
La adquisición de Electronic Arts por 55.000 millones de dólares por parte de un consorcio liderado por el fondo soberano de Arabia Saudita privatiza a la gigante de los videojuegos. La operación, que mantiene a Andrew Wilson como director ejecutivo, representa una de las mayores incursiones de Arabia Saudita en la industria global del entretenimiento digital y se espera que redefina el futuro financiero y creativo de la compañía.