El secreto está en el plato: Diez alimentos clave para combatir la fatiga y aumentar la energía

Una dieta adecuada es fundamental para mantener la vitalidad y combatir el agotamiento diario. Expertos en nutrición destacan que la elección de ciertos alimentos puede marcar la diferencia en los niveles de energía a lo largo del día.

Un reciente informe, basado en las recomendaciones de la dietista-nutricionista Lauren Manaker, identifica diez alimentos clave para aumentar la energía. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales como hierro, zinc, vitamina C, potasio, carbohidratos complejos, proteínas y probióticos, los cuales son vitales para el metabolismo y la producción de energía en el cuerpo. La selección de estos productos puede ayudar a evitar el “bajón” energético que muchas personas experimentan. La lista de alimentos recomendados incluye la carne magra, por su aporte de hierro biodisponible y vitamina B12; los huevos, una fuente completa de proteínas y vitaminas del grupo B; y los garbanzos, que proporcionan energía de liberación lenta gracias a sus carbohidratos complejos.

También se destacan las espinacas, ricas en hierro, magnesio y potasio, y las batatas (camote), que ofrecen energía sostenida. Para obtener energía de forma más rápida pero saludable, se sugieren frutas como las manzanas, que combinan azúcares naturales y fibra; los kiwis, con un alto contenido de vitamina C; y las bananas, que aportan potasio y azúcares naturales. Completan la lista la avena, ideal para un desayuno que mantiene estables los niveles de azúcar, y el kéfir, una bebida fermentada que mejora la salud intestinal y la absorción de nutrientes, lo que se traduce en mayor vitalidad. Los especialistas insisten en que para mantener niveles de energía constantes no basta con una sola comida. Es necesario adoptar un enfoque integral que combine una dieta equilibrada y sostenida en el tiempo con otros hábitos saludables.

Esto incluye una hidratación adecuada, descanso suficiente, actividad física regular y un manejo efectivo del estrés.

La alimentación, por tanto, es un pilar fundamental dentro de un estilo de vida saludable, cuyo impacto se refleja no solo en la energía, sino también en otros aspectos del bienestar, como la recuperación de procedimientos médicos y como indicador de la salud general.