La 'Generación Z' Desafía al Gobierno Mexicano: Protestas por Seguridad Terminan en Violencia



El sábado 15 de noviembre, cientos de manifestantes, en su mayoría jóvenes del movimiento 'Generación Z', marcharon en la Ciudad de México desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo. La movilización, inicialmente pacífica, fue convocada en un contexto de descontento por la inseguridad, exacerbado por el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y se extendió a varias ciudades del país. Los manifestantes expresaron su rechazo a la estrategia de seguridad del gobierno federal de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Sus demandas incluían la desmilitarización de la seguridad pública, reformas al sistema de justicia, mayor transparencia gubernamental y la implementación de mecanismos como la revocación de mandato.
El objetivo era posicionarse como un actor político relevante y exigir un país más justo y seguro. La tensión escaló al llegar al Zócalo, donde un grupo de encapuchados, identificado como el 'bloque negro', derribó las vallas metálicas que protegían el Palacio Nacional utilizando martillos, varas y petardos.
La policía antidisturbios intervino para contenerlos, respondiendo con extintores, escudos y gases lacrimógenos, lo que desató enfrentamientos directos.
Se informó de personas heridas tanto entre los manifestantes como entre las fuerzas de seguridad, aunque no se confirmó un número exacto de lesionados o detenidos.
Este episodio refleja el creciente malestar social y plantea interrogantes sobre el manejo de la protesta en México.
Los artículos advierten que si las protestas continúan, podrían intensificarse las tensiones, aumentar los bloqueos y erosionar la legitimidad del gobierno. Expertos señalan la necesidad de un diálogo abierto y el respeto a los derechos humanos para evitar una escalada del conflicto.










