La Nueva Era de la Astronomía: Descubrimientos que Desafían la Comprensión del Cosmos



Astrónomos del California Institute of Technology (Caltech) han detectado el estallido luminoso más grande y distante jamás registrado alrededor de un agujero negro supermasivo. Utilizando el Zwicky Transient Facility (ZTF), observaron un fenómeno a 10.000 millones de años luz, en el núcleo de la galaxia J2245+3743. El evento, conocido como disrupción por marea (TDE), se originó cuando un agujero negro, con una masa 500 millones de veces superior a la del Sol, comenzó a desgarrar una estrella con una masa estimada de 30 veces la solar. En su punto máximo, el estallido liberó una energía equivalente a la de 10 billones de soles, una magnitud que, según los investigadores, no se asemeja a ningún otro núcleo galáctico activo visto antes. El brillo del suceso, que aumentó 40 veces en pocos meses, ha comenzado a atenuarse lentamente, indicando que el proceso de absorción de los restos estelares continúa. Según Matthew Graham, investigador principal del proyecto, la gran distancia provoca un efecto de dilatación temporal, por lo que el evento se observa a una cuarta parte de su velocidad real. El estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, descartó la hipótesis de una supernova por la inmensa potencia registrada. En otro frente de la cosmología, investigadores del proyecto Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI) presentaron datos que sugieren que la energía oscura, la fuerza responsable de la expansión acelerada del universo, podría estar debilitándose. Este hallazgo desafía la idea de que es una constante universal y abre la posibilidad de que la expansión cósmica se desacelere en el futuro. Aunque los resultados aún no alcanzan la certeza definitiva, podrían representar el avance más importante en este campo desde 1998.
Estos descubrimientos se verán potenciados por la próxima generación de instrumentos, como el Observatorio Vera C. Rubin. Se espera que su cámara de gran campo detecte en sus primeros años más de cinco millones de asteroides del cinturón principal y más de 127.000 objetos cercanos a la Tierra (NEO), triplicando el número de cuerpos con riesgo potencial de impacto. Este avance no solo será crucial para la defensa planetaria, sino que también permitirá caracterizar en detalle los bloques formativos de los planetas y, como esperan los científicos del ZTF, encontrar más eventos cósmicos extremos.











