COP30 en el Corazón de la Amazonía: Un Llamado a la Acción Unificada y a la Cooperación Internacional



La COP30 se inauguró formalmente en Belém, Brasil, con el objetivo central de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C. En su discurso de apertura, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró la elección de una ciudad amazónica como sede y propuso que los recursos destinados a las guerras se inviertan en la protección de los bosques tropicales. La cumbre representa una oportunidad para que los ocho países amazónicos actúen como un bloque unificado. Un estudio del Instituto Panamazónico revela que estas naciones son altamente vulnerables a los efectos del cambio climático, como sequías y lluvias torrenciales, pero carecen de las herramientas y la articulación necesarias para enfrentar los riesgos. La propuesta es superar los esfuerzos aislados y alinear sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) con metas específicas para la Amazonía.
Esto fortalecería su capacidad para acceder a fondos internacionales de acción climática, bajo el principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas, que exige un mayor compromiso de los países desarrollados. En este contexto, la delegación de Colombia llega a la COP30 con la meta de concretar nuevos recursos de cooperación internacional, buscando aportes de socios como el Reino Unido para la conservación de la biodiversidad. Por primera vez, la delegación oficial incluirá a representantes de pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y campesinas.
El país también contará con el "Pabellón Colombia", que bajo el lema "consenso de los pueblos" albergará 60 actividades. Sin embargo, Colombia enfrenta desafíos internos, como un retraso de diez meses en la presentación de sus nuevas metas climáticas (NDC) y una notable inestabilidad en el Ministerio de Ambiente, lo que podría afectar su capacidad de negociación en la cumbre.












