Más allá del azúcar: La nueva era en el tratamiento de la diabetes prioriza el bienestar integral del paciente



Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes para generar conciencia sobre una enfermedad que afecta a más de 580 millones de personas en el mundo y a 35 millones en América Latina y el Caribe. Las proyecciones indican que la cifra global podría alcanzar los 853 millones para 2050, mientras que en la región latinoamericana aumentaría a 52 millones. La conmemoración de este año se centra en el bienestar de los pacientes y en la creación de entornos laborales solidarios y libres de estigma. Coincidiendo con esta fecha, la Federación Internacional de la Diabetes (IDF) presentó nuevas guías globales para la diabetes tipo 2 que marcan una evolución en su manejo. El tratamiento ha pasado de un enfoque centrado exclusivamente en el control de la glucosa a una visión metabólica integral que también busca impactar positivamente el peso corporal, la salud cardiovascular y la función renal. Este abordaje precoz, basado en cambios de estilo de vida y un control metabólico intensivo, puede prevenir complicaciones e incluso lograr la remisión en etapas tempranas. Las guías destacan el papel de terapias metabólicas innovadoras, como los agonistas del receptor GLP-1 y las terapias duales GLP-1/GIP, que además del control glucémico, contribuyen a la pérdida de peso y a la protección cardíaca y renal. Sin embargo, se reconoce que el acceso a una atención integral sigue siendo un desafío en países de ingresos bajos y medianos debido a la falta de personal, pruebas diagnósticas y medicamentos asequibles. En Colombia, la situación es preocupante: la diabetes afecta a cerca del 8,4 % de los adultos, lo que equivale a más de tres millones de personas, y se estima que el 45 % no ha sido diagnosticado. Según la Cuenta de Alto Costo, hasta agosto de 2024 había más de 2,18 millones de casos registrados en el sistema de salud. Factores como la obesidad y el sedentarismo impulsan el crecimiento de la enfermedad, cuyas complicaciones se encuentran entre las principales causas de mortalidad prevenible. Por ello, fortalecer la atención primaria y garantizar el acceso a terapias innovadoras es fundamental para alinear al país con las nuevas recomendaciones mundiales.











