Entre Ajustes y Archivos: La Reforma Tributaria del Gobierno Petro Enfrenta un Futuro Incierto en el Congreso



El proyecto de reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro se encuentra en una encrucijada legislativa, amenazado por dos ponencias de archivo radicadas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. La representante Katherine Miranda, del partido Alianza Verde, y el senador Efraín Cepeda, del Partido Conservador, lideran los esfuerzos para hundir la iniciativa, argumentando que esta golpea el bolsillo de las clases media y baja, afecta a los hogares y empresas, y desincentiva la inversión. En un intento por salvar el proyecto, fundamental para financiar un déficit de 16 billones de pesos en el Presupuesto General de la Nación de 2026, el Ministerio de Hacienda presentó una versión modificada. La meta de recaudo se redujo de los 26 billones de pesos originales a 16,3 billones. Entre los ajustes más significativos se encuentra la reducción del impuesto a la cerveza, que ahora tendría una tarifa del 15 % por grado de alcohol en lugar del 30 % propuesto inicialmente para todas las bebidas alcohólicas.
Además, se eliminó el IVA a los combustibles y se limitó el impuesto a las compras virtuales de bajo monto, aplicando solo a transacciones superiores a 100 dólares. No obstante, la propuesta del Gobierno mantiene gravámenes como el impuesto al patrimonio, el incremento progresivo del impuesto de renta, la sobretasa al sector financiero y los impuestos a licores, cigarrillos, vapeadores y al carbono.
A pesar de estas concesiones, el ambiente político sigue siendo adverso, especialmente en un año electoral. La ponencia de archivo en el Senado, presentada por Cepeda, cuenta con la firma de diez senadores de la Comisión Tercera, incluyendo miembros de los partidos Liberal, Conservador, La U, Centro Democrático y Cambio Radical. En la Cámara, la propuesta de Miranda también ha ganado tracción. El futuro de la reforma es incierto y el tiempo apremia, ya que el Congreso tiene hasta el 16 de diciembre para debatirla y aprobarla antes del receso legislativo. El proyecto ya sufrió un aplazamiento en su primer debate por un error administrativo.
La próxima sesión conjunta de las comisiones económicas será decisiva, pues si una sola de ellas aprueba el archivo, la reforma se hundirá por completo.
Mientras tanto, desde la oposición se plantean alternativas como un recorte del gasto público.









