La visita de Bin Salmán a la Casa Blanca: Entre inversiones estratégicas y la sombra del caso Khashoggi



El 18 de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca al príncipe heredero y gobernante de facto de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán.
La visita, la primera del príncipe en siete años, buscaba relanzar la relación bilateral, fracturada desde 2018, y tenía en su agenda tres temas principales: defensa, cooperación en energía nuclear e inteligencia artificial.
Entre los anuncios destacados se incluyó la posible venta de cazas F-35 y nuevos acuerdos de seguridad. Durante el encuentro, se confirmó una inversión de hasta un billón de dólares por parte de Bin Salmán en Estados Unidos, principalmente en los sectores de tecnología e inteligencia artificial. Este millonario anuncio se produjo en un contexto en el que la administración republicana busca cerrar varios acuerdos con el reino saudí, a pesar de las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos que pesan sobre este. Sin embargo, la reunión estuvo marcada por la controversia en torno al asesinato del periodista y columnista de 'The Washington Post', Jamal Khashoggi, ocurrido en el consulado saudí en Estambul en 2018. El presidente Trump intentó restar importancia al caso y defendió públicamente al príncipe heredero, contradiciendo las conclusiones de los servicios de inteligencia estadounidenses, como la CIA, que en 2021 determinaron que Bin Salmán probablemente aprobó el asesinato.
Trump utilizó frases polémicas como “A mucha gente no le gustaba ese caballero” para minimizar el hecho.
La tensión fue palpable durante un encuentro con la prensa, cuando una periodista le preguntó directamente a Bin Salmán sobre su participación en el asesinato de Khashoggi. La pregunta generó una reacción de enojo por parte de Trump, mientras que el príncipe heredero adoptó una postura diferente, aunque no se detallan sus palabras exactas en los artículos.










