
La transición en la administración del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón a la Aerocivil representa un significativo golpe financiero para Palmira, que pierde cerca de 32 mil millones de pesos anuales. Líderes regionales, encabezados por la gobernadora Toro, buscan una compensación a través de inversión social para mitigar el impacto. La situación ha generado incertidumbre sobre proyectos de modernización y empleo, lo que ha escalado a un debate de control político a nivel nacional para definir el futuro de la terminal.