Tensión en el Caribe: El despliegue militar de EE. UU. y el silencio de Trump elevan la incertidumbre sobre Venezuela



La tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha escalado significativamente tras el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford, el buque de guerra más grande del mundo, en aguas del Caribe. La movilización, que se enmarca en una operación estadounidense contra el narcotráfico, coincide con declaraciones del presidente Donald Trump, quien aseguró haber tomado ya una decisión sobre posibles acciones militares contra el gobierno de Nicolás Maduro, aunque sin ofrecer detalles. El gobierno venezolano interpreta este movimiento como una amenaza directa y un plan para derrocar a Maduro, por lo que anunció su propio despliegue militar para responder a lo que califica de “amenazas imperiales”.
La situación se intensificó con el lanzamiento oficial de la operación ‘Lanza del Sur’ por parte del jefe del Pentágono, Pete Hegseth. El USS Gerald Ford, un navío de propulsión nuclear con más de 335 metros de eslora y tecnología de punta, se unió a otros buques estadounidenses en la zona, reforzando la capacidad militar de Washington en la región. Este portaaviones, que puede operar durante años sin reabastecerse, ha superado pruebas de resistencia extremas, demostrando su capacidad de supervivencia en combate.
Paralelamente, el presidente Trump ha contribuido a la incertidumbre.
Tras una reunión con altos mandos del Pentágono y a bordo del Air Force One, afirmó en repetidas ocasiones que ya definió su postura frente a Venezuela, vinculando sus planes a la necesidad de “frenar el flujo de drogas”. En sus declaraciones también mencionó a Colombia y México en el contexto de su estrategia antinarcóticos.
La falta de precisiones por parte de la Casa Blanca, sumada a la imponente presencia militar, configura un escenario de alta tensión que es observado con preocupación por los gobiernos de América Latina.










