Papa León XIV llama a legisladores católicos a poner la conciencia y la dignidad humana en el centro del poder

En diversas audiencias y comunicados, el Papa León XIV ha hecho un llamado a reflexionar sobre el verdadero sentido del desarrollo, criticando un modelo basado en el crecimiento ilimitado y la acumulación material. Según el Pontífice, la obsesión por la riqueza conduce a una visión reducida del ser humano, marcada por el individualismo. En contraposición, propone un modelo de vida fundamentado en la comunión, la solidaridad y el servicio, afirmando que “el florecimiento humano integral se alcanza no en la acumulación, sino en la fraternidad y el compartir”. Dirigiéndose a la Red Internacional de Legisladores Católicos, el Papa les pidió trabajar por leyes que sirvan a la dignidad de la persona y rechazar la idea de que nada puede cambiar. Los instó a poner la conciencia y la dignidad humana en el centro del poder para construir un orden social guiado por una “política y economía de la esperanza”.

Esta visión busca responder a las crisis contemporáneas, evidenciando los límites del modelo de consumo y proponiendo un horizonte donde se priorice al ser humano. La preocupación del Pontífice por los más vulnerables también se manifestó al recibir a una delegación del Grupo de Refugiados de Chagos, donde reconoció sus sufrimientos y su lucha pacífica por sus derechos. En otro encuentro con institutos de vida consagrada, reflexionó sobre la importancia de transmitir los valores de la Sagrada Familia a las familias de hoy, destacando el llamado a ser “signo y profecía”. En su mensaje general, León XIV subraya que la riqueza de una sociedad no se mide en cifras económicas, sino en el bienestar de sus ciudadanos, especialmente los más frágiles. Insiste en que la existencia humana cobra sentido cuando se convierte en un don para los demás y que el verdadero tesoro reside en la capacidad de entregar con generosidad, construyendo un futuro donde la riqueza se mida en fraternidad y amor.