3I/ATLAS: El cometa interestelar que desafía a la ciencia y desata especulaciones



El cometa 3I/ATLAS, descubierto en julio de 2025, ha captado la atención mundial al ser el tercer objeto interestelar jamás detectado. Con un diámetro de aproximadamente cinco kilómetros y una velocidad superior a los 200.000 km/h, este visitante cósmico alcanzó su punto más cercano al Sol el 29 de octubre de 2025, motivando una campaña global de monitoreo liderada por la NASA y la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) para analizar su trayectoria y composición.
El interés científico se centra en sus características inusuales.
Análisis del telescopio espacial James Webb revelaron una composición dominada por hielo de dióxido de carbono y, sorprendentemente, vapor de níquel, un hallazgo publicado en la revista *Nature* que sugiere procesos químicos desconocidos. Otras anomalías, como una “anticola” —un chorro de material apuntando hacia el Sol— y aceleraciones inexplicables, han intensificado el misterio en torno a su naturaleza.
Estas peculiaridades llevaron al astrofísico de Harvard, Avi Loeb, a proponer la controvertida hipótesis de que 3I/ATLAS podría ser una nave de origen artificial. Sin embargo, la comunidad científica mayoritariamente descarta esta idea, explicando que su comportamiento es consistente con el de un cometa natural, aunque con una química extraña. El telescopio Hubble determinó que la “anticola” fue causada por efectos térmicos, y expertos de la NASA insisten en que el objeto libera gas y tiene una cola, como se esperaría. A pesar de los rumores, las agencias espaciales han aclarado que el cometa no representa ninguna amenaza para la Tierra. La activación de los sistemas de defensa planetaria responde a un protocolo de vigilancia y recopilación de datos para mejorar la capacidad de detección, no a un peligro de impacto. La órbita de 3I/ATLAS es segura y su estudio es fundamental para comprender la composición de otros sistemas estelares.












