
La muerte de la familia bogotana en un hotel de San Andrés fue causada por la inhalación del gas tóxico fosfina, utilizado en una fumigación. El hotel responsabiliza a la empresa contratista, mientras la investigación oficial avanza para esclarecer las fallas en los protocolos de seguridad que derivaron en la tragedia, generando un debate nacional sobre la protección a los turistas.










