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Un bebé de 11 meses falleció tras ser trasladado desde el centro infantil privado Art Kids a un centro asistencial en La Calera. Según el reporte del Hospital Divino Salvador de Sopó, el menor ingresó sin signos vitales, con labios cianóticos, ausencia de pulso y de reflejos. A pesar de la activación de un código azul pediátrico y de las maniobras de reanimación que se extendieron por cerca de treinta minutos, se confirmó su fallecimiento. La familia del niño denuncia una posible negligencia, asegurando que fue entregado en perfecto estado de salud esa mañana y que su muerte pudo haberse evitado con protocolos de atención oportunos. La madre recibió una llamada del centro infantil informándole que su hijo estaba en urgencias, y posteriormente se le comunicó que habría sufrido una broncoaspiración.
Los familiares también señalaron haber notado rastros de sangre en el cuerpo del bebé en el centro médico. La Fiscalía General de la Nación y el CTI asumieron la investigación, procediendo a sellar las instalaciones del centro para recolectar pruebas. El cuerpo del menor fue trasladado a Medicina Legal para la respectiva necropsia que determine las causas exactas de la muerte. El alcalde de La Calera, Juan Carlos Hernández, expresó sus condolencias y garantizó la colaboración de la administración. Por su parte, la secretaria de Educación municipal, Mayerli Moreno, aclaró que el establecimiento no era un jardín infantil formal sino un centro de desarrollo infantil, lo que limita las labores de control de las autoridades.
Este suceso ha generado gran indignación en la comunidad.
Familiares y vecinos organizaron una velatón en memoria del bebé.
Han surgido testimonios de otros padres sobre presuntos antecedentes de negligencia en el mismo lugar, incluyendo casos de niños con quemaduras por pañalitis y hematomas sin explicación.
Además, se denunció que las responsables del centro habrían retirado letreros del lugar tras conocerse el deceso.