
La creciente presencia militar de EE.
UU. en el Caribe y las acciones letales directas han llevado la relación con Venezuela a un punto crítico. Las amenazas recíprocas entre Donald Trump y Nicolás Maduro aumentan el riesgo de un conflicto armado, mientras la región observa con preocupación una escalada que combina la lucha antidrogas con una fuerte presión geopolítica.










