
El bloqueo de la vía Ocaña-Cúcuta se resolvió mediante un acuerdo entre la comunidad de El Tarrita y la UNGRD, que prometió ayudas económicas. Aunque se restableció el tránsito, la solución a largo plazo para los damnificados sigue pendiente, y la amenaza de nuevas protestas persiste si el gobierno no cumple con los compromisos de reasentamiento y reconstrucción.