Ucrania bajo asedio: entre la ofensiva rusa y un escándalo de corrupción interna

Mientras Rusia intensifica sus ataques en múltiples frentes, dejando víctimas en Kiev, el gobierno de Volodímir Zelenski se ve sacudido por un grave escándalo de corrupción que impacta la moral en un momento crítico de la guerra.

El 14 de noviembre, un ataque ruso 'masivo' con misiles y drones sobre la mayoría de los distritos de Kiev dejó un saldo de cuatro personas muertas y al menos 24 heridas. Esta ofensiva se enmarca en un recrudecimiento general de los combates en todos los frentes, especialmente en el Donbass y la región de Zaporizhia, donde Rusia asegura haber capturado dos ciudades. En este contexto, el presidente Volodímir Zelenski visitó a las tropas en primera línea en Zaporizhia para condecorar a los soldados, mientras el ejército ucraniano afirma contar con nuevos refuerzos para hacer frente a la escalada.

Paralelamente a la crisis militar, el gobierno ucraniano enfrenta un grave desafío interno.

Un escándalo de corrupción, conocido como 'Operación Midas', ha salido a la luz, implicando a personas cercanas al presidente Zelenski en un desvío masivo de fondos del sector energético. Este hecho llega en uno de los momentos más difíciles para el país, generando un impacto negativo en la moral de los militares, quienes ya lidian con la intensidad de los combates en ciudades como Pokrovsk y Kramatorsk, además de los cortes de energía. El entorno presidencial ha asegurado que Zelenski desconocía la trama y apoya 'plenamente' la investigación en curso. Por su parte, Mijaíl Podoliak, asesor de la oficina presidencial, ha culpado al Kremlin de estar detrás de la corrupción en el régimen ucraniano. La guerra también se manifiesta en la cultura, como lo demuestra la Orquesta Juvenil Ucraniana en el pueblo de Kivshovata, que en su 'Obertura del Mártir' recrea los sonidos de los ataques aéreos, un reflejo de cómo el conflicto se ha integrado en la vida cotidiana incluso lejos del frente.