
Los sismos, aunque no causaron daños materiales graves en Cúcuta, pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de la ciudad ante fenómenos naturales transfronterizos y la efectividad de los protocolos de emergencia. La experiencia sirvió como un recordatorio para la ciudadanía sobre la importancia de mantener la calma y seguir las recomendaciones de las autoridades.