Choque en Miss Universo: El altercado que cuestiona el discurso de empoderamiento femenino



La controversia se originó en Bangkok durante una ceremonia previa a la gala principal de Miss Universo 2025. Nawat Itsaragrisil, un directivo clave de la organización en Tailandia, confrontó públicamente a Fátima Bosch, representante de México, por supuestamente no haber compartido suficiente contenido promocional sobre el país anfitrión en sus redes sociales. Lo que inició como un llamado de atención escaló rápidamente a un enfrentamiento en el que Itsaragrisil, micrófono en mano, insultó y gritó a la concursante frente a más de un centenar de aspirantes y asistentes. En videos que se viralizaron, se escucha al directivo ordenarle a Bosch que se callara ("Cállate") y, según reportes, la habría llamado "tonta" o "idiota".
Durante el incidente, que tuvo lugar en el hotel Chatrium Riverside Bangkok, Fátima Bosch intentó defenderse con calma, pero fue interrumpida repetidamente. En un acto de solidaridad, otras candidatas se levantaron en señal de apoyo, lo que provocó que Itsaragrisil amenazara con expulsarlas y ordenara al personal de seguridad que las retirara del salón. Además, el directivo afirmó que George Figueroa, director de Miss México, había sido expulsado del país por un supuesto comportamiento "grosero", una acusación sobre la que Figueroa no se ha pronunciado. Visiblemente afectada pero manteniendo la compostura, Bosch declaró a la prensa que el trato recibido fue "inaceptable" y que el conflicto se debía a problemas entre Itsaragrisil y la organización mexicana.
"El mundo tiene que ver esto, porque somos mujeres empoderadas y esta es una plataforma para usar nuestra voz.
Nadie podrá callar mi voz", afirmó, convirtiéndose en un símbolo de resistencia.
La agresión generó una ola de apoyo internacional. La organización de Miss Universe Colombia emitió un comunicado calificando el suceso como "un día complejo" y elogiando la valentía de Bosch por alzar la voz por todas las mujeres. El pronunciamiento subrayó que el certamen debe ser una celebración del empoderamiento y la libertad de expresión. Como consecuencia del escándalo, el presidente de Miss Universe anunció que se tomarán sanciones y acciones legales contra Nawat Itsaragrisil, abriendo un profundo debate sobre las dinámicas de poder y la autenticidad del discurso de igualdad en los concursos de belleza.












