
La apertura de los Centros de Recuperación Nutricional en La Guajira marca un avance significativo en la lucha contra la desnutrición infantil, al integrar la participación comunitaria y el respeto cultural.
Este modelo no solo salva vidas, sino que empodera a las comunidades wayuu como gestoras de su propio bienestar, estableciendo un precedente de atención con enfoque de derechos y pertinencia étnica.










