
La acumulación de criptomonedas en tesorerías corporativas ha superado la marca de los 100.000 millones de dólares, impulsada por adquisiciones significativas de empresas como Strategy y OranjeBTC en América Latina. Aunque esta estrategia conlleva riesgos de mercado, como lo demuestra la caída de Fitell, la tendencia de reestructuración de empresas para adoptar tesorerías de activos digitales sigue en aumento, señalando un cambio estructural en la gestión de activos corporativos.