El Crédito en Colombia: Entre el Desafío de las Altas Tasas y el Impulso de la Juventud Digital



El costo de comprar con tarjeta de crédito en Colombia se mantendrá elevado durante los próximos meses debido a la persistente inflación, que en octubre cerró en 5,51 %, según el DANE. Expertos como Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señalan que el margen para que el Banco de la República reduzca las tasas de interés es limitado, por lo que no se anticipan disminuciones en el corto plazo, proyectando que el escenario de altos costos podría extenderse hasta bien entrado el 2026. En contraste con este panorama de encarecimiento, un segmento de la población muestra un comportamiento financiero positivo. Un informe de TransUnion revela que los jóvenes colombianos entre 18 y 30 años, que constituyen el 20 % del mercado crediticio tradicional del país con cerca de 3 millones de consumidores, están manejando sus deudas con mayor responsabilidad que generaciones anteriores. Este grupo presenta tasas de mora similares o inferiores al promedio del mercado en créditos de vivienda y vehículos, desmintiendo la percepción de que son menos responsables financieramente. El cupo promedio de tarjeta de crédito aprobado para ellos es de 6,5 millones de pesos. El avance de la inclusión financiera y la adopción de herramientas digitales son factores clave en esta tendencia. Según Credicorp, el Índice de Inclusión Financiera en Colombia ha avanzado más de siete puntos en los últimos cinco años, impulsado en gran medida por la expansión de las billeteras digitales, cuya tenencia alcanza el 73 % de la población. Estas herramientas se han convertido en la principal puerta de entrada al sistema financiero. Entidades como Davivienda reflejan esta transformación, con un 92 % de clientes digitales y el crecimiento de su neobanco DaviPlata, que ha visto un aumento del 388 % anual en su saldo de créditos, principalmente a través de nanocréditos. La participación de los jóvenes en el sistema crediticio es activa y creciente. La penetración de tarjetas de crédito en este grupo pasa del 25 % a los 18 años al 63 % a los 30 años. Además, uno de cada tres jóvenes adquirió un nuevo producto de crédito en un período de seis meses, demostrando un alto interés y un manejo responsable que los consolida como un segmento valioso para el sector financiero.












