Ofensiva y Contradicción: Gobierno Petro Lanza Bombardeos contra Disidencias en Medio de Debates sobre su Estrategia de Paz



Durante la segunda semana de noviembre de 2025, las Fuerzas Militares ejecutaron dos operaciones de alto impacto contra las disidencias de 'Iván Mordisco'. La primera, en una vereda de Calamar, Guaviare, fue catalogada como la más letal del actual gobierno, con un saldo de 19 miembros del grupo abatidos, tres menores de edad recuperados, dos sometidos y uno capturado. Días después, se realizó un segundo bombardeo en la zona rural de Tame, Arauca, con el objetivo de neutralizar a alias 'Antonio Medina', comandante del Frente 28 y hombre clave en la estructura criminal. El presidente Gustavo Petro confirmó haber ordenado personalmente ambas operaciones, asumiendo la total responsabilidad por los riesgos, incluida la posible afectación de menores reclutados por la fuerza. El mandatario justificó la ofensiva argumentando que la organización de 'Mordisco' incumplió los ofrecimientos de paz y prefirió continuar con actividades del narcotráfico. A su vez, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, informó que con el ataque en Arauca ya son 13 los bombardeos autorizados durante este gobierno, ocho de ellos en 2025, y destacó un aumento del 18 % en capturas y bajas este año. Sin embargo, analistas y expertos en seguridad cuestionan la efectividad de esta estrategia a largo plazo. A pesar de los golpes militares, informes de inteligencia citados en los artículos señalan que los grupos armados han incrementado su pie de fuerza en un 15 % desde inicios de año. Expertos como Elizabeth Dickinson, del International Crisis Group, advierten que los bombardeos difícilmente desestructuran a estos grupos, que tienen una alta capacidad de reclutamiento para reemplazar sus bajas.
La crítica principal apunta a la falta de una estrategia clara para frenar la expansión y el control territorial de estas organizaciones, asemejando la situación a la de gobiernos anteriores. Este giro hacia una estrategia militar más dura genera tensiones con la política de 'paz total', la principal bandera del gobierno. La ofensiva se produce en un momento de relaciones complejas con Estados Unidos, aunque el presidente Petro confirmó que se utiliza inteligencia norteamericana bajo la condición de respetar los derechos humanos. El escenario actual deja al gobierno en un equilibrio frágil, intentando combinar el diálogo con la coerción, mientras la expansión de los grupos armados continúa siendo un desafío estructural.











