Un jurista de peso para la recta final: César Valencia asume el Ministerio de Justicia en medio de grandes desafíos

El presidente Gustavo Petro ha nombrado al expresidente de la Corte Suprema de Justicia, César Julio Valencia Copete, como nuevo ministro de Justicia, una designación que busca tender puentes con la rama judicial y liderar reformas clave en un momento crucial para el Gobierno.

El jurista César Julio Valencia Copete fue designado por el presidente Gustavo Petro como el nuevo ministro de Justicia y del Derecho, en reemplazo de Eduardo Montealegre, quien renunció al cargo. Valencia Copete se convierte en el cuarto funcionario en ocupar esta cartera durante la actual administración, asumiendo en la recta final del periodo presidencial. Con una trayectoria de más de tres décadas en la Rama Judicial, Valencia Copete, de 72 años y abogado de la Universidad Externado de Colombia, ha ocupado cargos como juez municipal, magistrado del Tribunal Superior de Bogotá y procurador delegado. Su carrera culminó en la Corte Suprema de Justicia, donde fue magistrado de la Sala de Casación Civil y Agraria desde 2002 y presidente del alto tribunal entre 2007 y 2008. Este año, el presidente Petro le otorgó la Cruz de Boyacá en reconocimiento a su trayectoria. Su período al frente de la Corte Suprema es recordado por las tensiones con el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, en el contexto de las investigaciones por la "parapolítica". Valencia Copete se consolidó como un defensor de la independencia judicial, enfrentando presiones del Ejecutivo e incluso una denuncia penal por parte de Uribe, que fue posteriormente archivada. Además, fue una de las víctimas de las interceptaciones ilegales del extinto DAS. El nuevo ministro enfrenta retos significativos, como recomponer las relaciones entre el Gobierno y las altas cortes, liderar la política de "paz total" y enfrentar la crisis carcelaria del país. También deberá gestionar asuntos de alta sensibilidad como el proyecto para una asamblea constituyente y la cooperación judicial con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Su nombramiento es visto como una apuesta por un perfil técnico y conciliador para sortear los desafíos institucionales.