Giro en la política humanitaria de EE. UU.: Trump impone un mínimo histórico para refugiados y prioriza a sudafricanos blancos



La administración del presidente Donald Trump limitará la admisión de refugiados en Estados Unidos a 7.500 personas para el año 2026, lo que constituye el nivel más bajo en la historia del país. Esta medida representa una reducción del 94 % en comparación con el tope de 125.000 solicitudes anuales que había establecido el gobierno anterior de Joe Biden, durante el cual se recibieron más de 100.000 refugiados al año. La nueva política no solo reduce drásticamente el número de admisiones, sino que también redefine las prioridades de asilo. Según el anuncio, la mayoría de las plazas se concentrarán en acoger a sudafricanos blancos de la minoría afrikáner. Esta decisión ha generado duras críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los refugiados, quienes ven en la medida un cambio radical en el tradicional papel humanitario de Washington a nivel global. Esta restricción en el asilo se enmarca dentro de una agenda migratoria más amplia de Trump, que incluye el refuerzo de los controles fronterizos, la persecución de inmigrantes indocumentados y la implementación de mayores restricciones de visados. Además, se menciona que el presidente ha enfocado su atención en Sudamérica, con decisiones polémicas dirigidas a países como Venezuela, Colombia, Brasil y Argentina, aunque no se detallan los logros de dichas políticas.











