La Guía del Papa León XIV: Un Llamado a la Protección, la Esperanza y la Fe Viva

El Papa León XIV ha dirigido una serie de mensajes a diversos estamentos de la Iglesia, enfocándose en la crucial necesidad de proteger a los menores y vulnerables, al tiempo que exhorta a los diplomáticos y biblistas a ser portadores de esperanza y testimonio vivo del Evangelio.

El Papa León XIV reafirmó su compromiso con la prevención de abusos dentro de la Iglesia a través de un mensaje enviado a los participantes del encuentro "Construir comunidades que protejan la dignidad", organizado por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. En su comunicación, el pontífice destacó que el tema es muy cercano a su corazón y valoró el compromiso de los asistentes para compartir experiencias sobre cómo prevenir toda forma de abuso y rendir cuentas "con verdad y humildad". Exhortó a continuar con este esfuerzo para que las comunidades eclesiales se conviertan en ejemplos de confianza y diálogo, donde cada persona, especialmente los menores y los más vulnerables, sea respetada, escuchada y valorada. Este llamado se enmarca en una serie de acciones recientes del Papa para abordar esta problemática. El pasado 8 de noviembre, se reunió durante casi tres horas con quince víctimas de abusos por parte del clero procedentes de Bélgica, en un diálogo calificado como "profundo y doloroso". Asimismo, el 20 de octubre recibió en el Vaticano a miembros de la Junta Global de Víctimas de Abusos (ECA), una organización que representa a personas de más de 30 países. Con estos gestos y mensajes, León XIV continúa su llamado a la protección de los menores. Además de su enfoque en la protección de menores, la agenda del Papa incluyó encuentros con otros grupos. Con motivo de su Jubileo, se reunió con los colaboradores de las delegaciones papales, agradeciéndoles su arduo trabajo en regiones con dificultades e inestabilidad.

Los instó a no caer en el aislamiento y a ser "peregrinos de la esperanza", llevando la atención pastoral donde falta la paz. En otro encuentro, con la Federación Bíblica Católica, el pontífice los exhortó a convertirse en una "carta viva escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios", para dar testimonio del Evangelio en el mundo.