La Doble Cara de la IA: Innovación y Competencia Crecen a la Par de los Riesgos de Seguridad



El mercado de la inteligencia artificial (IA) generativa se encuentra en un punto de inflexión, con una competencia cada vez más reñida. Aunque ChatGPT sigue siendo el líder indiscutible, su dominio ha comenzado a erosionarse, pasando de controlar el 86,6 % del tráfico global a un 72,3 % en el último año. Su rival más sólido, Gemini de Google, ha experimentado un crecimiento sostenido, duplicando su participación del 5,6 % al 13,7 % en el mismo periodo. Otros competidores, como la plataforma china DeepSeek, tuvieron picos de popularidad temporales, pero no lograron consolidarse, dejando a Gemini como el claro segundo en el mercado. En medio de esta batalla por la supremacía, la innovación es una constante. OpenAI está experimentando con una nueva funcionalidad de "chats grupales" en ChatGPT, diseñada para convertir al asistente en una herramienta colaborativa en tiempo real. Esta característica, actualmente en fase de prueba en países como Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán, permitirá que hasta 20 personas interactúen en una misma conversación. Las respuestas del asistente en estos grupos se generarán mediante GPT-5.1, un modelo que incorpora patrones sociales para una mejor interacción colectiva.
Paralelamente al avance tecnológico, aumentan las preocupaciones sobre la seguridad digital.
La experta en ciberseguridad y criminóloga María Aperador advirtió sobre los peligros de compartir información sensible con estas plataformas. Aperador identificó cinco tipos de datos que nunca deben revelarse a una IA: información personal de identidad, datos médicos, información financiera, datos confidenciales de trabajo y contraseñas o credenciales. La filtración de esta información podría derivar en delitos como suplantación de identidad, estafas, extorsión o espionaje corporativo.
El panorama se completa con debates más amplios sobre el futuro de la IA. Existe una discusión filosófica sobre si la IA puede llegar a ser consciente, con visiones opuestas como la de Geoffrey Hinton, quien cree que es posible, y la del jefe de IA de Microsoft, quien sostiene que solo simula conciencia. A nivel regulatorio, se informa que Bruselas ha otorgado un año más de gracia a los sistemas de IA, lo que refleja la complejidad de legislar sobre una tecnología en constante y vertiginosa evolución.












