
El asesinato de B-King y Regio Clown trascendió la noticia criminal para convertirse en un tema viral, impulsado por las denuncias de amenazas, las defensas públicas entre influenciadores y las íntimas confesiones de Marcela Reyes. El caso evidencia cómo una tragedia puede ser amplificada y reconfigurada en el ecosistema de las redes sociales, manteniendo el interés público a través de una mezcla de dolor, especulación y revelaciones personales.