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Trump delinea nueva doctrina militar centrada en amenazas internas y externas

El presidente Donald Trump se dirigió a más de 800 altos mandos militares en Virginia para presentar una nueva doctrina para las Fuerzas Armadas, enfocada en combatir lo que denominó una "invasión desde dentro" y en proyectar la fuerza estadounidense en el extranjero, incluyendo advertencias directas a Venezuela.

En una inusual reunión celebrada el 30 de septiembre en la Base del Cuerpo de Marines de Quantico, Virginia, el presidente Donald Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, expusieron ante cientos de generales y almirantes los pilares de su nueva visión militar. Trump destacó sus logros en la resolución de siete conflictos internacionales en ocho meses y prometió un presupuesto de un billón de dólares para las fuerzas armadas en 2026, al tiempo que celebró haber superado en un 106 % los objetivos de reclutamiento del año, el mejor resultado "en mucho más de una generación". El eje central del discurso de Trump fue la existencia de una supuesta "invasión desde dentro", una amenaza que consideró más difícil de combatir que un enemigo extranjero. En este contexto, defendió el despliegue de militares en ciudades estadounidenses, a las que calificó de "campos de entrenamiento", y señaló específicamente a urbes gobernadas por demócratas como San Francisco, Chicago y Nueva York, prometiendo "ponerlas en orden una por una". El mandatario ha recibido críticas por este énfasis en el uso interno de las fuerzas militares. En el ámbito internacional, Trump advirtió que cualquier enemigo que desafíe a Estados Unidos "será aplastado por la violencia".

Dirigió amenazas específicas al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, calificando al país de "muy peligroso" por las drogas y no descartando la posibilidad de realizar ataques en territorio venezolano para combatir a los carteles. También mencionó que su gobierno está restableciendo el enfoque en derrotar las amenazas en el hemisferio occidental. Por su parte, el secretario Pete Hegseth instó a los mandos a "prepararse para la guerra" como única vía para garantizar la paz, calificando el pacifismo de "ingenuo y peligroso". Anunció un cambio radical en la cultura militar, eliminando lo que llamó "basura ideológica" para recuperar el "estándar masculino".

Las nuevas directrices de reclutamiento y entrenamiento se basarán en la capacidad física masculina y se prohibirán los "generales gordos" y las barbas.