
La protesta de la comunidad Motilón-Barí en Cúcuta visibiliza un conflicto histórico por el territorio y el incumplimiento de fallos judiciales, escalando la presión sobre el Gobierno Nacional para que atienda directamente sus reclamos de derechos básicos y ancestrales. La respuesta de las autoridades locales se ha centrado en la asistencia humanitaria y la seguridad, mientras la solución de fondo sigue en manos del ejecutivo nacional.