Filipinas, golpeada de nuevo: El supertifón Fung-wong agrava la crisis tras el paso de Kalmaegi

Filipinas enfrenta una nueva y poderosa amenaza natural con la llegada del supertifón Fung-wong, que azota al archipiélago pocos días después de que el tifón Kalmaegi dejara un rastro de devastación y cientos de víctimas.

Menos de una semana después de sufrir el impacto del tifón Kalmaegi, que causó más de 200 muertes y dejó vastas zonas devastadas, Filipinas se enfrenta a un nuevo fenómeno natural extremo. La tormenta Fung-wong se intensificó al acercarse a la costa este del país, alcanzando la categoría de supertifón con vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 230 km/h. La llegada de este nuevo ciclón ha obligado a las autoridades a suspender las labores de búsqueda de los desaparecidos por la tormenta anterior. La situación es especialmente crítica en la provincia de Cebú, que había registrado la mayoría del 70 % de las víctimas de Kalmaegi. La región se encuentra cubierta de lodo, lo que ha forzado a los desplazados a buscar nuevos refugios en lugares como las iglesias. La devastación previa deja al país en un estado de alta vulnerabilidad ante la nueva tormenta, que amenaza con impactar a todo el territorio con lluvias intensas y fuertes vientos, lo que podría agravar las consecuencias del desastre reciente. Como medida preventiva ante la inminente llegada del supertifón, más de un millón de personas han sido evacuadas en todo el país. A pesar de estos esfuerzos, ya se ha reportado al menos una víctima mortal a causa de las inundaciones ocurridas el domingo, incluso antes de que el ojo de la tormenta tocara tierra.

Las fuertes lluvias asociadas a Fung-wong ya han comenzado a causar estragos, como lo demuestra una carretera inundada en Mindanao el sábado.