Verónica Alcocer regresó a Colombia tras permanecer varios meses en Suecia



La primera dama de Colombia, Verónica Alcocer, regresó al país este martes 16 de diciembre de 2025, tras permanecer aproximadamente dos meses en Estocolmo, Suecia. Su retorno se manejó con total reserva a través de una “operación discreta” que facilitó su salida de Europa y su ingreso al Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, según informaron diversos medios. Algunas fuentes señalan que su llegada se produjo el domingo 14 de diciembre.
Hasta el momento, la Presidencia de la República no ha emitido un comunicado oficial sobre los detalles del viaje o su agenda futura. La prolongada ausencia de Alcocer se debió a su inclusión en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, conocida como Lista Clinton, que restringe a individuos presuntamente vinculados con actividades ilícitas.
Esta situación le generó dificultades de viaje, al punto que, según una fuente, ninguna aerolínea estaba dispuesta a venderle tiquetes aéreos. El presidente Gustavo Petro había expresado públicamente su intención de reunirse con su familia, lo que generó especulaciones sobre complejas alternativas para su regreso, como un viaje a través de Rusia y Cuba. Tras su llegada a Bogotá, Alcocer se dirigió a la Casa de Nariño.
Allí, realizó un recorrido por varias dependencias del palacio presidencial para saludar a los funcionarios y transmitirles un mensaje de Navidad y Año Nuevo.
Durante su estancia en Suecia, la primera dama enfrentó varias polémicas.
Un reportaje del diario sueco Expressen señaló que llevaba una vida de lujos, con gastos de hasta 1.2 millones de pesos diarios en alojamiento, acusación que el presidente Petro negó asegurando que no se usaban dineros públicos.
En respuesta, Alcocer se pronunció en sus redes sociales denunciando una “persecución y calumnia”. También fue mencionada en versiones sobre una posible influencia en la compra de aviones Gripen a la empresa sueca Saab, aunque tanto el Gobierno como la compañía negaron su intervención.















