
La fractura de tibia de Kevin Mier representa un duro golpe para sus aspiraciones personales y para los planes de Cruz Azul y la Selección Colombia. La larga recuperación, estimada entre cuatro y seis meses, lo deja fuera de competencias clave y genera incertidumbre sobre su llegada al Mundial 2026, representando una baja sensible para el arco del combinado nacional.









