el libro, eso fue muy temprano y lo hizo en Perú. El plan que teníamos era replicar esa edición en formato cuadrado y después nos dimos cuenta en esa mentoría que teníamos que alargar el formato, entonces terminó siendo apaisado verticalmente y le agregamos unas ilustraciones pero entonces fue todo un reto porque es un libro de cinco metros y siempre habíamos trabajado el libro de pegue rústico normal y en ese caso era un friso, el cual fue un aprendizaje grande para todos, en la búsqueda de tipografías, en el diseño de la caja y luego en la manera en la que íbamos a armarlo; por eso fue un proyecto muy chévere para la editorial. 6.  ¿Cómo ven el estado actual del mercado editorial independiente colombiano? ¿Qué oportunidades y retos encuentran? La mirada que nosotros tenemos es de estos últimos cinco años y para nosotros sí ha sido un poco de crecimiento, pero de un crecimiento raro, o sea, cuando hablo de crecimiento me refiero a ferias regionales o locales y el fortalecimiento de las becas, ese tipo de aparición de momentos en el año en el que el libro tiene un protagonismo. A nivel de eventos ha sido duro porque nosotros tenemos una visión muy particular, digamos, el primer año tuvimos dos libros, después llegó la pandemia y todo se tornó borroso, raro, luego ya con la reactivación de la normalidad entre comillas, sí se ha sentido que todo sigue estando muy inestable y ver el panorama y poder leerlo me parece todavía muy complejo, cada día surgen proyectos pero al siguiente se acaban otros, no sé. También, cada vez es más fácil iniciar proyectos porque la gente está más abierta a recibirlos, a compartir lo que sabe y están más atentas a la edición colombiana, pero al mismo tiempo, no estoy tan segura de los datos, pero en cuanto al aumento realmente de los índices de lectura como que no pasa tanto, entonces por un lado hay un boom editorial pero al mismo tiempo eso no se ve tan reflejado en que la gente realmente esté leyendo bastante e incluso cuando se hacen estos rankings de los libros más vendidos en Colombia rara vez está ahí alguno de una editorial independiente, por ejemplo; entonces creo que igual seguimos siendo algo muy de nicho, está chévere la diversidad que hay ahora, todas las propuestas que hay en las ferias pero igual sigue siendo una pequeña burbujita. Por ejemplo, la FILBO tiene muchos problemas y se supone que es el espacio más amplio para la divulgación del libro y de todas formas las editoriales independientes están como muy relegadas con los conglomerados en los mil pabellones que tienen libros baratos, entonces sí hace falta cuidar el ecosistema del libro acá. Y pues sí, se abren librerías pero también está Buscalibre y las otras editoriales que se resisten a estar en Buscalibre por lo que implica para las librerías pero hay otras que no, entonces hay una consciencia extraña del gremio en general, sin embargo están buenas todas las iniciativas que se están dando. 7. ¿Cuáles son sus estrategias para mantener la sostenibilidad de la editorial a largo plazo? Yo creo que todavía estamos en la búsqueda de eso, nosotros llevamos cinco años pero igual nuestro ritmo de publicación es lento. En este momento tenemos seis libros en el catálogo y es complejo mantenerse, por eso hago hincapié en la respuesta anterior, a pesar de que sí se está creando y se está dando el ambiente para que aparezcan nuevos proyectos, librerías, ferias locales y regionales, mantener eso en el tiempo es muy complejo y hay que pensar en cómo mantenerlo porque también hay proyectos, por ejemplo el nuestro, llevamos cinco años pero no es que estemos sacando ganancias de ahí, nosotros sostenemos el proyecto y en realidad estamos publicando los libros de una manera en la que la editorial siempre tenga recursos para seguir imprimiendo pero no es como que nosotros digamos "uf, esto es súper viable", no hemos llegado a ese punto todavía, aún no tenemos ese plan de sostenibilidad. Es complicado, yo creo que muy pocas editoriales han logrado vivir del proyecto y es porque implica una inversión económica gigante y también es difícil mantenerlo en el tiempo. Se puede, hay proyectos que la lograron pero igual hay que seguir sin tantas expectativas al respecto para no desfallecer, también uno hace esto por gusto y sirve un montón para la vida profesional.  A su vez, el punto de esto es mirar los índices de lectura, la cantidad de librerías que hay en la ciudad y entender por ejemplo los plazos, es algo tan básico pero que cuando uno empieza en esto y está tan entusiasmado es algo que uno obvia mucho, entender que la plata aquí circula con lentitud, que los porcentajes también son matadores, es cuestión de informarse muy bien para tomar este tipo de decisiones, como formar un proyecto. Y también entender que hay otros circuitos de circulación, no siempre son las librerías y con eso me refiero más a que siento que se han dado estos otros mercados como gráficos y eso sirve bastante para mover las cosas, por ahí hay varias opciones. Sin embargo, los márgenes de ganancia son los mismos, muy bajos.  8.  ¿Qué consejo le darían a quienes están pensando en fundar una editorial o iniciar un proyecto editorial independiente? Es importante que cada quien vaya a su ritmo porque cuando uno se compara con lo que están haciendo otras editoriales, con el volumen de novedades y esas cosas por el estilo, es un disparo en el pie; se debe encontrar la forma de hacer las cosas que funcione para uno e ir organizándose de acuerdo a eso y así el proyecto va fluyendo. Por ejemplo, a nosotros nos costó renunciar a tener dos novedades al año y nos decimos cómo es posible que el primer año que no sabíamos nada lo logramos y ahora nos ha costado; todo es más de ir haciendo las cosas sin presión y a nuestra manera, ese sería el consejo más allá de hacerlo sostenible o no, que encuentren la forma de hacer las cosas no solo en lo práctico sino también en lo económico, que no sea un dolor de cabeza financiero, obviamente hay que invertir un poco para empezar pero que tampoco sea solo esa la motivación. Cuando uno hace estudios de varias editoriales independientes de aquí, ya uno empieza a tener en mente ciertos números como tirajes, novedades al año y todo ese tipo de cosas, y sí, uno sí debe tener en mente como un plan y una dirección pero uno debe encontrar bien las coordenadas de esa dirección. También les recomendaríamos empaparse mucho de la parte de impresión, conocer qué te ofrecen de papel los proveedores, qué tipos de acabados hay, dónde ir a imprimir y después tener claro porqué tu catálogo va a resultarle interesante a alguien o tú vas a una feria y pones una mesa con una o dos publicaciones porqué la gente se acercaría a esa mesa y se interesaría en eso que tú estás haciendo. Por un lado, tener claro lo que estás proponiendo a nivel editorial y por el otro, encontrar la medida de tu proyecto. 9.  ¿Qué errores comunes creen que se deben evitar en el mundo editorial? Los errores ya en el proceso creativo y en la construcción del catálogo no son tan graves, uno aprende un montón de eso y es inevitable cometer errores. Para los que uno sí debe estar más preparado y vuelvo a lo administrativo, si uno se va a constituir se debe estar muy informado e intentar encontrar un buen contador, eso es vital porque no vas a esforzarte todo lo que te esfuerzas por mantener el proyecto sostenible y que después por un error de contabilidad o administrativo termines generando unos gastos terribles para la editorial. Por otra parte, también hay que ser muy conscientes de las particularidades de cada proyecto, no siempre se pueden manejar los mismos tiempos en todos los procesos, se debe ir afinando la visión respecto a todas las instancias que tiene cada proceso de hacer un libro y tener en cuenta las características de cada publicación para ajustarlo a su medida. 10.  ¿Cómo ven el futuro de la editorial? ¿Qué esperan lograr en los próximos años? Ahorita estamos trabajando en un libro que esperamos que salga a inicios del próximo año y a nivel de catálogo no es que tengamos una planeación a largo plazo, vamos trabajando en proyectos, algunos te demandan cierto tiempo y nosotros en este momento ya no nos sentimos con el afán que en un principio sí respecto a organizarlo para las ferias o así, por eso ahorita es algo más de lo que nos pida el proyecto y fluir con eso, continuar teniendo un espacio de exploración y de otras formas de hacer crecer el catálogo. Por Juanita Arango y Manuela Delgado 

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Entrevista con el autor Juan Ignacio Chávez de Isla del gallo

Nos complace anunciar que Juan Ignacio Chávez, licenciado en filosofía, destacado poeta y escritor peruano, editor de la revista Temporales y estudioso de la cartografía, se ha sumado a El Cuarto Plegable para compartir con nosotros una entrevista exclusiva. En esta conversación, Chávez nos sumerge en el universo de su obra Isla del gallo, donde explora las profundidades de la subjetividad conquistadora y la complejidad de la historia. A lo largo de la entrevista, abordaremos temas como las carencias colectivas, la metamorfosis del paisaje, y la manera en que su poesía transforma la tragedia histórica en una experiencia sensorial única. No se pierdan esta oportunidad de conocer más sobre el proceso creativo y las reflexiones de un intrigante y maravilloso autor de la literatura contemporánea latinoamericana.  Más

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

"Las ciclistas" en once canciones

Explora Las ciclistas, una antología vibrante nacida del encuentro creativo de autoras colombianas. Este libro es el fruto de un taller de escritura transformado en un laboratorio de ideas, donde la lectura y la edición conjunta han dado vida a una estética fantástica única. Laura Rodríguez Leiva, Kathleen Alexandra Arenas Prieto, Claudia Amador, Natalia González Melo, Linda Castro, Manuela Aguirre, Karonlains Alarcón Forero, Lucía Saucedo, Tatiana Gutiérrez y Tary Cuyana Garzón se embarcan en una travesía literaria que, al igual que en una carrera ciclista, une a estas escritoras en un esfuerzo colectivo hacia nuevos horizontes. Cada una de ellas aporta su visión personal para construir una rica tapecaria de fantasía colombiana, abordando desde aventuras épicas y romances cautivadores hasta paisajes surrealistas y escenarios vibrantes. Las ciclistas se presenta como un lienzo colectivo, donde cada relato contribuye a un mosaico de imaginación y realidad. Con un formato editorial innovador, este libro refleja el dinamismo y la diversidad de la narrativa contemporánea, desafiando convenciones y celebrando la riqueza de lo fantástico. Al igual que en una carrera en grupo, el esfuerzo compartido de estas autoras da lugar a un libro que se manifiesta en cada página como un paisaje en constante transformación, entrelazando lo extraordinario con lo cotidiano en una experiencia literaria y sensorial única. Sumérgete en esta antología y playlist, descubre un universo donde el potencial creativo de las escritoras colombianas se despliega con libertad y magia, ofreciendo una experiencia rica y multifacética que te invitará a explorar nuevas dimensiones de la imaginación, de la sensibilidad y del arte mismo que radica en cada en cada suspiro.   Sonido bestial – Richie Ray y Robby Cruz He visto a Lucy – Gustavo Cerati Lucy in the sky with diamonds – The Beatles Mother´s Daughter – Miley Cyrus Nasimi live – Sami Yusuf Mi libertad – Monsieur Periné Origen – Riosentí, Zindu Cano Y Ampersan Bette Davis Eyes – Kim Carnes Still into you – Paramore Something in the way – Nirvana Exit music - Radiohead   Escúchala completa aquí

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Adán y la Magia del Mundo Emergente

"¿y yo por qué aquí estoy?" en la intersección entre el ser y el vacío, entre la creación y la contemplación. Huidobro, con su mirada incisiva, busca en Adán no sólo el primer hombre, sino el primer espectador del mundo que empieza a existir. Adán no es un simple observador; es el reflejo de nuestra propia búsqueda por entender nuestro lugar en el vasto teatro de la realidad. En su contemplación, Adán se convierte en el poema encarnado de la primera parte de Realidades ópticas, un ser cuya presencia revela la profunda conexión entre el hombre y la tierra. Cada mirada suya es un acto de descubrimiento, cada respiración, un susurro de la esencia primordial del mundo. Adán no solo presencia el nacimiento del cosmos; él lo absorbe, lo transforma y lo convierte en una extensión de su propia esencia poética. En su ser se entrelazan la tierra y el lenguaje, el mundo y la palabra, creando un tejido vibrante de existencia y significación. Adán, el primero en abrazar el misterio del mundo con una intensidad casi divina, se convierte en el propio tejido de esa creación, un tejido en el que cada hebra de luz y sombra se entrelaza con la poesía de su mirada. El mundo se despliega ante él como un inmenso poema sin fin. “El mundo parece que espera siempre su poeta” Así, en su búsqueda y en su contemplación, no solo descubre su lugar en la tierra; se convierte en el primer poeta de la existencia, el primero en entender que el acto de ver y nombrar es también un acto de creación. La tierra se transforma en un lienzo poético bajo sus ojos, y cada palabra que emana de su ser es un reflejo de la grandeza y el misterio del mundo que empieza a desvelarse ante él. Sin embargo, en su profunda desolación ante el universo naciente, Adán experimenta el peso de la existencia y la inmensidad del cosmos, un universo que gira eternamente en un movimiento contradictorio hacia un punto fijo de significado inalcanzable. Este giro interminable del tiempo y del espacio, donde los átomos danzan en un vaivén constante, se revela ante él como una sinfonía de misterio y anhelo. La inmensidad del mundo y la infinitud del tiempo se manifiestan en la mirada melancólica de Adán, quien busca una respuesta a la vastedad que lo rodea. Huidobro nos muestra que el verdadero sentido no se encuentra en el caos aparente, sino en la capacidad de ver más allá de los parpadeos fugaces de la realidad. Adán, en su búsqueda de comprensión, es invitado a abrazar el eterno giro de los átomos, a descifrar el lenguaje de la tierra y a encontrar en ese movimiento perpetuo una poesía que da forma a su propia existencia. Cada cosa que surge del suelo y cada cosa que vuelve a él se convierte en una metáfora de la vida misma, un recordatorio de que, en el flujo interminable del tiempo, la búsqueda de sentido es en sí misma una forma de creación. Así, su mirada se convierte en un espejo del continuo fluir de la realidad, un reflejo de la danza eterna entre el ser y el vacío. Mientras Adán se enfrenta al vasto enigma solitario del mundo emergente, Lucrecio, en su canto científico, ofrece una perspectiva igualmente profunda pero distinta. En los versos de “la naturaleza de las cosas”, Lucrecio transforma la observación en un acto de sensibilización poética, una inmersión en el corazón de la física epicúrea donde la ciencia y la poesía se entrelazan con una sutileza vibrante. Para él, observar no es meramente una acción física, sino una experiencia que despierta y afina el alma, permitiéndole percibir la esencia profunda y sutil de la naturaleza. Se concibe la naturaleza como una rosa cuyas capas de pétalos representan el alma de un cosmos en perpetuo flujo. Cada pétalo, una manifestación de la materia, revela una parte del misterio universal, una belleza que se despliega sin cesar en su danza interminable. La naturaleza, en la visión de Lucrecio, no es estática ni fija; es un organismo en constante transformación, cuyas corrientes y movimientos son la esencia misma de la existencia. El alma, para Lucrecio, es una sustancia delicada, un fragmento de la realidad que se convierte en el medio a través del cual el mundo se revela. La vista se convierte en una chispa que penetra incluso en los rincones más oscuros del universo, iluminando y desvelando los secretos ocultos en la materia. Cada observación es una invitación al espíritu, una llamada a avanzar lentamente a través del entramado de la realidad, donde el movimiento constante toca al alma y lo invita a una comprensión más profunda. “Y trato de romper los fuertes nudos de la superstición agobiadora; después, porque tratando las materias de suyo obscuras con piedra gracia, hago versos tan claros.” En su poesía científica, Lucrecio revela cómo la naturaleza fluye y se desprende sin cesar, una corriente interminable que alimenta y da forma a la realidad. Sus versos no solo describen los principios físicos del universo, sino que también dan forma a una visión poética del mundo, donde cada fenómeno es una expresión de un ritmo cósmico mayor. Las bases científicas de sus observaciones danzan en armonía con la poesía, creando una sinfonía en la que la ciencia se convierte en una extensión del arte y el arte en una reflexión de la ciencia. Mientras Huidobro utiliza la palabra para esculpir el mundo, imbuyéndolo con una intensidad dramática, Lucrecio despliega una narración meticulosa que revela la evolución del cosmos en un proceso casi meditativo. El poeta chileno erige al hombre en medio de un escenario en formación, donde cada palabra actúa como un faro que define y distingue su existencia. En contraste, Lucrecio explora la creación como una revelación gradual, donde el sentido surge a través de un diálogo constante con la naturaleza misma. Ambos poetas, a su manera, son escultores de lo intangible. Huidobro construye mitos con la fuerza de su voz, mientras que Lucrecio desentraña los secretos del mundo con la paciencia de un filósofo. Juntos, en esta obra de dos caras, nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia relación con el cosmos y la creación. Nos muestran que, ya sea a través de la revelación de lo inmediato o de la exploración meticulosa, el acto de entender el origen del mundo es una experiencia de sensibilidad poética. En la convergencia de estos dos mundos encontramos una danza sublime entre la ciencia y el mito, entre la palabra y la realidad. Realidades ópticas se convierte así en un puente entre dos eras, una celebración de la creación en toda su complejidad y belleza, y un recordatorio de que el mundo, en sus múltiples facetas, siempre está esperando a su poeta.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Recordando a Jaime Garzón

A propósito de los 25 años de la muerte de Jaime Garzón y de la publicación de la novela gráfica El duelo imposible de Alfredo Garzón y Verónica Ochoa, realizamos una dinámica con nuestros seguidores en Instagram con la intención de recordar a Jaime y su legado, incluyendo en una playlist colaborativa canciones que se nos vienen a la memoria cuando pensamos en él. Sin duda alguna, Jaime Garzón fue una conciencia crítica que, a través de su ingenio e ironía, logró incomodar a los poderosos y otorgarle una voz a aquellos que no la tenían. Su legado continúa vivo en la memoria colectiva, su nombre es un símbolo de resistencia y de un país que aún busca la paz y la verdad. 1. El ratón - Cheo Feliciano 2. Buscando Guayaba - Willie Colón, Rubén Blades 3. La muerte de Jaime Garzón - Edson Velandia 4. Maria Canela - César Mora 5. La Sentada - La Muchacha 6. Pedro Navaja - Willie Colón, Rubén Blades 7. El cantante - Héctor Lavoe 8. Lágrimas negras - Celia Cruz 9. Desapariciones - Rubén Blades 10. Todo tiene su final - Willie Colón, Héctor Lavoe 11. Ciegos Corazones (feat. Los PetitFellas) - TELEBIT, Los PetitFellas 12. Jaime Garzón - Yonomella 13. Canción para un niño en la calle (with René Pérez) - Mercedes Sosa, René Pérez 14. Prohibido olvidar - Rubén Blades 15. Y No Hago Más Na - El Gran Combo de Puerto Rico 16. El baile de los que sobran - Los Prisioneros 17. Violencia - Los Suziox, La Muchacha Escúchala en este link: Recordando a Jaime Garzón

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Cantar llorando, llorar cantando; Cumulus Fractus

"¿Es así? ¿Es así como siempre ha sido? Existir ante el sufrimiento y la muerte ¿Y de alguna manera seguir cantando?" Free, Florence y the Machine Flotando en telarañas, tejiendo nubes y deshaciéndose en el aire, Cumulus Fractus de Gabriela Jaramillo Villamizar nos adentra en un universo agrietado, en un castillo donde siempre hay cigarrillos y las hadas madrinas encantan los temblores con medicamentos. Un castillo donde héroes montan su corcel, cabalgan con fuerza y rapidez, y atraviesan un puente levadizo que, minutos antes de ascender, logran saltar. Saltan para enfrentarse a un mundo exterior que los devora por completo, un mundo borroso y carcelero, fermentado y asfixiante. Todo ser sensible debe ser protegido, y para ser protegido, debe ser comprendido. Escribir no salvará el mundo; escribir no cambiará una enfermedad mental, pero escribir libera, y escuchar arropa al otrx que lo necesita. La música no salvará el mundo, pero salva vidas; crea puentes entre aquello que se ahoga en nuestra garganta, entre lo que nos humedece los ojos, lo que se nos enrosca en el pecho hasta no sentirlo, y les da voz. Y es a través de esta voz que el sentir se materializa, se expresa y se llora. La novela Cumulus Fractus nos ofrece una serie de canciones que nos permiten quebrarnos en llanto de dolor, quizá de enternecimiento o de ambos a la vez. Les invitamos a conocer esta lista de 29 canciones creada por la misma Gabriela Jaramillo. Esta playlist nace para gritar con ella, o si usted desea; para abrazarla, o simplemente a escucharla... a escucharla de verdad.  "Ahora tengo una voz, la van a escuchar todos" Gabriela Jaramillo Villamizar René - Residente I’m not ok - Weathers Don’t try suicide - Queen Mad - Yungblud Hermana duda - Jorge Drexler La salvación - Arde Bogotá Be scared with me - Canyon city Same dark places - Jr Jr Sabré olvidar - Silvana Estrada Problems - Weathers Happy pills - Weathers Cabecita loca - Mr. Kilombo Thoughts - sasha Alex sloan Let the bad times roll - the offspring Start a riot - Banners Canción para mi muerte - Sui generis Los malaventurados no lloran - Pxndx Sálvate tu - LosPetitfellas La rumba del tartamudo - Té canela Mi yo cabron - Té canela Kristy, are you doing okay? - The Offspring Can i sleep in your brain - Ezra Furman World spins madly on - The Weepies With a little help from my friends- The Beatles Gives you hell - The all american rejects Sanar - La vela puerca Frágil - La Vela puerca Free - Florence y Machine Maligno - Aterciopelados Escúchala en este link: Cantar llorando, llorar cantado

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Érase una vez un poeta con audífonos

"Érase una vez un poeta" el más reciente poemario de Santiago Rodas es entre muchas cosas un viaje. Y sus sonidos quedan plasmados en esta lista que el autor preparó para que la lectura se complemente con los ritmos de un país diverso y lleno de vida.  1. Busca por dentro de Grupo Niche 2. Loiza de Tego Calderón 3. Lejanía de Lisandro Meza 4. Dextroanfetamina - No quiero ir a la mili de Ilegales 5. Todo bien de Bajo Tierra 6. Pelea de gallos de Antonio Aguilar 7. No Fear de N. Hardem 8. Sin rumbo alguno de Los Rodriguez, Conjunto Clásico y Tito Nieves 9. Sin medir distancias de Diomedez Díaz  10. La pelea con el diablo de Octavio Mesa y su conjunto 11. Jump in the Fire de Metallica 12. Café y petróleo de Ana y Jaime Escúchala en este link: Érase una vez un poeta

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Escucha Numina, una playlist para orarle a los santos paganos.

El nombre que el fotógrafo colombiano Juan Alonso dio a su exposición temporal en el Museo Santa Clara, Numina, es la forma plural del sustantivo latino numen, que originalmente designaba a ciertas deidades romanas. Actualmente, ‘numen’ nombra el poder mágico que puede existir en un objeto. Esta muestra parte de una investigación sobre diversos “santos paganos” de Latinoamérica. Así, entre otros personajes, en Numina vemos imágenes del mexicano Jesús Malverde, un bandolero de principios del siglo pasado; el cacique Guaicaipuro; María Lionza y santa Gilda. El conjunto lo completan otros personajes que, al igual que los ya mencionados, sin ser reconocidos por la iglesia, fueron popularmente declarados santos o santas. Se consuma, pues, en ellos una mezcla entre lo sagrado y lo profano, que cuenta con amplia difusión en toda Latinoamérica. Todos se recogen en la publicación "Mi libro de oraciones" que ahora pueden acompañar de esta banda sonora, una playlist para pedir con fe y fiesta.  1. Gauchito Gil de Nagual 2. Chamo Ratón Miguelito Perez Corte Cale de Odix Super Yei, The Crictnombr 3. El negro Felipe de Los sabaneros de Venezuela 4. María Lionza de Willie Colón y Rubén Blades 5. Saint or Murderer de Andrés Martin, Ramón Amezcua 6. Pablo Escobar de Staar Watson 7.Santísima muerte de Richard Ahumada 8. Ekeko de Miguel Barriga Parra 9. La ayuda de San la Muerte de Luis Lobo 10. Jesús Malverde de Los cadetes de Linares 11. Sarita Colonia de Grupo Maravilla  12. La difunta Correa de El Gaucho Talas 13. Protección de San Simón 14. No es mi despedida de Gilda 15. Guaicaipuro de Dimensión Latina Escúchala completa AQUÍ

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Aurelia en diez canciones

Aurelia (Isla de Libros, 2021) es un largo poema que Mardon Arismendi desarrolla sin interrupciones a través de treinta y dos páginas. El libro ofrece un universo que se debate entre un mundo primigenio y una consciencia contemporánea agobiada por la enajenación. En el transcurso una banda sonora, una música de fondo, unas melodías que acompañan el ritmo poético: jazz, blues, rock, música académica, pop. 1.The Thrill is Gone de B.B. King2. Blue Train de John Coltrane3. Work It Out de Hannah Williams4. Sister of Night de Depeche Mode5. Let´s Take a Walk de Raphael Saadiq6. Misread de Kings of convenience7. Cello Concerto in B Minor de Antón Dvorak 8. Lazy Bird de John Coltrane9. Do Whatever Makes you Feel hot de Tastemakers10. Reflektor de Arcade Fire Escúchala completa AQUÍ   Aurelia de Mardon Arismendi publicado por Isla de libros, 2021

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Diez canciones para intelectuales intransigentes

Agárrense fuerte y déjense llevar por esta playlist de Regine Leveque, que ambienta las historias menos conocidas de los intelectuales de todos los tiempos. Hombres y mujeres notables de los que conoceremos una parte nueva de sus personalidades al ritmo de esta fresca banda sonora. 1. Now I wanna Be a Good boy de Ramones 2. El camino de la humanidad de I.R.A 3. Golden Brown de The Strangiers 4. Playground love de Air 5. One Way Or Another de Blondie 6. Perfect Day de Lou Reed 7. The Ballroom Blitz de Sweet 8. Shiny Happy People de R.E.M 9. Sultans of Swing de Dire Straits 10. It`s My life de Talk Talk pueden escucharla siguiendo este link →→→→→♫♫♫♫ Intelectuales intransigentes de Regine Leveque, Tyto Alba editores.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Entrevista con la editora Ana Cecilia Calle de Himpar editores

Ana Cecilia Calle, editora de Himpar e integrante del colectivo de mujeres DJ Chulita Vinyl Club se animó a responder 10 preguntas sobre su trayectoria profesional y su perspectiva del sector editorial colombiano desde su rol de editora independiente. ¿Quién eres y cómo llegaste a considerar la opción de abrir una editorial? Yo me considero editora de profesión y de oficio, también soy educadora y DJ. Cuando estudiaba literatura en la Universidad Nacional, una de las cosas con las que me daba en la cabeza era con la sensación de que nada de lo que hacía se “veía”. Entonces empecé a pensar en la edición como un proyecto de vida, y como por azar me cayó un trabajo en la Nacional. Ahí empecé a hacer una carrera editorial. Con mis compañeros de Himpar, que eran mis compañeros de pregrado, sentíamos que hacía falta una editorial que se saliera de las artes visuales y tuviera un eje más literario teniendo mucho cuidado editorial en todo el sentido.   Un concepto que marca el diferencial de Himpar Editores en relación con las otras editoriales independientes es que ustedes usan el taller como modo de hacer el catálogo. ¿Podrías ampliar más este concepto? El taller es un espacio de encuentro entre autores y editores, y a mí siempre me ha gustado la forma anglosajona de editar, dejando a los editores ser un poco metiches para trabajar el texto más a profundidad. A nosotros nos gusta trabajar con primeros autores y tenemos la fortuna de tener gente con mucha experiencia en enseñanza de escritura creativa y trabajo de taller literario. Entonces cuando llega un manuscrito de un primer autor hacemos un comité en el que se pondera cuánto taller necesita. Es un tiempo adicional que el autor pasa con nosotros revisando estructura, construcción de personaje y el final de las historias, que usualmente es donde toca trabajar más.   ¿Cómo es tu percepción del cambio que ha tenido la editorial desde sus inicios hasta esta reciente concentración en las nuevas voces literarias? Nosotros montamos la editorial en el 2014 y ese año nos salieron becas para estudiar en el extranjero, entonces la mayoría nos fuimos. Entonces, mantener un proyecto a la distancia mientras uno hace un proyecto doctoral es demencial. Hubo un punto en el 2019 en que estábamos dudando del horizonte del proyecto y decidimos echarle gasolina y ponerlo a andar. Luego cayó la pandemia y sentimos que ya no había vuelta atrás, que íbamos hacia adelante. La edición de Kintsugi, la novela de María José Navia fue muy chévere porque nos dio como un aire nuevo internacional. Después hicimos un proyecto de libro recobrado del siglo XIX, Débora, una novela de Tomás Michelena, que es una voz nueva pero es vieja. Y luego estuvo rondando la idea de abrir una colección de poesía que respondía a un proceso de transformación en el campo de la poesía colombiana, y la idea era que esa colección fuera ampliando el catálogo. En ese momento ya sentíamos que los libros nuestros se reconocían en las librerías. Es decir, que la gente ve un libro de Himpar y ya saben que somos nosotros. Entonces dijimos ‘bueno, ya estamos aquí’, hagámosle. Así que 2020 y 2021 fue como esa consolidación de la intención de traer autoras y autores nuevos. Hubo un momento de volver a pensar el proyecto y la solución fue mandarnos al agua con más textos.   En relación a tu experiencia editorial en otras áreas, para ti qué es eso de ser editora independiente. La independencia es relativa: se puede ver como alguien que se le fritó el seso y cree que puede ayudar al fortalecimiento de un sector que crece con dificultades. Otra manera de ver la edición independiente es: un grupo de gente que considera que los libros merecen ser amados y circulados y apuesta su dinero y su tiempo en ello. Para eso, el editor independiente no debe ser tan ‘independiente’, sino que debe asociarse libremente con otros parecidos. Yo considero que los independientes somos un barrio chiquito que necesita juntarse, en la medida que es mucho el trabajo que hacemos y la remuneración es poca. A mí me gusta trabajar en asocio y por eso Huracán ha sido un parche en el que nosotros como editorial y como empresa apostamos un montón, porque pensamos que es por ahí.   Desde el rol como editora que te has desempeñado en otros sectores, ¿sientes que hay diferenciales de trabajo? Claro, como editora académica uno depende de los flujos de trabajo que haya. Por ejemplo, la manera como se trabaja en Estados Unidos es súper diferente porque las editoriales académicas no le publican a los profesores de sus universidades, mientras que en Colombia sí. En esa medida, en Colombia uno depende de los intereses que tengan los académicos y el dinero que haya disponible. En Estados Unidos se trabaja por disciplinas en las que la editorial es fuerte y las subvenciones vienen de más fuentes que solo la universidad. La ventaja es que el margen de ganancia no dirige la discusión editorial. Además, en Colombia hay lugares buenos para la edición académica como la Universidad Javeriana en donde yo tuve la oportunidad de llevar proyectos nuevos y proponer reestructuraciones a colecciones, por ejemplo. En términos generales, en la edición académica la búsqueda de manuscritos está a la merced de la circulación de conocimiento del entorno en el que se está trabajando. Mientras que en la edición nuestra en Himpar la restricción de dinero le obliga a uno priorizar, pero puede traer de donde quiera.   Himpar sigue teniendo un interés central en el carácter nacional. En ese sentido, ¿cuál viene siendo la apuesta de Himpar, y qué es lo que los termina inclinado hacia una obra en particular? A nosotros nos interesa encontrar narradores y narradoras y poetas que salgan del centro letrado colombiano, que salgan de los temas y la forma de contar que se considera propia y buena en la literatura colombiana. Con esto quiero decir: los relatos que son muy de ciudad que están asociados a cierta clase social o cierta mirada del país. Nuestro deber es ¡salir del andinocentrismo! Es decir, como de que Bogotá es el validador del discurso colombiano. A la larga nos han interesado libros que propician otras lecturas de ese centro o se salen directamente del centro, y nos gustan mucho los relatos que trabajan con el movimiento; nos interesan voces sólidas que se salen del escritor hiperletrado de los Andes colombianos. ¿Cómo manejan la divulgación y presentación del catálogo en un medio que termina siendo andinocéntrico? La construcción misma del catálogo nos ha permitido encontrar una audiencia que “copia” de estos discursos. La mayoría de nosotros vivimos en Bogotá y pertenecemos al ecosistema de medios culturales de Bogotá, aquí hay un sesgo porque los libros que se imprimen en Bogotá, primero circulan en Bogotá y de ahí es que hacen la salida. La construcción de catálogo ha funcionado en la medida que se ve una línea clara y hemos podido tener una audiencia en estos años de la mano de cursos y talleres, más allá de publicar el libro. Creo que esta es una cosa muy necesaria del editor independiente: la vida del libro pasa después de que se pone a circular. Con estos esfuerzos yo creo que ya hay una audiencia que sabe que los libros nuestros van por ahí, que son como un “desvío”. Por el otro lado el cuidado editorial y la permanencia que hemos tenido estos últimos cuatro años permite que estos libros estén circulando. Hay que hacer trabajo de prensa, esto se hace todos los días y nosotros todavía estamos construyendo ese impacto, así que a la larga no te sé decir cómo se rompe ese cerco andinocéntrico hiperletrado, pero ahí vamos.   Desde tu perspectiva (musical y creativa) qué tan necesario es eso de ser cool y asumir esta tarea desde algo más relajado en la edición independiente. Yo siento que abordar la edición independiente como algo cool tiene un pedazo que es sincero y uno que facilitan las redes sociales. Es sincero en la medida en que a nosotros nos gusta hacer libros, leer, que los libros sean chéveres y bonitos, y que sean objetos que alguien desee tener en sus manos. De ahí eso se engancha con el perfil que se crea en las editoriales para que la gente se identifique con el “estilo de vida de lector”. Es decir, que las redes propician la idea de que uno no vende el producto sino “el estilo de vida”. Ahora, a mí me parece que la edición es como una fiesta, y en la fiesta pasan muchas cosas: se necesita quien ponga la casa, quien ponga la música y quien abra el Todo Rico. Hay distintos tipos de fiesta también, hay un tipo de ‘cheveridad’ que a mí me interesa, y otra que no. Me gusta la fiesta en la que la gente puede bailar como quiera, una fiesta en la que van a poner música que otros no conocen y la gente va a disfrutar igual. Porque hay un tipo de cool que es excluyente. Como usualmente en las editoriales somos pocas personas, a uno le toca ser la persona que pone la música y abre el Todo Rico y pone la casa. Pero, también, puede decirle a un amigo, “usted es mejor DJ que yo, por qué no pone la música, mientras yo abro el Todo Rico”. Esa diversificación de roles es clave, y para eso hay que asociarse, para que la fiesta sea más grande.   ¿Qué percibiste del sector independiente colombiano en la reciente feria del libro de Bogotá? ¡Todos teníamos muchas ganas de fiesta! Encontré editoriales que no conocía, proyectos muy bonitos, libros que me traje. De hecho, tengo ahorita en la mano un libro de Círculo abierto de Barranquilla que me pareció muy lindo, es una traducción del portugués. Hay un interés muy grande por los libros objeto. Este interés que había hace diez años, que era como muy indie, está ya consolidado como un estilo. Vi que en la feria el pabellón independiente ha crecido, los proyectos ya están grandes y maduros, uno ve catálogos y ve stands bonitos. Creo que, en lo que viene, tenemos harto trabajo con Huracán, porque la distribuidora se mueve también en ferias más chiquitas. Lo ideal es pensar cómo hacer que este espíritu festivo lo tengamos más veces al año y mantengamos a nuestros lectores enganchados en circular con nosotros y compartir con los autores y los editores. Son cosas que yo siento que nos convienen a nosotros en general: que como gremio nos leamos más y reconozcamos el valor de nuestro trabajo y de juntarnos para hacer más fiesta.   ¿Habrá más de Himpar este año? Los libros hay que hacerlos vivir en la postferia, que ese es el reto cuando hay feria, entonces nuestras novedades están recién salidas del horno, y estamos planeando cositas con ellas. Sí estamos organizando cositas para las cinco novedades y de pronto hay una sorpresa a final de año.   A modo de cierre y aplicando su prédica de conocernos más y recomendarnos más, Ana nos deja tres libros recomendados: Enheduanna, del escritor brasilero Roger Mello, publicado por la editorial Círculo Abierto, de Barranquilla. El fuego que quería, de la poeta Tanía Ganitsky, uno de los libros de la colección de ensayos del laboratorio de creación de La diligencia libros. El ultimo soneto y nos vamos, del escritor Camilo Roldán, publicado por Hao rotativo de letras.

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Temblar en diez canciones, una playlist de Ana López H.

La escritora Ana López H. nos brinda una selecta lista de canciones para acompañar su poemario "Aquí donde tiemblo". Este poemario es una búsqueda, una entrega. Un recuento del dolor y las preguntas que año a año me han ido atravesando cada célula y que busco diluir en el acto de nombrar. 1. Zamba para olvidarte - Mercedes Sosa, Diego Torres2. Triángulo - iLe3. Todo Homem (ao vivo)- Zeca Veloso, Caetano Veloso4. A Heart Like Hers - Mac Demarco5. Weird Fishes/Arpeggi - Radiohead6. Pictures On A Screen - Kae Tempest7. Oh qué será - Willie Colón8. Dearest Alfred - Khruangbin9. Come To Me - Bjork10. Kanzeon - Yogetsu Akasaka Sigan por este link para que disfruten de la selección músical: ♪♪♪♪♪♪               Aquí donde tiemblo, Ana López H. Editorial Sincronía. 2021

Source LogoEl cuarto plegable
News Image

Lo más inescrutable*

Desentrañamos lo inescrutable con la metáfora, con la asignación de sentido, a través de transmutar lo que aparece en lenguaje. Aún así, no todos los fenómenos que componen el mundo se nos aparecen bajo el mismo hermetismo, no todo parece tener la misma complejidad. Lo paradójico es que muchas veces aquello que nos parece lo más elemental resulta ser también lo más inescrutable. De eso creo que trata El velo que cubre la piedra, de Ignacio Piedrahíta. No es porque sea geólogo que Piedrahita escogió la piedra para hilar los veintiocho capítulos cortos que componen su libro. Mucho menos se trata del primer escritor en hacer de la geografía un tema; en el arte y la literatura de la modernidad, en especial durante el Romanticismo, abundan las obras con largas contemplaciones de la geografía. Es decir, Piedrahita hace parte de una larga tradición de escritores y artistas que, casi siempre mediante la contemplación, encontraron en la piedra la manifestación más clara de la elementalidad inescrutable del mundo. Exceptuando a escritores como Humboldt o Goethe, la diferencia es que en la literatura moderna la geografía suele aparecer como la otredad más radical del ser humano, mientras que, por sus conocimientos en geología, Piedrahíta puede leer los signos de un mundo mineral que para la mayoría es invisible, lo que a su vez le permite atestiguar lo cerca que pueden llegar a estar la inescrutabilidad de la piedra y la pregunta por lo humano. “La piedra carece de mundo. Las plantas y animales tampoco tienen mundo, pero forman parte del velado aflujo de un entorno en el que tienen su lugar”, dice Heidegger en El origen de la obra de arte. Por el contrario, dice Piedrahíta, “La exploración de la roca invita a partirla para apreciar su arquitectura interior” (…) “La roca es afuera y adentro y en todas dimensiones, en cualquiera de sus infinitas caras se halla un ambiente, una atmósfera del pasado remoto”.   No es que para Piedrahíta la piedra no sea lo más cerrado, lo más inescrutable, por eso afirma que no hay disección en la exploración de la piedra abierta a martillazos, pues no son sus órganos internos lo que aparece cuando la abrimos sino “una nueva superficie que es la misma superficie de la piedra”. Es solo que, para él, la piedra es también y al mismo tiempo lo más abierto y lleno de mundo y de sentido. Por eso no es al Romanticismo a donde nos remite, sino a los alquimistas y su fe en la transmutación. El velo que cubre la piedra no es un tratado científico de geología, pues en ese caso sería lo opuesto a la alquimia. Es más bien que, consiente de que la noción de transmutación de los alquimistas no se refería solo a la transformación de un mineral en otro sino al carácter transmutable del mundo, Piedrahíta señala constantemente la relación entre los procesos geológicos y la naturaleza mudable de nuestras vidas. Muchas veces los capítulos parten de un saber científico sobre la piedra, pero solo para enfatizar aquello que escapa a ese mismo saber; enfatizan lo maravilloso y enigmático del mundo. Por ejemplo, sus páginas nos recuerdan que una piedra es magma fundido que, luego de miles de años, se cristaliza; el texto se detiene en lo maravilloso de este proceso, es decir, que la piedra fue líquida. Otras veces un capítulo inicia con las causas geológicas que determinaron las formas de las montañas de Medellín, y termina hablándonos de artistas, escritores, vecinos del barrio o anécdotas íntimas en las que Piedrahíta recuerda que alguna vez fue joven. Piedrahíta hace de la transmutación el velo que hila los capítulos de su libro y anuda todos los aspectos de la vida. Y es esta noción que atraviesa el texto lo que le permite, en uno de los capítulos, relacionar la violencia que subyace a los procesos geológicos, ocultos siempre bajo la aparente inmutabilidad de la montaña, con lo que él llama la “brutal anatomía subterránea” en las pinturas de Rothko. En otro capítulo nos recuerda que, en 1815, en Indonesia, sucedió la mayor explosión volcánica registrada por la humanidad, la explosión del Tambora, en la que el volcán perdió mil de sus cuatro mil metros de altura y cuyo estallido se escuchó a 1 500 kilómetros de distancia. La hipótesis poética de Piedrahíta, como quizá sean todas las hipótesis, es que los cambios climáticos que generó la explosión en casi toda la Tierra influyeron en el ánimo y la percepción de artistas y escritores, lo que desembocó en la creación de obras como Frankestein, el poema Darkness de Byron y hasta determinó un giro radical en la obra del pintor William Turner. Desde los intentos por imponer el uso del automóvil en las trochas escarpadas de la Medellín de finales del XIX, hasta la competencia entre los marineros Roald Amundsen y Robert Scott por alcanzar “ese laberinto sin paredes que son los vastos campos de nieve de la Antártida”, la batalla que se ha impuesto el ser humano por doblegar la geografía en nombre del progreso también aparece en El velo que cubre la piedra. Es entrelazando los procesos geológicos y la noción de transmutación como Piedrahíta puede hablar de Milton Resnick, un pintor abstracto, amigo de De Kooning, Kline y Reinhardt, pero que no tuvo el mismo reconocimiento de sus compañeros. Teniendo en cuenta que la perseverancia y el fracaso también hilan este libro, es probable que Piedrahíta esté hablando de sí mismo cuando dice que para Resnick el proceso creativo era un proceso de crecimiento que oscilaba entre el éxito pasajero, el hundimiento y el acto de reunir fuerzas para no acomodarse en un estilo que, si bien le habría traído ese éxito pasajero, también significaba el estancamiento como artista. Piedrahíta también recuerda que Resnick se suicidó a los 87 años, “cuando los dolores de la antigua bala alojada en su espalda ya no lo dejaban en paz”.    La muerte y el fin del mundo no solo hacen parte de la transmutación, sino que quizá sean sinónimos y, por lo tanto, ambos también están presentes en El velo que cubre la piedra. En un capítulo el fin del mundo aparece en la forma de un aguacero que se precipita sobre el autor durante una de sus múltiples caminatas, en otro lo hace en el poema Fuego y Hielo, donde el poeta Robert Frost se pregunta si la Tierra desaparecerá incinerada o petrificada por el hielo. Tal vez, junto con la piedra, lo más inescrutable y elemental, y por ello lo más difícil de aceptar sea la muerte, ese fenómeno al que le hemos otorgado el sentido de transmutación más radical, es decir, el del paso de un mundo fundamentalmente material a uno puramente espiritual. De vez en cuando El velo que cubre la piedra nos enseña que, según la dirección, la dimensión y las junturas de los cristales de una piedra se puede saber el origen químico y el pasado de su materia; también nos recuerda que, cuando hablamos de geología, de historia o cuando rememoramos nuestra vida, el pasado se ensancha como las eras. Por eso este libro es sobre posar los sentidos en lo cotidiano y desde allí contemplar la metamorfosis del mundo a lo largo de temporalidades geológicas. La rotación de la Tierra. El herrumbrado paso del tiempo. _______________________ *Juan Nicolás Donoso, escritor, fotógrafo, magíster en filosofía. Autor de las novelas Coprófago Paradise (Caín Press) y Siberia (Animal Extinto)

Source LogoEl cuarto plegable