Ataques con drones en Bajo Calima, Buenaventura

Las disidencias de las Farc perpetraron un nuevo ataque con drones cargados de explosivos en el Bajo Calima, Buenaventura, dejando heridos a un militar y a una civil, y evidenciando la intensificación de la violencia en esta región del Pacífico colombiano.

Un nuevo ataque terrorista con drones sacudió la zona rural del corregimiento de Bajo Calima, en Buenaventura, Valle del Cauca.

El hecho, ocurrido entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre, fue atribuido al frente 'Jaime Martínez' de las disidencias de las Farc. Los artefactos explosivos, lanzados desde los drones, iban dirigidos contra tropas del Batallón de Infantería de Marina No.

21 que realizaban operaciones de registro y control en el área.

Como resultado del atentado, un suboficial de la Armada Nacional y una mujer civil resultaron heridos.

El uniformado recibió los primeros auxilios en el lugar y fue evacuado a un centro médico en Cali, donde se encuentra en condición estable y fuera de peligro. Por su parte, la mujer fue trasladada al hospital Luis Ablanque de la Plata en Buenaventura para recibir atención médica. El ataque generó pánico entre la comunidad, donde más de 300 familias viven en zozobra tras haber regresado recientemente a sus territorios después de años de desplazamiento forzado.

La Armada Nacional condenó categóricamente el suceso, calificándolo como un acto terrorista que viola el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y los Derechos Humanos, y anunció que interpondrá las denuncias correspondientes.

El coronel Carlos Castellanos, comandante (e) de la Brigada de Infantería de Marina No. 2, afirmó que fue un ataque indiscriminado contra la fuerza pública y la sociedad civil, y calificó a los responsables como "criminales de guerra". Las autoridades reiteraron su compromiso de mantener las operaciones militares en la zona para proteger a la población.

Este incidente no es un hecho aislado.

El pasado 24 de septiembre se registró un atentado similar en la misma zona, ejecutado por la estructura “Wilson González” del mismo grupo disidente, en el que se reportaron al menos ocho detonaciones sin causar heridos. Estos eventos reflejan la continua disputa por el control territorial entre grupos armados ilegales en el Pacífico vallecaucano.