Dólar en Colombia: Entre el auge del turismo y la alerta por reservas fiscales críticas



Durante la tercera semana de noviembre de 2025, el dólar en Colombia mostró volatilidad, cerrando el viernes 21 en $3.805,35, un alza de $42,35 respecto al día anterior, para luego cotizarse en $3.759 el sábado 22. Este comportamiento estuvo influenciado por factores internacionales como un reporte laboral en Estados Unidos que generó dudas sobre la política de tasas de la Reserva Federal y el buen desempeño financiero de Nvidia, que aumentó el apetito por el riesgo. Los analistas estiman que la Tasa Representativa del Mercado (TRM) podría ubicarse cerca de los $4.000 para fin de año. En el ámbito local, la tendencia del dólar por debajo de los $4.000 desde agosto ha tenido un impacto positivo en el sector turístico. Según la Asociación Nacional de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), las salidas de colombianos al exterior aumentaron un 3 % entre enero y octubre de 2025 en comparación con el mismo periodo de 2024, superando los 4,73 millones de viajeros.
Aunque destinos como Estados Unidos, España y México siguen siendo los más populares, se observa una diversificación hacia países como Brasil, Francia, Turquía e incluso Japón y Egipto.
Sin embargo, este panorama favorable para los viajeros contrasta con una creciente preocupación por la gestión de las finanzas públicas.
Un análisis advierte que el Gobierno colombiano ha agotado de manera acelerada su caja en dólares.
Entre septiembre y octubre se monetizaron US$4.233 millones, el 83 % del total disponible, dejando un margen de solo US$867 millones para iniciar noviembre. Las proyecciones del Ministerio de Hacienda indican que esta caja podría reducirse a un nivel crítico de apenas US$73 millones para febrero de 2026. Esta situación genera una gran vulnerabilidad, ya que el país debe enfrentar pagos de deuda externa por más de US$1.300 millones en marzo de 2026. La estabilidad fiscal para ese año depende ahora crucialmente de la capacidad del Gobierno para emitir nueva deuda en los mercados internacionales a principios de año.
De no lograrlo, Colombia podría enfrentar una crisis de liquidez externa, lo que aumentaría el riesgo país, presionaría el tipo de cambio y encarecería el crédito.
















