Tensión en el Caribe: El despliegue del USS Gerald R. Ford agita el tablero geopolítico regional



Estados Unidos ha desplegado en el mar Caribe su portaaviones más grande y moderno, el USS Gerald R. Ford, como parte de un operativo naval que, según el Comando Sur y el Pentágono, tiene como objetivo combatir el narcotráfico y desmantelar organizaciones criminales transnacionales. El buque insignia se une a un grupo de ataque que incluye tres destructores escoltas, sumándose a una flota que ya contaba con otros buques de guerra y un submarino nuclear, en lo que se describe como un despliegue sin precedentes en la zona desde 1989. El USS Gerald R. Ford es una embarcación de propulsión nuclear con más de 335 metros de eslora, una tripulación de entre 4.500 y más de 5.000 personas, y capacidad para transportar hasta 70 aeronaves, incluyendo cazas F-35. Analistas y tanques de pensamiento han señalado que su configuración es poco eficaz para la lucha antinarcóticos y más adecuada para ejercer presión militar o realizar ataques a objetivos estratégicos, como bases militares.
La presencia del portaaviones ha generado fuertes reacciones en la región.
El gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, ha calificado el despliegue como una “provocación” y una “maniobra de presión” para derrocarlo. En respuesta, Maduro anunció la activación de ejercicios militares y policiales, movilizando a unos 200.000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y activando comandos de defensa integral.
La situación también ha provocado tensiones diplomáticas con otros países. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó suspender la cooperación de inteligencia con Estados Unidos tras los ataques con misiles a supuestas narcolanchas, que han dejado 76 muertos y que han sido calificados por varios países como ejecuciones extrajudiciales. A esta postura se sumó el Reino Unido, que suspendió el intercambio de información de inteligencia con Washington al considerar que dichos ataques violan el derecho internacional.
Por su parte, Rusia advirtió que la política estadounidense hacia Caracas “no traerá nada bueno”.











