La vida de lujo de Verónica Alcocer en Suecia desata controversia y la defensa del presidente Petro

Un informe del medio sueco Expressen sobre la opulenta vida de la primera dama, Verónica Alcocer, en Estocolmo ha desatado una tormenta política, provocando una enérgica defensa del presidente Gustavo Petro, quien atribuye las revelaciones a un ataque de la 'extrema derecha'.

El periódico sueco Expressen publicó un informe que detalla el lujoso estilo de vida que lleva la primera dama de Colombia, Verónica Alcocer, en Estocolmo. Según el medio, Alcocer llegó a Suecia en octubre, tras ser incluida junto al presidente Gustavo Petro en la Lista Clinton de Estados Unidos.

La investigación revela que frecuenta restaurantes exclusivos, asiste a fiestas privadas y se relaciona con millonarios y personalidades del entretenimiento sueco en clubes de élite. En respuesta a las publicaciones, el presidente Gustavo Petro defendió a Alcocer a través de sus redes sociales, calificando los informes como “conjeturas calumniosas” de la “extrema derecha envidiosa” que busca destruir a su familia.

El mandatario aseguró que ella “es una mujer libre, no gasta ni un peso del erario” y que quienes lo atacan “viven del Estado”.

Petro también confirmó que, aunque no están divorciados legalmente, él y Alcocer están separados sentimentalmente desde hace años.

Esta controversia se suma a cuestionamientos previos sobre los gastos de la primera dama.

Se ha reportado que Alcocer ha incurrido en gastos superiores a mil millones de pesos en asesores, maquilladores y fotógrafos. Además, enfrenta una denuncia penal por presuntas irregularidades en contrataciones para su imagen personal y la Procuraduría ha señalado que no debió recibir viáticos como funcionaria pública durante un viaje al Vaticano.

Las revelaciones han generado un debate sobre la transparencia, los límites éticos y el origen de los fondos que sustentan la estadía de Alcocer en Europa. La situación ha despertado críticas por el contraste entre su vida social de alto nivel y las restricciones que impone la sanción estadounidense, así como por el rol que sigue ejerciendo a pesar de su separación del presidente y su retiro de las funciones protocolarias.