La encrucijada del uribismo: entre la definición de su candidata y la incertidumbre de las alianzas

El Centro Democrático se encuentra en la recta final para definir su carta presidencial para 2026, en un proceso marcado por la expectativa sobre el resultado de sus encuestas internas y los dilemas estratégicos sobre futuras alianzas.

El Centro Democrático se prepara para anunciar a su candidata presidencial para las elecciones de 2026 este fin de semana, o a más tardar el lunes 15 de diciembre.

La decisión, confirmada por el expresidente Álvaro Uribe, se adelantaría a la fecha inicialmente prevista y será tomada entre las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín. La ganadora será elegida con base en los resultados de dos encuestas internas, y el partido ha desmentido rumores de que ya se haya tomado una decisión, afirmando que el proceso sigue en curso.

Para la selección, la colectividad contrató a las firmas chilenas CADEM y Panel Ciudadano para realizar dos mediciones. Una de ellas consulta a la militancia y a los miembros electos del partido, mientras que la otra sondea las preferencias entre votantes afines a la derecha y la centroderecha.

Este método técnico busca dar transparencia al proceso y reducir tensiones internas.

Las tres precandidatas se reunirán con Álvaro Uribe y el director del partido, Gabriel Vallejo, para conocer los resultados.

La definición de la candidata ocurre en medio de un dilema estratégico para el uribismo. La propuesta inicial de Uribe de una gran consulta de oposición “desde Abelardo hasta Fajardo” se ha desvanecido, ya que ambos políticos declinaron participar.

Esta situación amenaza con una primera vuelta fragmentada para este espectro político.

Ante este panorama, Uribe ha planteado la posibilidad de que su partido renuncie a la consulta interpartidista del 8 de marzo, para la cual ya se inscribió, y opte por una gran encuesta para definir un candidato de unidad. El camino para llegar a esta terna de candidatas ha sido complejo. El proceso, que inició hace un año, se depuró tras la renuncia de Andrés Guerra y la expulsión de Miguel Uribe Londoño. Internamente, existe preocupación por la sugerencia del expresidente Uribe de que se podría anunciar no una, sino dos candidatas, una idea que las aspirantes planean objetar para que se elija una única representante.