Open Finance y Pagos Inmediatos: La Revolución que Redefine la Banca en Colombia y América Latina



El sector financiero de América Latina atraviesa una profunda transformación impulsada por el Open Finance o finanzas abiertas, una evolución del Open Banking.
Este modelo propone un ecosistema conectado donde los usuarios son los dueños de su información financiera —incluyendo no solo cuentas bancarias, sino también ahorros, inversiones, pensiones y seguros— y tienen el derecho de compartirla de forma segura con los proveedores que elijan. Esta transición redefine los datos financieros como un derecho portable del consumidor, rompiendo los silos de información tradicionales.
Este cambio ha sido catalizado por marcos regulatorios en toda la región.
Mientras México fue pionero con su Ley Fintech de 2018 y Brasil implementó un modelo obligatorio por fases desde 2021, Colombia avanza con el Decreto 1297 de 2022 y un proyecto de decreto para consolidar un sistema obligatorio.
Paralelamente, los sistemas de pagos inmediatos, que procesan transferencias en segundos y operan 24/7, se han vuelto fundamentales. Ejemplos como PIX en Brasil y Transfiya en Colombia (reemplazado en septiembre de 2025 por un nuevo sistema llamado Bre-B) ilustran esta tendencia, habilitada por nuevas infraestructuras como el 'Payments Hub' de Minka.
Los beneficios de esta modernización son tangibles.
Para los consumidores, significa acceso inmediato a fondos, mayor control financiero y menores costos, abordando quejas comunes como la demora en la aplicación de pagos. Para las empresas, mejora el flujo de caja y reduce la fricción operativa. Este nuevo paradigma de bajo costo erosiona las fuentes de ingreso tradicionales de los bancos, como las comisiones por transacción, y nivela el campo de juego, permitiendo que las fintech compitan con base en la innovación y la experiencia del usuario, como lo demuestra el crecimiento de bancos digitales como Openbank. En este ecosistema, las fintech han ganado protagonismo.
Casos de éxito regionales como NuBank y Mercado Pago, junto a plataformas colombianas como Nequi, Daviplata y DRUO —que recientemente obtuvo financiamiento para expandir su red de pagos por débito directo—, demuestran el potencial del sector. Por su parte, los bancos tradicionales enfrentan el desafío de modernizar sus sistemas heredados y adaptar su cultura.
Sin embargo, también tienen la oportunidad de aprovechar la confianza de sus clientes para posicionarse como integradores de servicios en este nuevo entorno abierto. El futuro apunta hacia una "economía programable", donde las finanzas abiertas se expandirán hacia un modelo de "Open Data", y tecnologías como la inteligencia artificial y las monedas digitales de bancos centrales definirán la próxima década.









