Inteligencia Artificial en Colombia: Entre la Integración Cotidiana y los Desafíos Globales



La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una tecnología de uso diario para un número creciente de personas a nivel mundial y en Colombia. Según encuestas de CCIA y Morning Consult, el 45 % de los consumidores ya utiliza herramientas de IA, y su presencia es un factor decisivo para el 60 % al comprar un nuevo teléfono inteligente. En el contexto colombiano, un estudio del Centro Nacional de Consultoría indica que el 18 % de la población tiene un nivel avanzado de apropiación digital. Esta integración se evidencia en dispositivos cotidianos como televisores que personalizan contenidos, lavadoras que optimizan el consumo de recursos y celulares que mejoran la productividad transcribiendo reuniones o redactando textos, ahorrando hasta seis horas semanales en tareas de oficina. En el ámbito empresarial, la IA impulsa una transformación profunda en sectores como las finanzas, la medicina, el transporte y la seguridad. Sus aplicaciones van desde la detección de fraudes y el diagnóstico precoz de enfermedades hasta la optimización de prototipos mediante gemelos digitales y el desarrollo de vehículos autónomos. El mercado global de la IA, que movió más de 184.000 millones de dólares en 2024, proyecta alcanzar los 826.730 millones en 2030. Respondiendo a esta demanda, en Colombia han surgido iniciativas educativas como "iA School" en Medellín y programas de pregrado y posgrado en universidades como la Sergio Arboleda, la Javeriana y la de los Andes para formar profesionales en el área. Sin embargo, la rápida expansión de la IA trae consigo importantes desafíos. Entre las principales preocupaciones se encuentran el potencial desplazamiento laboral, la amplificación de sesgos sociales si los modelos se entrenan con datos no representativos y los riesgos sobre la privacidad. A nivel global, la inquietud ha escalado al punto que más de 850 expertos han solicitado una moratoria en el desarrollo de superinteligencias que puedan exceder las capacidades humanas. En respuesta a estos dilemas, Colombia ha avanzado en la creación de un Marco Ético para la Inteligencia Artificial y una Política Nacional para la Transformación Digital, buscando asegurar que su implementación sea transparente, segura y beneficie a la sociedad, promoviendo un uso consciente y responsable de esta tecnología.












