
A pesar de los esfuerzos del gobierno distrital y la presentación de cifras que muestran una reducción en los homicidios, Santa Marta enfrenta un desafío de seguridad complejo. La persistencia de crímenes violentos y la extorsión, especialmente en zonas rurales, indica que la percepción de inseguridad continúa siendo un problema latente para los ciudadanos.