
El enfrentamiento entre la Alcaldía de Santa Marta y la Gobernación del Magdalena por la legalidad de obras públicas ha provocado la paralización de proyectos clave. Mientras la Gobernación alega un bloqueo político, la Alcaldía insiste en la falta de permisos legales, dejando a las comunidades en medio de una incertidumbre que retrasa el desarrollo urbano.










