Cooperación y Contraste: La Cumbre CELAC-UE en Santa Marta busca un nuevo equilibrio global entre alianzas y ausencias



Durante el 9 y 10 de noviembre de 2025, Santa Marta, Colombia, se convirtió en el epicentro diplomático de la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE). El encuentro, que reunió a representantes de los 33 países de América Latina y el Caribe y los 27 de la Unión Europea, tuvo como objetivo principal reactivar la alianza birregional y establecer una agenda común frente a los desafíos globales. La cumbre fue copresidida por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su calidad de presidente pro tempore de la CELAC, y por el presidente del Consejo Europeo, António Costa. En su discurso de apertura, el mandatario colombiano defendió el multilateralismo y la cooperación. La agenda se centró en temas estratégicos como la transición energética, la innovación digital, la sostenibilidad ambiental, la seguridad y la justicia social. Entre los acuerdos alcanzados destaca el compromiso de aumentar la inversión conjunta en programas de economía verde, educación digital y biodiversidad, así como la creación de estrategias comunes para combatir economías ilícitas. Al evento asistieron numerosos jefes de Estado, cancilleres y representantes diplomáticos, incluyendo a los primeros ministros de Portugal, Finlandia, Países Bajos y Croacia, junto a altos funcionarios de la UE como Kaja Kallas.
Por parte del Caribe y América Latina, participaron delegaciones como las de Cuba, San Cristóbal y Nieves, Barbados y Guyana. Sin embargo, el encuentro estuvo marcado por la ausencia de mandatarios de potencias regionales como México, Brasil y Argentina, lo que, según analistas, restó fuerza política al evento y generó interrogantes sobre la cohesión del bloque latinoamericano. A pesar de las tensiones y las ausencias, la cumbre en Santa Marta reafirmó la voluntad de construir una relación birregional más equitativa y sostenible.
El encuentro, que representa a un mercado con un comercio de 390.000 millones de euros anuales, concluyó con un llamado a fortalecer el diálogo y la cooperación para edificar un nuevo equilibrio global basado en el respeto mutuo y el consenso.









