
La confirmación de al menos cinco ataques letales por parte de EE.
UU. contra presuntas narcolanchas en el Caribe ha resultado en más de 20 muertes, justificadas por Washington como una lucha contra el narcoterrorismo. Estos operativos han escalado las tensiones geopolíticas y han generado serios cuestionamientos sobre su legalidad y el uso de la fuerza militar en la región.










