3I/ATLAS: Las anomalías que desafían la ciencia y alimentan el debate sobre su origen



El cometa interestelar 3I/ATLAS, el tercer visitante de este tipo detectado después de ‘Oumuamua y 2I/Borisov, ha iniciado su viaje definitivo fuera de nuestro Sistema Solar, pero su paso ha generado un profundo debate científico. Descubierto el 1 de julio de 2025, el objeto ha presentado un comportamiento que, según el astrofísico de Harvard Avi Loeb, director del Proyecto Galileo, no encaja con el de un cometa natural. Loeb ha documentado una serie de anomalías que ponen en duda su origen y naturaleza. Una de las irregularidades más notables son sus chorros de materia, que se extienden por más de un millón de kilómetros de forma recta y colimada. Esta estructura es incompatible con el período de rotación medido del objeto, de 16,16 horas, ya que la física dicta que un cuerpo en rotación debería dejar un rastro en forma de espiral. Las explicaciones alternativas, como una activación periódica por la luz solar o la fragmentación del núcleo, han sido descartadas por observaciones que muestran chorros en dirección opuesta al Sol y un único cuerpo sin señales de desintegración. Loeb ha enlistado hasta doce anomalías que, en conjunto, hacen de 3I/ATLAS un caso único. Entre ellas destacan una trayectoria retrógrada inusualmente alineada con el plano de la eclíptica, una masa un millón de veces mayor que la de ‘Oumuamua, una composición química con una proporción de níquel/cianuro miles de veces superior a la de cualquier cometa conocido y un contenido de agua extremadamente bajo, de apenas un 4 % en masa. Además, presentó una aceleración no gravitacional que habría requerido la evaporación del 13 % de su masa, sin que se observara fragmentación alguna. Ante estas inconsistencias, Loeb no descarta la posibilidad de que los chorros sean “impulsos tecnológicos”.
Tras su paso más cercano al Sol el 30 de octubre, el cometa reapareció para una última ventana de observación, con una retransmisión en directo programada para el 19 de noviembre por el Virtual Telescope Project. Mientras se pierde en dirección a otra región de la Vía Láctea, 3I/ATLAS deja a la comunidad científica con más preguntas que respuestas sobre los misteriosos objetos que viajan por el espacio interestelar.











