Escalada de retórica: Trump sugiere pena de muerte para opositores y profundiza la crisis política en EE. UU.



La tensión política en Estados Unidos alcanzó un nuevo nivel después de que seis congresistas demócratas, todos con experiencia en las Fuerzas Armadas o servicios de inteligencia, publicaran un video en la red social X. En el mensaje, afirmaban que la administración Trump estaba enfrentando a los militares contra los propios ciudadanos estadounidenses y que las amenazas a la Constitución también provenían desde dentro del país. Por ello, instaron a los miembros del ejército y las agencias de inteligencia a desobedecer cualquier orden que consideraran ilegal. Aunque los legisladores no especificaron órdenes concretas, el debate surge en un contexto de decisiones controvertidas por parte de Trump. Entre ellas se mencionan el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades gobernadas por demócratas y operativos militares contra presuntos narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, que según expertos y organizaciones humanitarias, han dejado más de 80 muertos y podrían ser consideradas ejecuciones extrajudiciales.
La reacción del presidente Trump fue inmediata y contundente.
A través de su red social, Truth Social, acusó a los congresistas de “comportamiento sedicioso” y sugirió que deberían enfrentar “penas severas”, llegando a mencionar la pena de muerte. Estas declaraciones provocaron una ola de condenas.
Líderes demócratas como Chuck Schumer advirtieron que esta retórica aumenta la probabilidad de violencia política, mientras que los seis congresistas aludidos emitieron un comunicado conjunto denunciando los “llamamientos del presidente a nuestro asesinato”. La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, negó que Trump buscara la ejecución de los legisladores, pero sostuvo que el comportamiento de estos “quizás sea punible por ley”, dejando la decisión en manos del Departamento de Justicia y del Departamento de Defensa (al que la administración se refiere como Departamento de Guerra). Mientras algunos republicanos se distanciaron de las declaraciones, otros respaldaron al presidente.
Este episodio ha reavivado la preocupación sobre la extrema polarización en el país y el debate sobre los límites del discurso político.










